Los retos en la promoción de la lectura

GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/2015).- Es necesario desacralizar las bibliotecas del país para que se conviertan en espacio de construcción social. Este fue uno de los temas sobre los que se discutió en el debate organizado por EL INFORMADOR y que se llevó a cabo en el stand de Grupo Planeta en la FIL. Myriam Vidriales, directora de comunicación de la editorial, dijo que la biblioteca pública como espacio de construcción social en México no existe. Es un lugar para ir a hacer las tareas, para consultar el internet, donde sólo llegan las novedades que están suscritas al interés del plan educativo en turno.

Tessie Solinís, encargada del Área que fomenta la lectura en niños y jóvenes de la Biblioteca Pública del Estado “Juan José Arreola”, destacó que en este espacio se han hecho esfuerzos para que los alumnos que acuden desde hace tres años a dormir o a utilizar el internet gratis se interesen por los libros; sin embargo, en su opinión es necesario que en las escuelas se lleven a cabo acciones que les disparen el gusto por esta actividad.

Miguel Ángel de León, promotor de lectura y maestro del Sistema de Universidad Virtual de la UdeG (SUV), acentuó que es importante que la biblioteca se vuelva un espacio en el que se ejerza la lectura con libertad. Dijo que es imprescindible crear un programa de préstamo externo en todas las bibliotecas, pues hay espacios en los que ya se están comprando sagas para atraer a los jóvenes, pero éstos no se pueden llevar el libro a su casa.

El coordinador de Educación Básica de la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ), Víctor Manuel Sandoval Aranda, resaltó que se tiene que trabajar en la accesibilidad de las bibliotecas. El funcionario añadió que durante mucho tiempo el sistema educativo preservó niveles de lectura que únicamente buscaban que el alumno supiera descifrar signos y responder cuestionarios o exámenes, sin poner el acento en el gozo de la lectura por placer.

El sistema educativo, el enemigo

Para Myriam Vidriales el gran enemigo de la promoción de la lectura en México ha sido el sistema educativo, que no ha priorizado a la lectura como una actividad que incentiva la creación, la libertad, la imaginación y la formación ciudadana.

Con 15 años en el mundo de los libros, Vidriales destacó que es importante cuidar a la generación de jóvenes lectores que ha surgido gracias a los esfuerzos de los promotores de lectura y de ferias como la FIL: “Nosotros como editores tenemos que entender lo que quieren y ahí vamos a ir de la mano. Ellos van a evolucionar y van a brincar a otros temas que les interesen, que les muevan y que tengan que ver con su realidad. Hay una tentación muy fuerte de satanizar lo que la gente lea. Que la gente lea lo que quiera, lo que le guste, lo que le entretenga”.

Miguel Ángel de León, del SUV, dijo que las escuelas no han creado un espacio simbólico para la lectura, sino uno curricular que obliga a los alumnos a leer libros y generar resúmenes que los desmotivan. Agregó que los programas de estudio del nivel básico se centran en las herramientas de comprensión de la lectura, una forma utilitaria que no provoca amantes de esta actividad.

Para Tessie Solinís, una de las estrategias para que los niños generen el gusto por la lectura, que puede formarlos en los ámbitos de ciudadanía y respeto a los derechos humanos, entre otros temas, es que los padres vayan a las escuelas y lean en el salón de clases.

Víctor Manuel Sandoval Aranda, de la SEJ, subrayó que la lectura debe ser un ejercicio de libertad donde el alumno pueda consultar textos diversos, pero aceptó que para que esto pueda darse con más facilidad, deben participar padres, maestros y promotores.