Larva y el Torres Bodet: dos espacios para habitar

GUADALAJARA, JALISCO (18/NOV/2015).- Deténgase en Juárez y Ocampo, en el Centro de Guadalajara, y mire hacia arriba: el edificio alto de la esquina es el viejo Cine Variedades; hoy se llama Foro Larva y ocupa una cuarta parte de la manzana. Por dentro está lleno de pasillos y escaleras como para perderse durante tres días. Oculta altísimas graderías de cemento y los viejos proyectores con los que trabajaba el cácaro, hoy espacios muertos, sin más ocupantes que palomas.

“¿Por dónde se meten?”, dice Lourdes González, antes de treparse a esos espacios clausurados por peligrosos. El piso tiembla. Algunas paredes dan a azoteas; otras, a pasillos de ladrillo y tubos pelones. La fachada frontal tiene unos altos vitrales blancos; detrás de ellos hay habitaciones llenas de vigas y paredes medio derruidas, por donde antes se subía para llegar a las butacas. Metros y metros de cuartos abandonados.

Pero también hay pasillos que llevan a salones bien cuidados, con electricidad y agua corriente, y pisos que recibieron mantenimiento hace poco. Seis o siete de estos cuartos a los lados del enorme foro principal del Larva están listos para usarse, casi esperando a que los ocupen. Nada más hay que saber moverse en medio del laberinto, abrir las puertas de reja y decidir que uno será una galería de arte, otro un salón de música, aquél un espacio de ensayos de danza, un set para filmar cortometrajes, éste un pequeño foro para teatro.

El Foro Larva está lleno de espacios así. Lourdes González está segura de que durante el año que viene podrán abrir las puertas para llenarlo de gente y artistas que lo ocupen. Como proyecto suena muy bien. La hoy funcionaria de Cultura Guadalajara, encargada de administrar este espacio y el recién renovado Teatro Jaime Torres Bodet en la colonia Moderna, admite que, para empezar, necesita dinero y personal.

El Foro Larva y el Teatro Jaime Torres Bodet, espacios culturales del Ayuntamiento de Guadalajara, están listos para su debut en el gobierno recién llegado, que debe demostrar que valieron la pena los años de invertir dinero para revivir el segundo y mantener vivo el primero. Del 21 al 29 de noviembre recibirán al festival Ficho, dedicado a artes circenses, y Lourdes González opina que no podía haber mejor estreno: “El Foro Larva no es un teatro”, afirma cada tanto, al explicar el plan de convertirlo en un espacio para distintas expresiones de la cultura.

A finales de año, si el presupuesto federal es propicio, Larva y Torres Bodet recibirán recursos para programación y equipamiento. Después quedará bastante por hacer: mejorar la seguridad en el entorno de ambos, convocar artistas, ajustar una programación que garantice ingresos...

—¿Qué garantía hay de que sí recibirán el dinero?

—Eso depende del cabildeo en la Cámara de Diputados. Yo propuse el proyecto y pedí recurso mixto para los dos espacios: para complemento de equipamiento y parte de la programación. El Torres está prácticamente equipado, pero el dinero que recibió nos llegó bajado en diferentes años. El caso de Ricardo Duarte (ex director de Cultura Guadalajara) es un muy buen ejemplo: no me detengo aunque no haya recurso. Pero, si no se gestiona, se puede paralizar la operación. Te puedo decir, por ejemplo, que el Foro Larva nunca tuvo un techo financiero para operar. Lo primero que hicimos es solicitar recurso federal; nos responden a final de año; de todas maneras ya estamos considerando otras alianzas.

—¿Privadas?

—Con aliados. Por ejemplo: DramaFest, con Aurora Cano, en el Distrito Federal, cuyos trabajos en realidad ya están producidos, y el recurso requerido para su presentación es mucho menor. La Dirección de Cultura de Guadalajara no se plantea como un productor de eventos; ambos espacios pueden ayudar a revitalizar una dinámica más comunitaria. El Foro Larva no se puede pensar como un teatro. A diferencia del perfil que tenía el Teatro Diana en su momento, porque no existían teatros de ese tipo, en este momento hay necesidades mucho más fuertes, que tienen que ver con generar un espacio para el encuentro entre artistas de distintas disciplinas: un punto de provocación, de generación de nuevas reflexiones, no sólo en términos artísticos, sino también por la potencia de la zona de la ciudad donde está.

—¿Este año llegan los recursos para arrancar?

—Eso esperamos. Estamos peleando por conformar una plantilla profesional. En Guadalajara tenemos que generar técnicos, productores, coordinadores de escenario, traspunte, que de verdad podamos desarrollar una carrera con condiciones dignas de trabajo. La gratuidad de los espectáculos, en ese sentido, es un tema escabroso, porque parece que no se termina de valorar lo que trabajamos en un escenario. Creo que es necesario que el público en general ubique al artista como un profesional que no regala su trabajo. Abrir la puerta de un espacio como el Larva cuesta un dineral: en el Diana no se dan los espectáculos gratis, en el Telmex la gente paga dos mil pesos por un boleto. ¿Por qué no podemos tener las mismas condiciones para artistas de otro tipo? Locales y nacionales: porque sí me importa mucho que los dos espacios estén en otro foco: tienen que ser rutas obligadas para los circuitos nacionales.

—¿En qué condiciones de operación, físicas, recibes Larva?

—En condiciones muy precarias de operación. Una chica la hace de administrativa y secretaria y hay un técnico: son las dos únicas personas que tiene y se van a las tres de la tarde. El reto es enorme.

—¿Cómo te imaginas ambos espacios el próximo año?

—Vivos. Que tengan una vida permanente, que no signifique una “programitis”, no estar metiéndoles eventos y eventos porque eso no genera apropiación, pero que en un año los espacios que ahora están desiertos en Larva estuvieran habitados, y que fuera un punto de encuentro para los artistas. Larva debe tener una importante vida en el cine, en la danza, en el teatro, pero no exclusivamente pensado como un foro a la italiana. Esto no es un teatro, sino un espacio de provocación y experimentación, un laboratorio.

Opciones para recabar fondos

Generar recursos para operar tanto el Foro Larva como el Teatro Jaime Torres Bodet implicará buscar modelos mixtos de uso que incluyan rentar ambos espacios, por ejemplo, para actividades de escuelas y otras similares. Eso no está peleado con la vocación del espacio y permite financiar programación cultural, explica la administradora Lourdes González.

“El Torres Bodet, sobre todo, tiene una cantidad de solicitudes tremenda. Antes de abrirlo, estuvimos año y medio en una mesa de trabajo para revisar los pendientes y llegaba la gente: ‘¿Cuándo abren el teatro? Es que queremos rentarlo’. Todos tenemos una historia personal con el Torres Bodet, desde la infancia. Fue muy conmovedor ver a muchos sentados, el día de la reinauguración: ‘Es que yo aquí vine a mi festival de la primaria…’. Abrirlo a la renta de escuelas también hace que tengas una memoria de apropiación del espacio”.

SABER MÁS
Proyectos

• El Teatro Jaime Torres Bodet y el Foro Larva “debutan” con el festival Ficho. Para programar más actividades, necesitan recursos. Mientras tanto, ya hay planes para ambos.

• Prácticas de la imaginación. Funciones de titulación de alumnos de la UdeG, por 10 días, desde el 28 de noviembre, en Larva.

• Estudio Larva. Será anunciado en enero. Consistirá en “una serie de reflexiones y acciones y encuentros” para activarlo mediante la convocatoria a artistas de distintas disciplinas.

• Públicos específicos en el Torres Bodet. Lourdes González le pronostica “mucho teatro para niños” pero también para adolescentes, adultos y tercera edad, sobre todo si las propuestas llegan ya producidas.

• Circo y la Vía RecreActiva. Artistas de la ciudad propondrán domingos de circo en el Larva para atraer gente de la calle al foro y viceversa. Funcionará en 2016.