Leer, ¿para qué?

GUADALAJARA, JALISCO (28/NOV/2011).- Esta nota no sirve para nada. Después de leerla no habrá ningún cambio orgánico en las personas que pasen sus ojos por estas líneas. Benito Taibo, uno de los principales promotores de lectura en México durante las últimas dos décadas lo ha sintetizado en una frase:  “Leer sólo sirve para lo mismo que sirve un amanecer”. Y tiene razón: leer sirve para: “llorar, reír, amar, gritar, emocionarse, asustarse… Leer sirve para dilatarse, para ensancharse, para darnos experiencias que jamás tendremos, para ampliar nuestra vida y para hacernos creer que esa existencia efímera se prolonga”. Leer es eso y mucho más.

¿Para qué leer?

“Hay que leer lo que sea, pero hay que leer por gusto, nunca por obligación”, dice Juan Domingo Argüelles, un autor mexicano que se ha pasado los primeros 11 años del siglo tratando de explicar que las escuelas, más que ayudar a acercar la lectura a los alumnos, han “vacunado” a muchos jóvenes contra el placer de la lectura a los jóvenes.

“Leemos porque buscamos ser libres, porque queremos vivir otro mundo que no es el nuestro, porque tenemos una imaginación que alimentar”, y en un hablar pausado cita una frase que ayuda a entender las dimensiones de su tesis: “Leer no es una virtud; pero leer bien es un arte, un arte que el lector nato puede adquirir”.

El autor de más de cinco títulos que fomentan el placer de la lectura añade que la lectura es un acto individual cuyos frutos son comunitarios; “las personas que leen por placer no es que vivan mejor, simplemente no viven amargadas porque tienen que leer, como pasa en las escuelas públicas de México”.

Argüelles dice que él lee para ser feliz. Recuerda que el argentino Jorge Luis Borges, ya encumbrado como uno de los mejores escritores de la historia de América, dijo que “otros se jactan de las páginas que han escrito, a mí me enorgullecen las que he leído”. Y vuelve a su tesis de que leer por obligación es uno de los peores males de nuestra época.

“Leer por placer poco o nada tiene que ver con leer para aprender. Es verdad que a través del placer aprendemos, pero no es nuestro propósito. Leemos porque ello nos colma, nos entretiene, nos gusta, nos interesa, nos complace”. Para él, el libro sólo tiene una función: hacernos felices.

Asombro, clave de la lectura

Del otro lado del auricular está Benito Taibo, cuyo trabajo como autor transita de la poesía, al cómic, la televisión y la publicidad. Entre sus libros se encuentran tres volúmenes publicados: Recetas para el desastre,  Vivos y suicidas y De la función social de las gitanas.

Benito Taibo ha llegado a la ciudad para visitar algunas escuelas preparatorias del Sistema de Educación Media Superior (SEMS) de la Universidad de Guadalajara y además hará presentaciones en El placer de la lectura. Pedirle que hable de libros es como ofrecerle una paleta a un niño: “Leer sirve para muchas cosas. Cuando lees El diario de Ana Frank y tienes 14 años, leer te sirve para que no te hagas una persona que secuestra y mata gente, sirve para estar de lado de 300 espartanos cuando combaten contra dos millones de persas; leer me sirve todos los días cuando me pongo la corbata y me acuerdo que yo vivo en Nunca jamás, me sirve para patear un bote en la calle y seguir sonriendo; en pocas palabras, carnal, leer es la neta”.

Para Benito Taibo la clave de la promoción de la lectura es “recuperar la capacidad de asombro. Decirle a toda la gente qué es lo que está en esas páginas, qué hay. Para el promotor de la lectura su única chamba es allanar el camino, hacer más accesibles los libros; la bronca de las políticas públicas es que los libros se abaraten y que los autores sean más cercanos al lector, verse reflejados en ellos como otros lectores”.

Nuevas formas de lectura

Marha Acevedo inició hace 25 años una política pública que revolucionó la manera de acercar los niños a la lectura, creó el programa Libros del Rincón en las escuelas primarias. De 1988 a 1995 el programa federal trataba de llegar al objetivo meta: a los lectores potenciales

“Propuse que las publicaciones llegaran directamente a los destinatarios naturales de la SEP: los niños de las escuelas públicas. Así nació el proyecto editorial Libros del Rincón, un pequeño paquete de libros destinado a cada salón de clase, paquete que era pagado por las escuelas a una cuenta de Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe): un Rincón de Lectura”.

En esos años se trabajó sobre el sentido de una experiencia cultural, “sobre un acto que es imposible de situar: la apropiación del texto (…) las experiencias subjetivas e intersubjetivas que remiten a tramas simbólicas, a referencias de grupos y clases, así como a los estilos y costumbres de una comunidad. Estos aspectos complejos podían sustentarse si antes se reconocían los rasgos más generales de los alumnos de escuelas públicas. Estudiar, antes que la lectura, las condiciones de posibilidad de la lectura: ¿Qué leen los niños mexicanos? ¿Qué capital cultural heredan de sus ámbitos familiares? ¿Cuál es su relación con las culturas audiovisuales? ¿Qué opinan acerca de Rincones de Lectura? ¿Cómo se inserta este proyecto en el dispositivo escolar? ¿De qué modo la escuela condiciona el acercamiento a los libros y a la escritura?”.

Pasaron los años y Martha Acevedo, quien recibirá un homenaje como promotora, tuvo que salir por razones políticas. Hoy el programa “está extraviado”. Dice que las editoriales sólo ven el negocio, “pero no hay una verdadera formación  de lectores”.

Lo mismo piensa Benito Taibo: “Las editoriales deben entender que antes que vender libros, lo que deben tener son lectores. ¿Cómo los formas? Con libros que les hagan clic, que los involucren; da igual si lo hacen en papel, en pantallas, en pergaminos o papel cuché, el chiste es que hagan suya la lectura”.

Juan Domingo Argüelles agrega que “este debate sobre dónde leer carece de sentido, lo importante no es dónde sino qué leen”.  Al final, es lo mismo que al principio de esta nota que no sirve para nada; después de leerla no habrá ningún cambio en las personas que pasen sus ojos por estas líneas, solamente el lector la hizo suya.

PARA SABER
¡Agéndalo!

* Lunes 28 de noviembre.

Auditorio Juan Rulfo, planta baja, Expo Guadalajara / 17:00 horas / Mil jóvenes leen a Fernando Vallejo / Participa: Fernando Vallejo, Marisol Schulz, Benito Taibo.

* Martes 29 de noviembre.

Encuentro de Promotores de Lectura “Oralidad y lectura” / Salón 4, planta baja, Expo Guadalajara / 10:00 horas / Inauguración.

* Martes 29 de noviembre.

Salón Alfredo R. Placencia, planta alta de Expo Guadalajara / 19:00 horas / Presentación: Estado, educación y lectura, 3 tristes tópicos y una utilidad inútil, de Juan Domingo Argüelles / Presenta: Alejandro Zenker.

* Miércoles 30 de noviembre.

Homenaje a Marta Acevedo / Semblanza a cargo de Elena Bernal / Salón 4, planta baja, Expo Guadalajara, a las 10:00 horas.


''Leer me sirve todos los días cuando me pongo la corbata y me acuerdo que vivo en Nunca jamás; me sirve para patear un bote en la calle y seguir sonriendo; en pocas palabras, carnal, leer es la neta.''
Benito Taibo, escritor