Marionetas parodian a la TV

GUADALAJARA, JALISCO (01/JUL/2012).- En este reality show se buscan artistas pasados de moda para relanzarlos a la fama. Aunque su conductor, Tulio Triviño, está un poco cansado de la televisión —luego de haber concluido su célebre noticiero para marionetas 31 Minutos— decide no defraudar a sus fans e inicia el show Resucitando una Estrella.

Tres, dos, uno: “Aplausos”, se lee en la pantalla montada a un costado de la gran televisión de cartón por donde se asoman los personajes de esta historia. Los primeros en aparecer son los honorables miembros del jurado, presentados por Tulio Triviño: el reportero estrella, Juan Carlos Bodoque; la pelusa, Guaripolo; y la sobrina cursi de Tulio, Patana Tufillo.

Uno a uno, los títeres antes famosos se presentan en video-cápsulas —que el público en el Teatro Experimental observa a través de la pantalla— y a continuación, aparecen en vivo para realizar su número musical y pelear por el gran premio Tulio Triviño de malvavisco.

Una cápsula con la opinión de otras marionetas acerca de Chascoberto, introduce al primer participante del programa: un artista que comenzó a perder su popularidad cuando decidió tomar las tijeras y convertirse en su propio peluquero. Con una canción, Chascoberto cuenta al público los grandes problemas que lo anterior le ocasionó.

Toca el turno después a Flor Juanina y su muñeca parlanchina, que aunque se presentan en pantalla, no pudieron llegar al set. Así es que el productor, guionista y asistente de Tulio, Juanín Juan Harry, debe hacerse pasar por la concursante ausente en la interpretación de Mi muñeca me habló.

En Baila sin César, los LLUEHHHB, también conocidos como Latidos Latinos Urbanos Emergentes Hip Hop Hermano Brother, hacen gala de sus mejores pasos para ganar la contienda, mientras César reclama que lo dejen bailar.

Participan también Freddy Turbina, un títere obsesionado con su bicicleta; Arsenio Fumarola, un gran imitador de voces y sonidos; el ratón Carlitos, que quiere ser poeta y se convierte en el blanco de las burlas de los demás; John Quijada, dentista y cantautor del éxito Diente Blanco; y el pato Tengo Miedo, quien sorprende a todos con su impresionante voz de tenor.

Al finalizar cada número musical, los jueces examinan a los participantes y dan su fallo, a la manera en que se hiciera en programas de televisión como American Idol y La Academia.

La parodia a la televisión por parte de Tulio Triviño y sus amigos, comenzó en 2003 con la serie televisiva chilena 31 Minutos, donde se hacía referencia a un noticiero que se transmitió en ese país en los años ochenta. Ahora, en su versión para teatro, el espectáculo Resucitando una Estrella sigue arrancando las carcajadas de chicos y grandes. Después de 150 funciones en el Distrito Federal, el montaje fue estrenado en Guadalajara este sábado 30 de junio.

La puesta en escena es dirigida por Álvaro Díaz.