Manifestantes armados con 'cacahuates' no llegan a la FIL

GUADALAJARA, JALISCO (30/NOV/2013).- Armados con 'cacahuates', porque fue lo único que dijeron que les dejó el gobierno, un grupo de manifestantes intentó llevar sus protestas al ausente Presidente Enrique Peña Nieto que no llegó a la inauguración de la Feria Internacional del Libro ( FIL) de Guadalajara este sábado. A este grupo se sumó uno más pequeño pero más enérgico que rechazaba la representación del país invitado, Israel, la reforma energética y la represión hacia las manifestaciones además de llamar a recordar el 1 de diciembre de 2012, cuando manifestantes repudiaron en distintas ciudades del país la llegada de PRI al poder.
 
La asistencia a la FIL fue concurrida pero tranquila durante la mañana de este sábado a la inauguración de la feria. Alrededor de Expo Guadalajara se instalaron vallas y se controló el flujo vehicular en avenida de Las Rosas; Mariano Otero estaba cargada de tráfico por el constante arribo de personas.
 
Las autoridades estaban atentas a la posibilidad de alguna manifestación que intentara recordar los hechos en Guadalajara en 2012, cuando integrantes del grupo #YoSoy132 fueron cercados y detenidos por policías de Guadalajara frente a la Expo al intentar llevar su manifestación a ese sitio, detenciones que le merecieron a la corporación tapatía recomendaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos por violaciones a las garantías de una veintena de jóvenes.
 
Minutos antes de la una de la tarde, alrededor de 40 ancianos encabezados por Gilberto Parra y diez jóvenes integrantes del Frente Amplio se congregaron en el parque de Las Estrellas para marchar de ahí unos cientos de metros hacia las instalaciones de la Expo.
 
El contingente partió hacia las 13:00 horas a paso lento con mantas y pancartas, cada uno con sus exigencias: "El gobierno gringo nos encueró, el gobierno mexicano nos defraudó", decían los carteles de los ex braceros; "Frente Amplio contra la privatización de la industria energética", se leía en las de los jóvenes.
 
Las autoridades reaccionaron de inmediato: policías estatales y elementos federales cargaron con las vallas a unos cien metros al norte de Las Rosas sobre Mariano Otero y las colocaron a todo lo ancho de la vialidad. Los transeúntes y automovilistas que iban de un lado a otro interrumpieron su camino.
 
Los vehículos tuvieron que retornar en este punto y la Policía Vial desvió la circulación de ambos sentidos de Mariano Otero. Los manifestantes se deslindaron de tal acción: "No teníamos ninguna intención de bloquear esta avenida, íbamos a hacer una protesta pacífica en la banqueta, ellos son los que cerraron completamente", dijo Armando Bañuelos, integrante del Frente Amplio.
 
Su protesta era contra la privatización de la industria energética y, para aprovechar la visita de Israel, su repudio ante su gobierno: "Un país que se ha distinguido por ser el principal violador de los derechos humanos a nivel mundial ahora en visita en Guadalajara no lo íbamos a dejar pasar desapercibido".
 
Los adultos mayores esperaban que Peña Nieto arribara a la FIL para demandar que continuara la entrega de los 32 mil pesos que el gobierno federal debía dar a los ex braceros, según se acordó en la administración de Felipe Calderón, como especie de pago por la retención de una proporción de los salarios de los mexicanos que trabajaron en los campos de Estados Unidos entre 1942 y 1948 y que nunca se les devolvieron al concluir el programa.
 
Y sin importar que el 80% de los manifestantes era de adultos mayores ataviados con carrilleras de cacahuates, dos contingentes que sumaban cerca de 50 antimotines arribaron al sitio, listos ante cualquier acto violento de los ancianos y la decena de jóvenes que aseguraron que no caerían en provocaciones. Y no lo hicieron, pese a que un sujeto del otro lado los llamó desocupados y les pidió que se pusieran a trabajar.
 
Lo que quedó a los manifestantes fue vociferar con un altoparlante críticas y denostaciones en contra de los policías y los funcionarios que interrumpieron la trayectoria de la manifestación: "¡Ustedes de uniforme y ustedes de traje van a decidir de qué lado están, si están del lado del pueblo, si están del lado de los miserables y gordos que reciben aguinaldos de un millón de pesos!".
 
Poco después de media hora la manifestación se retiró al mismo paso lento en que llegó, ante las risas de los policías estatales que resguardaban las vallas, que se jactaban de que tomaron fotos de los manifestantes y fantaseaban sobre lo que hubiera ocurrido si hubieran intentado voltear las vallas los 40 ancianos y diez jóvenes, grupo por el que las autoridades no retiraron en bloqueo de la avenida sino hasta media hora después.