Los anteojos de Baskerville

Reunidos desde el miércoles en la ciudad de Sau Paulo, Brasil, durante tres días para participar en el marco del Segundo Encuentro Iberoamericano de Cultura, ministros de cultura de los países iberoamericanos, así como artistas, académicos y promotores culturales, fuimos invitados a formar parte de un debate dedicado a analizar la cultura como transformación social.

El inicio de este segundo encuentro está enmarcado por una iniciativa del Ministerio de Cultura de Brasil denominada Vale Cultura, presentada hace unos días; parte fundamental de una política cultural orientada a fomentar el desarrollo del consumo cultural.

Se trata de una tarjeta magnética con un saldo de 50 reales por mes (equivalentes a 50 pesos) por cada trabajador, para ser utilizados en el consumo de bienes y productos culturales. Con esta iniciativa, el gobierno brasileño busca impulsa las entradas al cine, a los teatros, a los museos, así como la compra de libros, DVD´S o CD´S. Esta política está prevista para los trabajadores que ganen hasta cinco salarios mínimos, quienes aportarán el 10% de su valor, es decir, cinco reales.

Las empresas brasileñas podrán sumarse a esta política de apoyo al consumo cultural, adquiriendo montos adicionales para sus trabajadores y deduciendo un porcentaje de su impuesto sobre la renta.

Lo anterior es parte de lo que en su momento señaló el ahora ex ministro de cultura Gilberto Gil el año pasado, al sostener que la misión del Ministerio de Cultura de Brasil era hacer de la cultura un componente de la canasta básica de los brasileños.

En ese sentido, el actual titular de cultura, Juca Ferreira, ha presentado la iniciativa Vale-Cultura subrayando que es una acción más orientada a popularizar el arte y la cultura, y a fomentar la creación de un nuevo público que posiblemente pasará a formar parte de estas expresiones, entrando así a un nuevo ciclo del acceso a la cultura.

Esta iniciativa es parte del proyecto de nación y sociedad del gobierno del Presidente Lula Da Silva. Además de estar orientado a estimular el consumo y generar sustentabilidad en todo el sistema económico de la cultura, busca abrir posibilidades reales para que los pequeños emprendedores culturales estructuren sus negocios y sean los mismos financiadores de sus actividades.

Se espera que el Vale Cultura incremente de manera significativa la industria cultural brasileña de la que dependen muchas familias, como en muchos otros países.

Otra iniciativa similar es la implementada por el gobierno de Andalucía, España, que otorga un apoyo de 60 euros mensuales (no acumulables), a los jóvenes de 18 años de edad para invertir en cultura. Lo anterior también con el propósito de impulsar la creación de nuevos consumidores culturales.

Por el momento, además de analizar la cultura como transformación social, los ministros de cultura participantes en este encuentro, ya comienzan a considera este tipo de estrategias para fortalecer la industria creativa de la región Iberoamericana.

Aunque cabe destacar que por parte de México no acudió nadie en representación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y no deja de ser lamentable por dos motivos, en primero lugar, por la importancia que tiene nuestro país en la región y en segundo porque el primer Encuentro Iberoamericano de Cultura arrancó precisamente en la Ciudad de México con el tema de la cinematografía y el video.