Los años de Alberto

GUADALAJARA, JALISCO (29/NOV/2011).- Su cumpleaños número 60 será el 7 de diciembre, pero asegura que tiene varios otros motivos para celebrar durante la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara: la presentación de los libros Decir es desear, La página posible y Elogio del insomnio, el lanzamiento de la tipografía Lectura, la redición de El quinteto de Mogador y el número 100 de la revista Artes de México.

“Eso de festejar el cumpleaños de los escritores, siempre me ha parecido inútil, porque el cumpleaños de todo mundo se festeja y no tiene ninguna relación con la obra. Puede uno ser más viejo y escribir menos”, expresó el autor por vía telefónica desde Francia, unos días antes de llegar a Guadalajara.

Ruy Sánchez (Ciudad de México, en 1951) cumple un año más, pero está más activo y explica cada uno de sus proyectores. De El quinteto de Mogador, compuesto por: Los nombres del aire, En los labios del agua, Los jardines secretos de Mogador, Nueve veces el asombro y Las manos del fuego- dice que libros están sueltos, “pero por primera vez tienen el mismo tamaño y diseño. Es como una nueva edición, algunos como Los nombres del aire va en su edición número 29.

De Elogio del insomnio, el autor explica que es un texto que se puede leer en fragmentos, pues presenta “paisajes generados durante el insomnio”. Y Decir es desear es una exploración poética.

“Durante el tiempo que escribí El quinteto de Mogador, esos libros devoraron toda la poesía que escribí, no toda, pero una gran parte. Me puse a reunir poemas como siempre lo he hecho, éste es un pequeño libro, donde están esas exploraciones del deseo, que ya no están en Mogador”. Los dos títulos anteriores están editados por el sello Alfaguara.

Alberto Ruy Sánchez también es el director editorial de Artes de México, cuyo stand en la FIL estará dedicado a la tipografía. “Presentamos una tipografía, que se llama Lectura, fue diseñada por Leonardo Vázquez. Será pública, la podrá usar quien quiera”.

La página posible (Ditoria, 2011) reúne textos sobre la edición y el diseño, “entre ellos el discurso que escribí cuando me dieron el Premio al Mérito Editorial. “La edición para mí es una pasión artesanal, como lo es la escritura. Me considero orgullosamente artesano”.

-¿Qué le dejó el ciclo de Mogador?

-Fueron muchos años de escribir e investigar, sobre todo de escuchar a muchísimas personas hablar sobre el deseo, y además de buscar con esmero una forma literaria, que fuera apropiada para cada una de las historias que fui reuniendo, y hacer con todas ellas una composición. Cada historia funciona sola dentro del libro y después funciona como se quiera. Son en realidad como un caleidoscopio de figuras, que se combina produciendo lo que el lector quiera.

-¿Fueron estas obras las que lo calificaron como un autor erótico?

En el último libro –del ciclo de Mogador-, La mano del fuego, hago un análisis de lo que significa ser escritor erótico, burlándome un poco de eso. Y dejo muy clara cuál es mi posición ante una clasificación tan moralista.

-¿El deseo es el protagonista de su literatura?

-Es el motivo de exploración, no es el personaje.

-¿Es el motor de la vida cotidiana?

No sólo en la vida cotidiana, en la vida pública. Nos movemos por el deseo. La imaginación del deseo es la que nos hace actuar.

-¿Está peleado escribir con editar?

No, ¿por qué?

-Si son dos amores, ¿los divide?

-En la cultura nada nos obliga a ser monogámicos ni monoteístas.

-¿No hay fidelidades?

-No hay monoteísmo, no hay un solo dios, ni un solo amor. La gente que lee un solo libro, eso no es cultura, bueno, es la cultura fundamentalista; lo contrario, la riqueza de la cultura es amar muchos libros, descubrir en ellos muchas maneras de ver la vida.

Elogio del insomnio

“Un libro para el botiquín”

“Cómo Xavier Velasco no puedo venir, yo voy a imitar a Xavier Velasco”, dijo el escritor Alberto Ruy Sánchez, quien se sentó en la silla destinada al autor de Diablo guardián y explicó que su colega se cansó de presentar libros, así que ahora toma un curso de ventriloquia para sus próximas actuaciones en la feria y en otras actividades.

Y mientras el público ríe, Xavier Velasco entra a pasó rápido y es aplaudido por los asistentes a la presentación de Elogio del insomnio (Alfaguara, 2011). Sube a la mesa y su editor anuncia que esta noche, la del lunes 28 de noviembre, es ideal para celebrar el cumpleaños número 60 de Alberto Ruy Sánchez, quien nació el 7 de diciembre de 1951. Ahí, en el Salón 2 de la Expo Guadalajara se anunció la redición de 'El quinteto de Mogador'.

Todas las personas que han pasado la noche en vela por un dolor de muelas o una decepción amorosa tienen la obligación de incluir en su botiquín un libro: 'Elogio del insomnio' (Alfaguara, 2011), dijo Xavier Velasco.

Alberto Ruy Sánchez tomó su libro para destacar la edición del título, que incluye una selección de fotografías.

Por su parte, Xavier Velasco decidió leer un fragmento del nuevo libro del autor de Los jardines secretos de Mogador, mismo que fue aplaudido, incluso se escucharon varios “wow”, entre los asistentes.

“Este libro es una respuesta a una divagación”, expresó el autor de Nueve veces el asombro, quien recordó que a partir de una visita al quiropráctico duerme una hora más y le preocupa que ahora que cumpla 60 años requiera dormir ocho horas.

“Nunca me he preocupado por los géneros ni he escrito para llenar una novela o un poema, escribo sobre lo que necesito decir”, expresó Alberto Ruy Sánchez, quien añadió que “este libro –Elogio del insomnio- está escrito para el insomnio, desde el insomnio”.

El autor de 'Decir' es desear señaló que su soledad está habitada por todo: personajes y lugares. “Lo que hay es un delirio de hacer presente el pasado”, lo cual no significa nostalgia, aclaró el autor.

¿Te da culpa dormir?, pregunta Xavier Velasco. “No me da culpa, pero de repente estoy muy feliz y me da sueño. Es un fastidio”, respondió Alberto Ruy Sánchez. Mientras, los autores hablan, una bebé menor de 10 meses gatea en la alfombra del Salón 2 de la Expo Guadalajara y repente se escuchan sus pequeños gritos, pero deja a madres disfrutar del diálogo entre los autores.

Para Alberto Ruy Sánchez, el olfato es el sentido que mejor envejece y dijo que no recuerda los nombres de las personas, pero sí los olores.

“Cuando uno escribe un libro no lo puede planear”, expresó el autor, quien añadió que el lector invoca al fuego, pero sólo el lector lo enciende e invitó a los asistentes a navegar por los paisajes de Elogio del insomnio. “Este libro está hecho para darme la libertad de navegar”, afirmó Alberto Ruy Sánchez.