Mi vida ha servido de algo: Fernando González Gortázar

GUADALAJARA, JALISCO (07/DIC/2013).-A dieta de palabrería, y en las costas del final de la presentación del libro Resumen del Fuego, el arquitecto Fernando González Gortázar dijo que, mientras los participantes hablaban, él se preguntó si su vida sirvió de algo.

"Ha servido de algo. Ha servido para estar aquí, gracias", dijo González Gortázar y guardó silencio. Entonces el Salón 5 de Expo Guadalajara se llenó del tronido de los aplausos.

Durante la presentación del libro, que comenzó a las 12:00 horas, la escritora Silvia Eugenia Castillero destacó que la obra arquitectónica y escultórica de González Gortázar "encara el más allá, lo inconmensurable, lo insólito, lo incomprensible, pero lo hace desde la simplicidad de las formas básicas, líneas, polígonos. Cada volumen creado por Fernando es un acotamiento a la eternidad".

La poeta dijo que la obra urbana del arquitecto, poseedora de una fuerza interior conciliadora, eficaz y propulsora, dota de sentido a la ciudad, al camino y al bosque.

La obra

"González Gortázar crea formas naturales. Desde ellas brotan agua, espinas, mares diversos, selvas, montañas, llanuras. Ha esculpido por el mundo acantilados que celebran la forma, el encuentro con el agua, construidos en medio de avenidas, y los peatones sin más se los encuentran como un advenimiento, tal es el caso de la Fuente de la Hermana Agua, aquí en Guadalajara".

Sostuvo que en Resumen del Fuego, donde se glosa la exposición con el mismo nombre que ha reinaugurado al Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA), queda explícito que la arquitectura y la escultura de González Gortázar "poseen un sentido ético, una realización social, ya que se trata de obra plástica pública, con un claro anhelo de transformación integral del entorno y una explicita vocación utópica".

Por su parte, Xavier Guzmán Urbiola, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM), resaltó que el libro es un catálogo gigantesco sobre la espléndida obra de González Gortázar.

"El libro es descomunal por la cantidad de información que contiene: planos, bocetos, fotos testimoniales, fotos de la obra, testimonios del mismo Fernando, una espléndida cronología, y cuatro textos básicos: el de Daniel Garza Usabiaga, el de Eugenia Macías, el de José Luis Merino, y uno de Carlos Mijares Bracho".

Enfatizó que el texto de Garza Usabiaga, complemento del de Macías, es la parte reflexiva de la exposición: "Él observa una consistencia en el trabajo de Fernando en torno a la arquitectura y escultura que debe de observarse, irse, traspasarse, de manera dinámica. Observa otra consistencia en el uso y fundamento de la geometría para su trabajo escultórico".

Agregó que a lo largo del libro se ve reflejado cómo, de manera progresiva, la geometría utilizada por González Gortázar adquiere un toque de sensualidad.

El arquitecto Mario Schjetnan comentó que la importancia del libro radica en que la obra del arquitecto se conserve en el tiempo y se valore a nivel público.

"Mucho añade al conocimiento, valoración, estudio y a la preservación de su obra. Este es un libro que hay que ver, hay que hojear, hay que analizar y, sobre todo, hay que leer, incluyendo todos los escritos que tiene".

EL INFORMADOR / GONZÁLO JAÚREGUI