Lunes, 14 de Octubre 2024
Cultura | Mayte Bajo deleitó a los tapatíos con sus coreografías

Noche de flamenco y taquicardia en la FIL

El grupo Calle Jaleo salió al escenario 60 minutos después de que Mayte Bajo deleitará a los tapatíos con sus coreografías

Por: EL INFORMADOR

Calle Jaleo y Mayte Bajo se presentaron en el foro de la explanada para cerrar la jornada. A. CAMACHO  /

Calle Jaleo y Mayte Bajo se presentaron en el foro de la explanada para cerrar la jornada. A. CAMACHO /

GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/2010).- El vestido rojo entallado ha salido ha escena, y el hombre que rodea a esa bella mujer de nombre Mayte Bajo está a punto de dinamitar algunos gritos antes de que Calle Jaleo, ese grupo que combina el flamenco con el rock, les roben los aplausos de la explanada con la que cerró la jornada la FIL.

Calle Jaleo y Mayte Bajo tienen la misión que al final de la noche esperan resolver: están dispuestos a robar los aplausos necesarios para mitigar el sonido de un taconeo que a llevado al público a llevar un ritmo que se produce al estallar las manos de sobre el piso, o la pierna, o  cualquier otra cosa que dignifique ese sonido tan propio de los españoles.

El sonido de una voz gutural que le pide a “la niña del corazón un poco más” con ese tono que parece que la música le duele y en las dos pantallas de los extremos del escenario que nos transbordan a esas callejoneadas con las que Guanajuato se hizo famoso. La sucursal del dolor se ha instalado en la garganta de ese hombre, y los que no han alcanzado un lugar en las sillas patrocinadas por una empresa refresquera se sientan en el suelo del extremo izquierdo, pero no paran los aplausos ni esa guitarra, ni esa flauta dulce, y esperemos que tampoco la noche.

A esta hora el jueves de FIL tiene taquicardias y está a punto de morir mientras el joven que está impidiendo el paso en las escaleras de un balcón montado dice que nadie pasa porque esas sillas son para los invitados de Castilla y León, y don Enrique le dice en un español muy mexicano que “si siguen haciendo esos favoritismos lo que va a pasar es que ya nadie querrá venir a esos espectáculos que están bien chidos”.

El escenario se cubre de luces naranjas, y la canción de la que pocos podrían entender la letra a tanto grito de dolor, o de gozo, es más un lugar donde la danza de Mayte y ese hombre que la rodea y que desconocemos el nombre, se pasean. La noche ha sido española pero los gritos de las mexicanas por ese hombre que acaricia el aire han hecho que las taquicardias del flamenco se roben las pasiones tapatías.

Lo han conseguido, el sonido de los aplausos han matado el ritmo de sus pies. Misión cumplida.


EL INFORMADOR/ OMAR G. SANTIAGO

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