Sábado, 30 de Noviembre 2024
Cultura | La única regla es que en los textos llevados a escena prevalezca la esperanza

Los niños también son espectadores: Jasmine Dubé

''Los niños viven al mismo tiempo las mismas situaciones que nosotros'', señala

Por: EL INFORMADOR

Jasmine Dubé es egresada de la Escuela Nacional de Teatro de Canadá.  /

Jasmine Dubé es egresada de la Escuela Nacional de Teatro de Canadá. /

GUADALAJARA, JALISCO (15/JUN/2012).- Jasmine Dubé está convencida de que todas las temáticas pueden ser abordadas en el teatro para niños. La única regla -afirmó la dramaturga, actriz y directora especializada en el pequeño público-- es que en los textos llevados a escena prevalezca la esperanza, "porque no tenemos derecho a quitárselas".

Ya en sus comienzos en la dramaturgia, a principios de los ochenta -como contó ella misma en la charla Conociendo a Jasmine Dubé, en el Salón Larva-- Dubé se dedicó a explorar tabúes y a escribir textos de contenidos fuertes.

Su primera obra, Las Bocas Descocidas (1981) -nombre que después tomó su compañía de teatro-- trató sobre el abuso sexual hacia los niños, en parte para separarse de los espectáculos infantiles que había en ese momento en Montreal, únicamente para hacer reír y animar. "Se les hacía preguntas a los niños cuyas respuestas eran muy predecibles; yo sentía que los tomaban por unos tontos", narró la dramaturga.

"Porque los niños viven al mismo tiempo las mismas situaciones que nosotros", continuó, "y es como si cuando uno se dirige a los niños todo tuviera que ser bonito y liso. Como si la palabra sufrimiento no pudiera ir con la niñez".

A pesar de los temores y prejuicios, esa obra fue representada 350 veces en los patios de las escuelas, para padres e hijos. Contó Dubé en Salón Larva, que era muy conmovedor porque en casi cada función había un niño que reportaba haber sufrido una agresión. Fue actuada además en Suiza, Bélgica y Francia, y traducida al inglés.

La quebequense habló de los espectáculos de su compañía que vinieron después, en los que buscó dirigirse a niños más pequeños además de quitarse la etiqueta de "autora con mensaje". Escribió por ejemplo, Pequeño Monstruo (1992), la historia de un papá y su pequeño hijo en un sábado por la mañana, cuando el primero quiere dormir más y el segundo quiere jugar. Es la historia del conflicto y la negociación.

Además de mostrar un hombre tierno y dulce, opuesto a la imagen de los medios masivos de hombres violentos, Dubé empezó a trabajar ahí con las contradicciones entre niños y adultos, porque aunque su trabajo está orientado a los niños, ella sabe que éstos no van solos al teatro. De modo que es una manera en que chicos y grandes se identifiquen con la situación.

"A partir de ahí decidimos que la obra únicamente sería actuada en salas de teatro. Queríamos que los niños estuvieran en butacas confortables y vieran el espectáculo con luces; que fueran considerados como un verdadero espectador, como los adultos. Porque esa es la regla en nuestra compañía, los niños y adultos son iguales, y la relación entre los dos está en el corazón de nuestro trabajo", expresó.

La charla de Jasmine Dubé, traducida simultáneamente por Boris Schoemann, se realizó como parte de las actividades de la Décima Semana Internacional de la Dramaturgia Contemporánea.

Perfil
Jasmine Dubé es egresada de la Escuela Nacional de Teatro de Canadá. Además de actriz, dramaturga y directora, es también novelista y guionista de televisión. Cofundadora y directora artística de Bouches Décousues (Bocas Descocidas). Desde 1986 ha escrito varias obras que han ganado reconocimientos en Quebec y han sido montadas en todo Canadá, Francia y Suiza.

EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL

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