Marissa Jiménez, en la madurez danzante

GUADALAJARA, JALISCO (13/JUL/2012).- La bailarina tapatía Marissa Jiménez Barragán regresa a Guadalajara, no para quedarse, sino para bailar sobre las tablas que la proyectaron como una de las mexicanas más importantes en la historia del ballet nacional.

El sábado por la noche engalana al Teatro Degollado dentro de la octava edición de la Muestra Internacional de Danza 2012; su experiencia y carácter sobre el escenario la proyectan como una bailarina constante y siempre entregada al movimiento.

De la mano de la maestra Doris Topete, Marissa Jiménez Barragán comenzó su formación en el ballet clásico a los cinco años de edad; hoy, la disciplina que adquirió por su instinto pasional y que la llevó a formar parte de la Ópera de Berlín, la retornan a la Perla Tapatía para realizar una exhibición de Gamzatti, una variación de las piezas más clásicas y tradicionales del ballet clásico: Bayadere.

Marissa se dice afortunada, y no por suerte. El trabajo y dedicación de años le abrieron las puertas a un mundo considerado inalcanzable por algunos, el integrarse -a los 16 años de edad- a las esferas internacionales de ballet gracias a una beca que ganó en la Escuela de Ballet de Hamburgo, en Alemania.

Durante tres años, Marissa se preparó, y como esponja absorbió cada uno de los conocimientos otorgados en la nación alemana, para así formar parte de la compañía de la misma ciudad.

Haciendo un giro al pasado, Marissa recuerda sus primeros pasos, concursos, festivales y cursos. Festeja la iniciativa de Doris Topete por emprender una plataforma de apoyo e impulso a las actuales y venideras generaciones de bailarines en la Muestra Internacional de Danza de Guadalajara.

"Estoy orgullosa, en mis tiempos no había este tipo de actividades, y me pone contenta el saber que ahora se impulsa a la danza y la cultura, sobre todo de que los niños tengan la oportunidad de bailar lo que les gusta (...) ahora las academias apoyan demasiado, las niñas y niños tienen mucho potencial, les gusta y siguen en la disciplina hasta el final y que vean a que los mexicanos estamos afuera (bailando en otros países) y triunfando; es un gran ejemplo para ellos sigan luchando por sus sueños".

Marissa, quien forma parte del cuerpo de baile en la Ópera de Berlín -donde también está la mexicana Elisa Carillo- no se considera un mesías en el ballet mexicano. Sabe que tiene potencial y gracias para serlo, pero "todavía me falta crecer como bailarina, un poco", comenta entre risas la joven de cabellos rizados.

Teatro Degollado: sábado 14 y domingo 15 de julio a las 20:00 y 18:00 horas, respectivamente. Acceso: de 60 a 200 pesos por persona.

EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ