Miércoles, 27 de Noviembre 2024
Cultura | Publicaciones independientes

Lucha por la supervivencia de las revistas culturales

La falta de una base comercial y una buena distribución son las causas principales de la desaparición de los proyectos editoriales

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- El amor no es suficiente para mantener en pie los proyectos y menos cuando se trata de publicaciones culturales independientes que requieren de planeación estratégica de negocios, una base comercial eficiente y diversos canales de distribución, según coinciden en señalar los directores y editores de algunas revistas nacidas en Guadalajara y otras con talento tapatío, como KY, Replicante, Reverso, La voz de la esfinge, Manos Libres, Papalotzi, Va de Nuez, Numen y el periódico La Manzana.

Para el editor de Replicante, Rogelio Villareal, y para el director de KY, David Izazaga, la cantidad de revistas en la capital jalisciense deja mucho que desear si se compara con el número de publicaciones que circulan en Buenos Aires (Argentina) o en Bogotá (Colombia), donde existe una mayor presencia de productos culturales independientes.

"En una primera instancia parece que hay demasiadas revistas, pero no es así, ya que algunas van y vienen. Estuve en Buenos Aires el año pasado y era impresionante el número de revistas, de publicaciones de todo tipo, en los puestos de periódicos. Era envidiable, porque es algo que no sucede aquí", comenta Villareal.

Para el director de KY, la cantidad de revistas culturales circulantes no es suficiente, aunque asegura que se vive una buena época. "Pero no podemos ocultar que a la gente no le gusta leer. Hay un buen futuro en el medio editorial, aunque nos quedamos cortos si nos comparamos con ciudades como Bogotá, que nos lleva mucho camino andado".

Distribución

Ambos profesionales del ámbito editorial coinciden en atribuir a la base comercial y a la distribución el éxito de las publicaciones independientes.

"Una revista no es diferente a cualquier otro producto, todo el esfuerzo tiene que estar apalancado de lo comercial, debe existir una maquinaria atrás", expone el director de KY.

Para el editor de Replicante, todavía existen muchos prejuicios en el ámbito de la literatura, como el temor a competir en las grandes cadenas y librerías: "Hay que enfrentar el reto de ser leídos en todo el país".

Asegura también que en el tema de la circulación existe un ambiente hostil. "Hay distribuidoras importantes que deciden si quieren la revista o no. Se tienen que buscar espacios, tratar de meterse a Gandhi, al Fondo de Cultura Económica. En este país donde no hay librerías es necesario buscar otras alternativas, por ejemplo, en Ciudad Victoria (Tamaulipas) no hay una sola librería, por lo que Sanborns es un punto de distribución nos guste o no, se esté o no de acuerdo, pero al menos las personas van ahí a comprar un libro".

Por su carácter gratuito, KY le apuesta a la distribución en universidades, donde se obsequia un 60% del tiraje.

Permanencia

El problema de las revistas culturales es la permanencia, ya que algunas se mantienen del bolsillo de sus creadores o de los anunciantes y otras gracias al apoyo de becas.

En este campo se encuentran las publicaciones auspiciadas por universidades como Luvina, de la Universidad de Guadalajara, y Magis, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), que tienen un futuro económico más claro, ya que es la casa de estudios la que paga los costos y se encarga de la distribución.

En este punto, Villarreal manifiesta que "es difícil sobrevivir, porque se entra al circuito comercial y es ahí donde es difícil capotear los vaivenes del mercado. Me da mucha pena que desaparezca una revista porque cuesta esfuerzo y se invierte mucho trabajo. Me gustaría que esas publicaciones estuvieran circulando por todos lados".
 
El caso de tres títulos

"Replicante"

En su historia, Replicante ha publicado a más de mil colaboradores. En este 2009, cumplió cinco años. Aunque comenzó en la Ciudad de México, su editor se instaló en Guadalajara hace tiempo y desde entonces el sello tapatío está presente en la publicación.

"Desde un principio acordamos que no sería una revista que circulara de mano en mano porque eso no funciona, ni marginal ni contraculturalmente. Creemos que ya no es el momento de jugar al editor contracultural con revistas que terminan en bodegadas que no se venden. Pensamos en hacer una revista de buena calidad con académicos, periodistas, autores reconocidos, narradores, pero también con gente muy joven que se anima a publicar por primera vez, así como con fotógrafos y artistas gráficos", detalla Rogelio Villarreal.

"KY"

A siete números de su nacimiento, el director de KY confiesa que es complicado mantenerse cuando se trata de una revista gratuita. "Es difícil, pero no es algo que no tuviéramos planeado. Sabíamos que en estos primeros 10 meses sería perder", señala David Izazaga.

KY debería costarle al lector entre 30 y 35 pesos, pero la apuesta de sus creadores es que sea gratuita y se pague gracias a los ingresos captados por la publicidad.

Con un tiraje de 10 mil ejemplares, KY crece en planes, entre los que se incluyen la venta de subscripciones y una mayor apuesta a su página de internet, en donde cada mes se podrá escuchar el off de record del cierre de la edición como una manera de entregarle un extra al lector cibernauta.

"La voz de la esfinge"

Actualmente la revista está en una pausa y publicará su último número a finales de noviembre. La voz de la esfinge nació en 1998 como un tríptico literario y en 2000 se convirtió en revista.

Su director, Antonio Marts, explica que este proyecto se financió con recursos del consejo editorial y con becas. La publicación literaria obtuvo en tres ocasiones la Beca para Revistas Independientes Edmundo Valadés.
"Mantenerse implica mucho trabajo y con el paso de las ediciones los miembros van separándose del proyecto. Creo que hace falta dar el paso a la profesionalización, ver la revista como una posibilidad de negocio", afirma Marts.

Los números

Las publicaciones culturales no solo deben enfrentarse a la rentabilidad de su propuesta, sino a la carencia de lectores. Según la Encuesta Nacional de Lectura elaborada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) en 2006, los hábitos de consumo de los mexicanos en el tema de revistas son los siguientes:

- Lecturas

56.4% libros
42% periódicos
39.9% revistas
12.2% historietas

Los periódicos más leídos son los regionales y los nacionales, seguidos de los deportivos, los gratuitos y al final los culturales

- Revistas más leídas

Espectáculos: 39.9%.
Femeninas: 34.6%.
Música: 21.1%.
Información televisiva: 21.0%.
Deportivas: 19.6%.
Cultura, arte y literatura: 16.1%.

- Libros

El promedio de libros leídos en el año es de 2.9, con cifras superiores para los jóvenes de 18 a 22 años (4.2), los mexicanos con educación universitaria (5.1) y los de niveles socioeconómicos medio-alto y alto (7.2).

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