''Mitos e historias de la Casa del Agua'' ofrece historia sobre Rivera

CIUDAD DE MÉXICO (31/JUL/2011).- La historia del Museo Diego Rivera Anahucalli, la del muralista y la colección de piezas prehispánicas que resguarda ese recinto, narrado por personajes como el propio Diego Rivera, la Coatlicue y Tlaloque, es lo que ofrece la visita guiada 'Mitos e historias de la Casa del Agua'.  

Celebrada hoy aquí en ese espacio museístico, se trata de un recorrido dramatizado por los enigmáticos espacios de la también llamada ‘Casa del Anáhuac’, conducido por actores profesionales de la Compañía de Teatro Clásico Juana de Asbaje, bajo la dirección de Oscar Ulises Cancino.  

En este recorrido, el público conoce a personajes reales y míticos de la historia de México, como el célebre muralista Diego Rivera, el fotógrafo de cine, Gabriel Figueroa, una hermosa modelo indígena del pintor Rivera y dos peculiares personajes de la mitología mesoamericana: la diosa Coatlicue y un Tlaloque, ayudante de Tlaloc, dios de la lluvia y la fertilidad.  

Cada uno de ellos conducen al visitante en un viaje inolvidable por los recintos en penumbra del inframundo, por las habitaciones del mundo terrenal y por los luminosos espacios del supramundo, para mostrarle la magnífica exposición de dos mil piezas de arte mesoamericano, que forman parte de la cuantiosa colección prehispánica del pintor mexicano y para narrar, algunas de la historias que hacen referencia a la edificación de este recinto.  

Recorrido de poco más de una hora para un grupo de 40 personas y con un costo de 60 pesos, abarca del periodo Preclásico y culmina con el Postclásico.  

Comienza en la explanada de ese espacio cultural, donde dos actores de la citada compañía, caracterizan a Diego Rivera y Gabriel Figueroa, este último entrevistando al muralista sobre su vida. Enseguida, Rivera hace una breve introducción sobre el concepto del arte.  

Ambos avanzan hacia el recinto y Rivera toma la palabra para explicar porqué realizó el Anahucalli; un espacio que cuyo propósito no sólo fue crear el simple espacio, sino un recinto que permitiera difundir la historia prehispánica en contenidos y arquitectura.  

Al ingresar, aparece un indito, un personaje que le vendía piezas arqueológicas a Rivera, y quien explica que al pintor no le interesaba saber si las esculturas eran o no originales, sino que dichas obras eran producidas por la misma cultura.  

Enseguida aparece la Coatlicue, diosa de la Tierra y Fertilidad, quien lleva al visitante por la planta baja del recinto, donde explica las diferentes piezas prehispánicas que ahí se muestran, producto de la producción mesoamericana.  

El recorrido lo continúa ‘Tlaloque’, ayudante del dios Tlaloc, quien narra como produce la lluvia, a partir de mitos.  

Al subir al segundo piso aparece una de las modelos de Diego Rivera, para introducirnos al muralista, y contar las diferentes creaciones artísticas del pintor.  

La parte final del recorrido lo cuenta de nuevo Rivera en el  último piso, donde se ubica en el periodo postclásico.  

Para Alfredo Hernández Murillo, promotor cultural de la Compañía de Teatro Clásico Juana de Asbaje, se trata de una visita a través de la cual ‘vamos a conocer a Diego Rivera, a un hombre comprometido con divulgar la cultura indígena’.  

'Buscamos la comprensión del espacio, junto con uss colecciones, que el público se dé cuenta como es que un hombre como Rivera, recabó una colección de 50 mil piezas prehispánicas, y porqué se empeño en dar a conocer a estas culturas.  

'También queremos que el visitante mexicano o extranjero, pueda comprender el valor de estas manifestaciones cultural