Lavín, cobijada por sus lectores

GUADALAJARA, JALISCO (18/NOV/2011).- Es la única de sus amigas que sí pone atención al discurso de la escritora Mónica Lavín. Saca su celular para tomar una fotografía, mientras el libro Yo, la peor está sobre sus rodillas. Además, será de los pocos asistentes que se anima a preguntar.  Aranzazú Guadalupe, de 16 años, es de las mejores estudiantes del tercer semestre de la Preparatoria 14 de la Universidad de Guadalajara; eso dice su profesor de la materia Análisis y argumento, Martín Almádez, quien invitó a sus alumnos a la presentación de la autora galardonada con el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska, quien fue invitada a las actividades del ciclo Lecturas de Otoño.

La estudiante leyó la novela que tiene como protagonista a Sor Juana Inés de la Cruz y crítica la obra: “En un inicio se me hizo muy tedioso y en muchos temas le da vueltas porque no llega a ningún punto. Pero es bueno porque descubres muchas cosas, que no supiste de Sor Juana, y en ese momento la autora te las explica de una manera fantasiosa y con personajes, lo hace agradable y es atractivo para los adolescentes, entonces te empieza a gustar”.

Mientras, sus amigas se secreteaban o imitaban el sonido de la escritora cuando bebía agua, ella parecía, pese a la cercanía, ignorarlas o fingir que esa burla no se había producido. Aranzazú le preguntó a la escritora si los personajes, que acompañan a Sor Juana Inés de la Cruz, fueron reales o son ficticios.

“Unos existieron, pero la novela histórica toma a los personajes que existieron e inventa unos posibles, a los ánimos, ésa es la licencia del novelista”, dijo Mónica Lavín, quien se presentó el pasado miércoles en la Capilla del Museo Regional de Guadalajara, recinto que lució lleno, incluso hubo asistentes de pie.  La autora de Yo, la peor fue aplaudida durante su discurso como una estrella pop y ese entusiasmo de los estudiantes fue reconocido por Lavín y sus presentadores: Martín Almádez y Cecilia Eudave, también escritores.

“Me siento muy halagada de poder compartir con tantos jóvenes. Nunca pensé que Yo, la peor iban a ser leída por los jóvenes. Esta idea de la monja ilustrada, cuya imagen están en los billetes de a 200 pesos, que es una figura casi inalcanzable ni leemos sus poemas: ¿qué le va a interesar a los jóvenes? Me alegró, que a través de la complicidad de los profesores, circule entre jóvenes, porque Sor Juana fue joven y pudo decidir que quería hacer de su vida”, expresa Lavín.