Sábado, 23 de Noviembre 2024
Cultura | Editoriales universitarias desconocen cuánto venden

Más allá de la página impresa

Los libros electrónicos han comenzado a instalarse en el mercado editorial, pero, además, en las vidas diarias de muchos lectores

Por: EL INFORMADOR

El libro electrónico es una publicación digitalizada, texto que tiene como soporte un archivo electrónico. INFORMADOR  /

El libro electrónico es una publicación digitalizada, texto que tiene como soporte un archivo electrónico. INFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (30/NOV/2010).- Desde hace más de 500 años la humanidad ha leído libros impresos. Con la invención de la imprenta se modificó la forma de leer: pasó de ser masiva, porque había pocos libros y pocos alfabetizados y se aglomeraban para escuchar, a ser personal y silenciosa. Hoy, con las nuevas tecnologías, la lectura nuevamente está en metamorfosis: se lee a través de pantallas, ya sean computadoras, tabletas o celulares, entre otros, lo que permite ir más allá de la página impresa.

Algunas investigaciones “reflejan una tendencia a que las jóvenes generaciones están más acostumbradas a leer en pantalla que las anteriores”, apunta Roberto Igarza, consultor nacional e internacional en programas gubernamentales de educación digital y consultor editorial y de empresas de medios en estrategias digitales.

Si bien hay indagaciones que identifican a la lectura digital como 25 por ciento más lenta, es porque ésta se realiza en sitios webs tradicionales: “Hay una diferencia notable entre lo que significa leer en un sitio web y lo que es leer un contenido digital preparado ad hoc, o en condiciones de ser leído en pantalla, pero que no necesariamente se enmarque en un sitio web tradicional”, señala el investigador, y resalta que, cuando se trata de un libro electrónico, las diferencias no son tan grandes.

Además, para Hilda Hernández, directora editorial del ITESO, se deja la estructura de la lectura lineal: “En un libro, lees de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo; con las nuevas tecnologías, el proceso de lectura es como de descubrimiento de una pantalla a otra, de un clic a otro, que te lleva a otro nivel; como de contenidos estructurados hacia adentro, y puedes avanzar de una manera no lineal”.

Los contenidos multimedia, que incorporan la escritura con lo visual y lo sonoro, permiten ir más allá de la tinta.

Con el libro electrónico o eBook se está dando otro cambio en los procesos, no sólo de lectura, sino también de escritura, que en algunas ocasiones también deja de ser individual, porque la tecnología está en el medio y da la posibilidad formar parte en el proceso de construcción colectiva.

“Hay experimentos de novelas donde se lanza el principio de un capítulo y lo continúa la globalidad, quien esté interesado, y luego lo continúa otro y otro. El proceso de escritura, en términos culturales, está cambiando y deja de ser un proceso individual”, dice Hilda Hernández.

De la tinta al pixel

Del mismo modo que hay libros impresos infantiles llenos de figuras, libros escolares con actividades y actitudes que demandan al lector con una actitud propositiva, libros ensayísticos que requieren reflexión, libros de autoayuda que piden tal vez una menor dedicación cognitiva… del mismo modo hay que ver el universo digital.

“No debería pensarse en el universo digital como un universo diferente. Es un universo que refleja de algún modo la misma bibliodiversidad que refleja el libro impreso. Dicho esto, tampoco podemos decir entonces que el eBook puede estar dirigido a una parte de la población en particular, ya que depende mucho de cómo sean elaborados, qué contenido tengan, cuánta multimediatización hayan incorporado y cuánto el estilo de redacción se ajuste a los dispositivos de lectura”, expone Roberto Igarza.

El formato sí importa

Así como hay una gran diversidad en el mundo del libro impreso, esa diversidad se ve reflejada en el contenido digital en los libros electrónicos, explica el investigador: “En ese sentido, no hay y tal vez no haya un único formato que pueda resolver esa diversidad ajustada a la nueva realidad de las pantallas; digo: probablemente el hecho de que exista una pluralidad de pantallas de explotación posibles ha hecho que para ciertos textos el EPUB (un formato electrónico de libro digital que permite adaptar el contenido a diversos tamaños de pantalla) resulte sumamente conveniente, vinculado básicamente con su capacidad de adaptación flexible cuando el texto lo permite, a diferencia del PDF (un formato “portátil” que produce archivos más ligeros), que propone una rigidez extrema”.

Aun así, el PDF tiene una capacidad de multimediatización que no tiene el EPUB, por lo menos en las versiones actuales, y esa diferencia notable entre uno y otro reconoce, de algún modo, las diferencias que se dan en papel.

En papel se plasma tanto un texto ensayístico como literatura ligera, un texto fluido con alguna tabla o un esquema variado que está constituido de una línea continua de texto, mientras que hay otros libros que reflejan multiplicidad de imagen, referencias múltiples, esquemas diversos, colores, etcétera. El EPUB carece de la capacidad de reproducirlo, cuando, por el contrario, el PDF sí permite incrustar video o insertar audio.

La sutilidad de esta “tecnología blanda” mejora significativamente para hacer una experiencia de lectura de mayor empatía con el usuario, quien espera del libro electrónico mucho más que una versión digital del libro-papel: “El usuario sabe que el libro digital puede ser mucho más que un libro-papel: sabe que puede expandirse al infinito, incorporar comentarios que pueden reflejar la diversidad de lectores, que puede poner simultáneamente a sus lectores en una única plataforma y que esto termina reflejado en un texto común donde existe un autor y una cantidad de comentaristas que, en algunos casos, pueden enriquecer significativamente el texto original”, dice Igarza.

Poca oferta de títulos para eBook


Más allá de discutir si debería haber un formato único para los libros electrónicos, uno de los problemas de eBook, para el investigador Roberto Igarza, es que la industria no esté produciendo al nivel de la expectativa: “Es probable que la demanda hoy esté muy lejos de lo que la oferta parece proponerle, ése es el primer punto. El segundo punto tiene que ver con lo que los libros digitales podrían ofrecer y probablemente las primeras versiones no lo ofrezcan, que es esta capacidad para convertir la lectura en comunicación”.

Editoriales universitarias desconocen cuántos libros venden


Las editoriales universitarias hacen un esfuerzo muy grande para elaborar un libro. Las dificultades van desde el material a publicar hasta cómo distribuir y, sobre todo, la falta de recursos económicos. El medio digital es una ventana abierta para estas editoriales.

El trabajo de la edición universitaria se realiza en medio de muchas carencias. En la investigación realizada por Hilda Hernández, coordinadora nacional de la red Al Texto de editoriales universitarias y académicas de México, aparece que un porcentaje alto se queja de no tener personal suficiente para el trabajo editorial: 70 opr ciento dice que no tiene personal para distribución y comercialización y los que tienen, alrededor de 80 por ciento, dicen que su personal de comercialización no está capacitado.

“La gran parte de las universidades no saben ni cuánto venden: saben cuánto publican, pero no cuánto venden. De lo que tengo registrado, muchas venden muy poquitito y, en términos generales, todas vendemos 10 por ciento de nuestro inventario. Las editoriales universitarias que registran ventas mayores venden 20 por ciento de su inventario, pero son las que publican 100 o más novedades al año”.

En la indagación participaron 46 universidades del país, desde la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hasta los centros de investigación del Conacyt, como El Colegio de México y El Colegio de la Frontera Norte, además de universidades públicas de los estados, como la UAM, la UdeG y las universidades privadas que también registran producción editorial.

En las editoriales universitarias, el camino a la digitalización apenas comienza.

Todo está empezando por el PDF. Según Hilda Hernández, investigaciones recientes muestran que 15 por ciento de las universidades está empezando a digitalizar sus libros. “El mayor avance se ve en el campo de las revistas académicas, sobre todo en las revistas especializadas o científicas: 20 por ciento tiene sus revistas en un medio electrónico”.

Al quitarle la materialidad del papel, se puede distribuir electrónicamente y en forma focalizada, y se reducirían enormemente los costos: “Digamos: si habíamos soñado una vez con algo, pues aquí está”.

Ventajas del libro electrónico

Para el lector


El libro se puede descargar de Internet en cualquier momento y lugar.

Puede llevar y tener una biblioteca en la computadora personal o en un eReader.

El ahorro es entre 30 por ciento y 50 por ciento con respecto a una edición impresa.

Hay opciones de lectura gratuita.

Con Internet, está la posibilidad de descarga sin límite de horario.

Desventajas


La edición electrónica no puede copiarse ni imprimirse.

La oferta aún es escasa.

Para la editorial digital

La distribución y alcance de una obra puede ser a escala mundial.

Ahorro en materiales, impresión, almacenamiento y distribución.

No existen los excedentes de stock; es decir: si una obra no se vende, no hay riesgos.

El lector decide el éxito de una obra y no la publicidad.

Para el autor


Hay editoras electrónicas dispuestas a publicar obras sin que éstas pasen por el Consejo Editorial.

La distribución y alcance de una obra puede ser a escala mundial.

Se garantiza el derecho de autor con los formatos establecidos, pues no pueden copiarse ni imprimirse.

El editor no alterará el contenido del libro bajo ninguna forma, excepto expresa autorización del autor.

Un autor novel puede publicar su obra sin pasar por el análisis comercial.

Desventaja


La obra puede ser “colgada” en Internet para su descarga sin autorización del autor.

¿Qué es un libro electrónico?


El libro electrónico es una publicación digitalizada, es decir, un texto que tiene como soporte un archivo electrónico en vez de papel. Se le denomina también eBook o libro digital.

Los libros digitales pueden ser leídos en una computadora o en dispositivos portátiles (eReader). En todos los casos es necesario contar con un programa lector; los dos más populares son Microsoft Reader y Adobe Acrobat Reader, y permiten funciones como mejorar la definición de la tipografía, resaltar partes del texto, incluir comentarios o dar vuelta las páginas.

Los libros electrónicos vienen en varios formatos; los más usuales son: PDF, LIT y EPUB. Con Adobe Acrobat puede leer archivos de formato PDF, mientras que Microsoft lee LIT (que sigue la norma Open eBook). Pero también existen convertidores que se ofrecen de forma gratuita en la web; así se logra transformar archivos de Word y HTML a Reader.

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