Llevan a escena adaptación de la célebre obra 'Macario'

CIUDAD DE MÉXICO (20/OCT/2010).- Con la escenificación de 'Macario', la historia de un campesino que vive obsesionado por su pobreza y por la idea de la muerte, la Casa Guerrerense, ubicada en esta capital, adelantó las celebraciones por el Día de Muertos.  

Bajo la dirección de Tere Ortiz, la obra del dramaturgo y novelista alemán Bruno Traven (1882-1969) fue presentada esta tarde por un elenco formado por nueve actores jubilados de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.  

Se trata de una versión adaptada para todo tipo de público, con la que actores improvisados, en su mayoría adultos mayores, rinden homenaje a dos figuras: el primer actor Ignacio López Tarso, quien protagonizó en 1959 el filme del mismo nombre, bajo la dirección del cineasta Roberto Gavaldón.  

Así como a Enrique Alonso 'Cachirulo', también conocido como el "honorable patriarca del teatro infantil", quien dio a México, a través de una intensa y persistente tarea, un ejemplo de lo que debe ser un verdadero hombre de teatro, disciplinado y entregado.  

'Todos son jubilados y ahora incursionan en el teatro; ésta es su primera obra teatral, sabemos que son actores incipientes pero tiene corazón para hacer las cosas', señaló Tere Ortiz.  

Explicó que se trata de una versión 'cachirulesca', porque está pensada para niños y sus papás, aunque no es una obra totalmente apegada al libro o al filme, pues a diferencia de la cinta, no cuenta con un cementerio improvisado, aunque sí se utilizan los elementos del teatro.  

Según Tere Ortiz, 'Macario' es un clásico que nunca va pasar de moda, sobre todo en vísperas de Día de Muertos.  

'Macario fue una de las películas mexicanas más célebres de su tiempo y la primera cinta de este país en ser nominada al Premio Oscar, en la categoría de mejor película en lengua extranjera', expresó la directora.  

El protagonista de la historia, que es personificado por el actor Antonio Reséndiz, es un campesino que vive obsesionado por su pobreza y por la idea de la muerte.  

Obstinado decide aguantarse el hambre hasta no encontrar un guajolote que se pueda comer él solo. Su mujer roba uno y 'Macario' sale al bosque a comerlo.  

Pero se niega a compartirlo con los singulares personajes que se le aparecen: Dios y el Diablo, pero si lo hace con la Muerte, que agradecida entrega a Macario agua curativa con la que el campesino comenzará a hacer milagros.  

Un tanto excesiva en su refinamiento folclorista, 'Macario' es una de las cintas más disfrutables y destaca como uno de los mejores ejemplos de la Época de Oro del cine mexicano.