Los Anteojos de Baskerville

Revisando los archivos de la revista La Nación del Partido Acción Nacional (PAN) en busca de unas publicaciones de Salvador Novo, encontré otro tipo de información también interesante. Por ejemplo, el número 0 de la revista del 18 de octubre de 1945, en el cual el PAN dedicaba una pequeña sección al arte, aparece un artículo sobre el pintor duranguense Ángel Zárraga, alumno de Santiago Rebull, José María Velasco y Julio Ruelas. Además, una nota sobre el maestro Miguel Bernal Jiménez, quien se disponía a viajar a la capital para una nueva temporada de Tata Vasco. Por esos días, el maestro Bernal había ejecutado su obra Noche en Morelia con la Orquesta Sinfónica de México de Carlos Chávez. Lo anterior, gracias a Manuel Gómez Morín y Miguel Estrada Iturbide, dos grandes figuras de la fundación del PAN en 1939, que antes de darse a la tarea de fundar el partido se dedicaron a impulsar las primeras giras de la orquesta por la república mexicana. En Morelia, el maestro Chávez tuvo el gesto de ceder la batuta al maestro Bernal para ejecutar su brillante composición en su tierra. En una carta enviada por Miguel Estrada Iturbide a Manuel Gómez Morín, fechada el 29 de septiembre de 1942, se puede leer: “Con la presente tenemos mucho gusto de enviar a usted una tarjeta para el concierto de la Sinfónica que, gracias a la intervención de usted se ha podido organizar… Nos daría usted la mayor satisfacción asistiendo, en unión de su familia a ese concierto; especialmente Miguel Bernal se sentiría muy honrado con su presencia”.

Bernal Jiménez fue uno de los músicos más destacados del siglo XX mexicano. Intérprete, director, compositor, maestro, investigador en historia de la música mexicana y escritor. De Morelia a la Ciudad de México y de ahí a la Universidad de Loyola en Nueva Orleans, a estudiar y dirigir la Facultad de Música. Posteriormente, al Instituto Pontificio de Música Sacra de Roma, Italia, a perfeccionar sus estudios y titularse de maestro en composición, doctor en canto gregoriano y concertista de órgano. Dirigió la Escuela Superior de Música Sacra de Morelia, así como el Coro de los Niños Cantores de Morelia que, por cierto, amenizaban las tradicionales cenas de Navidad del PAN, pues Bernal Jiménez era consejero regional del partido en Michoacán. Su militancia política le valió por años el desdén oficialista, pero su genio musical siempre fue mayor. El Congreso del Estado de Michoacán lo declaró hijo predilecto, un homenaje póstumo a su obra. Recibió una cantidad importante de premios y reconocimientos nacionales e internacionales. En 1989, con el ánimo de fomentar la difusión y la enseñanza musical, nació el Festival Internacional de Música de Morelia, una vieja idea del maestro Bernal en su afán por formar un centro musical similar a Salzburgo.
Hoy, en el marco del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, la Orquesta Sinfónica Nacional de Carlos Chávez, luego de su rotundo éxito por Europa en 2009, ha comenzado un atractivo programa con Tocata de Revueltas, el Concierto de violín de Chávez con Cuahutémoc Rivera y la Sinfonía fantástica de Berlioz.

Por su parte, la Compañía de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes arrancará el 11 de febrero con la obra del maestro Miguel Bernal Jiménez Tata Vasco, para celebrar así los 100 años de su natalicio.

En los números subsecuentes de la revista pude leer interesantes secciones de toros, teatro, cine, poesía, convocatorias de concursos de cuento mexicano y finalmente encontré lo que buscaba, las colaboraciones de Salvador Novo Snobismos, firmadas como Snov. Pero esa será otra historia.