OFUNAM festeja el Día del Niño con “El niño y la música”

CIUDAD DE MÉXICO (01/MAY/2011).- La Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM), bajo la dirección asistente de Rodrigo Macías y la narración de Mario Iván Martínez, ofreció la víspera el espectáculo “El niño y la música”, que cautivó a chicos y grandes en la Sala Nezahualcóyotl.  

Con motivo del Día del Niño se realizó ayer este espectáculo en el que también participaron los bailarines Giovanna Gargolla y Alberto Luna.  

Ante una sala llena, el cuentacuentos saludó a los pequeños y los invitó a celebrar en su día con cuentos como “Pulgarcito” y “El soldadito de plomo”.  

Con su peculiar estilo de narrador, el maestro Martínez llevó al público infantil y no tan infantil a la conmovedora historia de Pulgarcito y sus aventuras, al momento en que la Orquesta lo acompañaba con música de Maurice Ravel y Claude Debussy.  

Adaptaciones de la obra de Charles Perrault y Hans Christian Andersen, que en la voz de Mario Iván Martínez, vestido con un atuendo llamativo y colorido, interpretó a los padres de Pulgarcito y a éste, de una manera espontánea, que arrancó la carcajada de los niños.  

Posteriormente narró la historia de “El Soldadito de plomo”, que contó con la participación de los bailarines Gargolla y Luna, quienes hacía los papeles principales de esta también conmovedora historia.  

La historia cuenta como vivía un soldadito de plomo con una sola pierna, y cómo enfrenta algunas aventuras, pero que al final tiene su recompensa al enamorarse de una bella dama.  

La Orquesta Filarmónica de la UNAM, uno de los conjuntos más importantes en el panorama cultural de la Ciudad de México, constituye uno de los factores preponderantes del proyecto cultural de mayor trascendencia del país, el de la Universidad Nacional Autónoma de México.  

Durante 75 años de actividad, la OFUNAM se ha convertido en una de las mejores orquestas de México. Su popularidad se debe a la calidad del conjunto, de sus directores titulares y a la participación de directores huéspedes y solistas.  

Mario Iván Martínez debutó a los siete años realizando distintos personajes en la radio donde aprendió infinidad de cosas, sobre todo a hacer distintas voces y a crear mil fantasías.  

A los nueve años, la Compañía Nacional de Teatro lo invitó a personificar a Pedro en la puesta en escena de “Pedro y el lobo”, pues como era muy güerito, le quedaba bien el personaje de niño ruso.