OFUNAM ofrece emocionante gala concertina

CIUDAD DE MÉXICO (02/JUN/2013).- La Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM) ofreció el sábado el Programa 6 de la Segunda Temporada de Conciertos 2013, en despliegue instrumental que provocó la emoción rebosada de los asistentes.

La gala, que tuvo lugar en Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario (CCU), contó con la presencia del tutor artístico de la ópera de Pekín, Zhang Guoyong, como director huésped, y del mexicano Abdiel Vázquez, pianista solista.

"Suite China", del músico Bao Yuan-Kal (1944), "Concierto para piano y orquesta núm. 1", del ucraniano Sergei Prokofiev (1891 - 1953), y "Sinfonía núm. 1", del hijo de San Petersburgo Piotr Ilych Tchaikovsky (1840 - 1893): música contemporánea china, una pieza para piano de aprobación general y una sinfonía de gran espíritu romántico, respectivamente, fueron las obras desplegadas.

El cortejo comenzó con "Suite China" (I. Amanecer, II. El Acertijo, III. Elegía, IV. Las flores), del conocido pedagogo Bao Yuan-Kal: suerte de regocijada Partita que representa varias acciones en los cuatro movimientos que la conforman (discurso de acusada intenciones programáticas).

Brillante entrada victoriosa, optimista, de las cuerdas y articules con los metales en animosa copla (I. Amanecer. La canción cantada por los labriegos durante sus labores); placidez con flauta protagonista en coral instrumental de festiva configuración (II. El acertijo. Jóvenes parejas expresan su amor cantando): segmentos iniciales que la OFUNAM asume con absoluto y acucioso timbre.

Elegante melodía de expresivo lirismo que un solo de violín subraya y las cuerdas secundan con tierna prosodia (III. Elegía. La tristeza causada por la partida del ser amado); espesura de los metales escoltada por percusiones procelosas y arpa en pulsos cordiales (IV. Las flores. Un momento gozoso y festivo). Dos movimientos concluyentes que el conductor chino elucidó con eficacia.

Esta obra musical es poco conocida en México y la OFUNAM logró transmitirla con seguro oficio, sobre todo en el cuarto movimiento en un asomo de rondó de radiante y chispeante sonoridad protagonizada por claves, xilófono, pandereta, timbales y cuerdas. Introito de una función de múltiples exaltaciones.

Las expectativas por escuchar al joven pianista de Monterrey, Abdiel Vázquez, se hicieron realidad en el segundo tiempo con el "Concierto para piano y Orquesta núm. 1", que Prokofiev estrenó en Moscú en 1912 con apenas 21 años causando admiración y reacciones encontradas.

Desaprobación de su profesor Nikolai Rimski-Korsakov (1844 - 19808) e irritación de Alexander Glazunov (1865 - 1936) cuando el joven pianista ucraniano decidió presentarlo como pieza de tesis para su graduación en el Conservatorio (1914), ejecución que lo hizo merecedor del Premio Rubinstein.

Abdiel Vázquez abordó los elementos neoclásicos de la partitura con seguridad pasmosa. Apertura de piano al unísono con la orquesta, seguido de un seductor solo que violonchelos, trompetas y sutiles percusiones secundan (Allegro brioso).

Andante assai de pianista derramando clústeres consonantes en una atmósfera de tranquilo y suficiente (assai) sucesión melódica que la flauta suscribe y los pizzicatos de las cuerdas conjugan con maestría.

Allegro scherzando que entra con solo de piano, trompetas que plantean el motivo y glissandos de trombones. El piano se abrió paso entre el boscaje para imponer un pasaje final de exposición técnica rigurosa (arpegios frondosos, terceras precisas, octavas naturales, multiplicidad rítmica, dinamismo de la mano izquierda, imaginativa escalas...). Momento culminante de Vázquez. Ovación cerrada. Tres salidas.

Primer encore: Pieza popular china de lenitiva cadencia interpretada con serenidad absoluta. Aclamación. Segundo encore: Rajmaninov, pujante mano izquierda. Triadas. Escalas. Multiplicidad asonante. Abdiel Vázquez se adueñó de la noche.

Durante el intermedio, el pianista cubano-mexicano Saturnino Boleristain manifestó: "Tenía muchas ganas de escuchar a este muchacho, me habían hablado muy de él. Su técnica es impecable. Lo que nos regaló en el tercer movimiento del Concierto de Prokofiev fue una lección de rigor técnico acabado".

De regreso, el romanticismo entró a la Sala Nezahualcóyotl con apremiante clemencia. La primera sinfonía que Tchaikovsky dio a conocer en 1868 bajo la conducción de su amigo íntimo, Nikolai Rubinstein (1835 - 1881).

I. "Ensueños invernales", subtítulo de una de las piezas más aplaudidas del autor de "El lago de los cisnes". Primer movimiento (Allegro tranquilo. Ensueño de un viaje de invierno): flauta que plantea el motivo melódico desde ennoblecida costura romántica. Conductor de aliento tchaikovskyano y OFUNAM que se crece en esta tregua de frisas invernales.

II. Adagio cantabile ma non tanto (Tema de la desolación, tierra de las brumas) que el clarinete y la flauta edificaron con sustancial cadencia de vals. Silencios. Proporciones de flauta, clarinete, fagotes y cuerdas de enaltecida belleza.

III. Scherzo: allegro scherzando giocoso en lúdico motivo valseado. Cuerdas edificando sutiles progresiones y flauta delineando un gaudeamus de sugerente dibujo armónico.

IV. Finale: Andante lugubre-Allegro Maestoso: sección de metales y cuerdas en prosodia de belleza donairosa y resuelta. Uno de los mejores momentos de Guoyong. La OFUNAM se desborda en axiomáticos y precisos efectos en el logro de un contraste tempestuoso y locuaz. Ovación. Reconocimiento, por parte del conductor chino, al clarinete.

Recepción de vehementes ataderos musicales. La orquesta demuestra que es una de las más prestigiadas orquestas filarmónicas de Latinoamérica en la actualidad.

El gaudeamus se repite este domingo a las 12 horas. Vale la pena darse una vuelta hasta la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.