Cultura | Mario Vargas Llosa y Elena Poniatowska llegan al hotel Los grandes de la literatura latinoamericana desfilan en el Hilton Mario Vargas Llosa y Elena Poniatowska llegan a la puerta del hotel, rodeados de un séquito de seguidores Por: EL INFORMADOR 2 de diciembre de 2013 - 14:12 hs Los fans de los literatos les piden autógrafos y fotos al verlos. / GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/2013).- Esta historia puede llamarse El encuentro de dos Premios Cervantes, pero no. Mientras Mario Vargas Llosa deja el Hotel Hilton en una camioneta tinta, Elena Poniatowska llega a la puerta del edificio rodeada de un séquito de seguidores y representantes editoriales. Vestido de traje oscuro, camisa blanca, pulcro, Vargas Llosa firma autógrafos y se deja tomar fotos con los afortunados que están de paso y que lo han reconocido. Porque los que abarrotaron el auditorio Juan Rulfo, por el diálogo entre Mario y el escritor David Grossman, tuvieron que quedarse con las ganas de acercarse. Mario Vargas Llosa se sube a una Suburban tinta de interiores en piel: se va a comer a Tlaquepaque. Sentado en el lugar del copiloto, el Premio Nobel de Literatura tiene panorama abierto de frente y al costado derecho, para atender lo que las calles de la Zona Metropolitana de Guadalajara le quieran decir. Lo que no cuando desfila por los pasillos de la FIL y del Hilton, dentro de una barrera humana que cuando no de seguidores, de amigos escritores y de hombres de seguridad que le tapan el paso. Dice el peruano que no puede describir en una frase lo que es ser escritor. Que su venida a la FIL la vive con mucha alegría, como siempre. Percibió a la gente muy interesada en la charla con Grossman, contenta, y las palabras del escritor israelí le parecieron muy importantes y sensatas. Sólidas. Cuando un lector suyo le pregunta qué recomienda a los jóvenes desenamorados de los libros, suelta un: "Lean, lean. Les va a enriquecer mucho la vida". Apenas los fans de literatos se recuperan de ver a Vargas Llosa, revisan dos y tres veces la foto que se tomaron y cuando voltean a la derecha se acerca Elena Poniatowska. Elenita, la llaman aquí y allá. Para preguntarle por su premio, para platicarle una anécdota que Juan de la Cotona tuvo con su marido, para pedirle fotografía y autógrafo. La escritora parte su capacidad de atención en todos los que puede. Y tiene aunque sea un "gracias" para cada quien. Al osado que burle la barrera de sus acompañantes le planta sus ojos azules enfrente, le escucha y le responde brevemente, para que todos alcancen de su atención. No hay contestación que no dé con una sonrisa. Lo que alcanza a decir es que la FIL es muy "bonita" porque recibe mucho cariño. Que el ambiente es muy "bonito" porque es de puros libros, libros y libros. A Elenita se la lleva su barrera humana. También va a comer a Tlaquepaque. EL INFORMADOR/ MIRIAM PADILLA /ALEJANDRA PEDROZA Temas Literatura Escritores FIL 2013 Lee También DIS celebra más de 25 años de enseñanza con presentación de libro en la FIL Los mejores eventos de entretenimiento del 29 de noviembre al 5 de diciembre de 2024 Karina Barraza presenta “Sombras de otros tiempos” Mario Vargas Llosa visita el bar que inspiró una de sus novelas Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones