Jueves, 21 de Noviembre 2024
Cultura | Los recorridos del Tapatío Tour son tomados por cerca de 30 mil turistas al mes

''La verdad es más divertida'' que la del turibús

El historiador José María Murià hace el recorrido turístico y comprueba que datos sobre la historia de la ciudad son imprecisos. Sin embargo, recomienda tomar el paseo

Por: EL INFORMADOR

En la imagen, el historiador José María Murià en el recorrido. M. FREYRÍA  /

En la imagen, el historiador José María Murià en el recorrido. M. FREYRÍA /

GUADALAJARA, JALISCO (26/JUL/2011).- “No, en la Plaza de Armas nunca se hizo una plaza de toros en el siglo XIX; tampoco es verdad que el tequila tenga su origen en Guadalajara, sino en el municipio de Amatitán; y bueno… El mariachi, hace casi 40 años que descubrimos que la palabra mariachi no proviene del francés y que el mariachi tradicional no tiene trompetas, ésas se las pusieron en los años cuarenta”.

 Aquí todos los días se repite la misma historia. Son las 10:00 de la mañana y el historiador José María Murià, recién condecorado con la Orden de Isabel la Católica por sus estudios sobre el pasado jalisciense, espera el Tapatío Tour para hacer un recorrido del que saldrá, si no molesto, al menos incómodo al comprobar las imprecisiones sobre Guadalajara que en el paseo se le cuentan a los cientos de turistas que lo abordan cada día. En la mano derecha lleva una hoja amarilla con anotaciones. “Sí, hay los errores suficientes para hacer el viaje”, asegura. Días antes escuchó toda la pista de audio que se utiliza en los trayectos, grabada por este diario en uno de los recorridos.
 
El trayecto
“Bienvenidos a Tapatío Tour, les recomendamos no pararse de sus asientos ni sacar pies o manos fuera del camión. Que disfruten el paseo” dice una voz grabada que sale de las bocinas de un camión rojo de dos pisos descapotado, el turibús. Apenas el automotor toma la Avenida 16 de Septiembre, el historiador empieza a señalar “dicen que el ‘Palacio del Ayuntamiento’ es de estilo barroco y clásico; o es una cosa o es otra pero no puede ser las dos”.

El camión avanza hasta que el semáforo marca el alto en el andador Morelos. “La grabación también dice que aquí hubo una plaza de toros en el siglo XIX y eso nunca ocurrió. Se hacían corridas de toros y verbenas populares pero ¿una plaza? Pues tampoco”. El camión dobla sobre Juárez y el historiador no deja de ver su hoja de apuntes mientras la grabación ahora toca canciones como un paso doble y algunos tangos. “Esa música ¿qué tiene que ver con Guadalajara?; teniendo tan rico acervo musical propio por qué recurrir a eso”, señala Murià antes de que se cumpla la sentencia: afuera del edificio de la telefónica, con un ingeniero Matute Remus de bronce, se detiene el camión rojo en la avenida. Se  escucha que el célebre jalisciense movió, el 24 de octubre de 1950, la cantidad de 12 metros el edificio “cuando la realidad es que lo movió ocho… ¡ve nomás lo que dicen!”.

Las omisiones
Y en el trayecto hay silencios. Silencios desaprovechados. Subirse al Tapatío Tour es una experiencia por demás grata, Guadalajara es otra desde el segundo piso del autobús. Sin embargo, “se desaprovechan muchos silencios, por ejemplo, aquí (Juárez y Federalismo) deberían de decir que hasta finales del siglo XIX era la frontera de la ciudad. Que hasta aquí llegaba la cárcel de Guadalajara y que más allá del parque (de la Revolución) ya no había nada más que sembradíos”, dice Murià sin dejar de ver sus apuntes.

Le extraña, por ejemplo, que se haga mención del Centro Magno pero no del pasado de la colonia Americana. Se queja de que en la grabación no se cuente cómo el cambio de la arquitectura por la avenida Vallarta es evidente, desde el centro de la ciudad hasta la glorieta de La Minerva. Le cuesta trabajo entender que tampoco hablen del Club de Industriales “porque nos guste o no, son la fuerza económica de la ciudad”. En fin, el riesgo de llevar a un historiador de la talla de Murià en un recorrido turístico es que salga defraudado. “Si supieran que la verdad es más divertida que sus mentiras, seguro harían mejor las cosas”.

Sin guión
En el Centro Histórico hay un edificio multifamiliar que ha dejado de serlo para hogares. Sus cuartos ahora son oficinas, con los ventanales desdentados y el silencio como único cómplice. Parece olvidado. Ahí, en uno de esos cuartos despacha Magdalena Martínez. Ha sido difícil dar con ella desde que hace un par de meses la quisieron extorsionar, por ser la gerente general de la empresa Tapatío Tour, perteneciente al consorcio de Transportes y Autobuses del Pacífico, y no es para menos; dice que en los buenos días han llegado a subir hasta mil personas en un día a cualquiera de los cuatro recorridos que ofertan. Si los boletos cuestan 90 pesos cada uno, se entiende el peligro, son más de dos millones de pesos al mes.

Martínez llegó al puesto hace cuatro años; cuatro años después de que el Tapatío Tour empezó a operar. En esos ocho años el guión de la ruta Guadalajara no ha cambiado. Se habla poco del Puente Matute Remus, inaugurado el año pasado, y no se dice nada sobre la torre más alta de la ciudad, que está a un costado del puente.

Cuando se le cuenta sobre los errores y omisiones del guión se dice sorprendida. No sabe de lo que se habla. Tampoco sabe quién hizo el guión hace ocho años, ni tampoco si hay una regulación de parte de las autoridades estatales o municipales, aunque, admite, “somos la cara de Guadalajara con los turistas”.

Hace un año que abrieron las rutas de Tonalá y Zapopan. No hay una grabación que indique los sitios visitados sino que “son las edecanes, con su micrófono, las que van contando por donde va pasando el camión”.

Y esa información, ¿de dónde la sacaron?, se le pregunta. “Una nos la pasó la misma gente de turismo de los municipios, y otra es la misma información que sabe la gente o que sacamos de internet”, explica.

¿No hay un estudio en el que se basen para eso? “No, eso no hay. Además hacer un track con un guión nuevo sale carísimo”, asegura.

Hay padrón, no control
Todos los años en Jalisco se reciben 20 millones de turistas. Los estadounidenses, canadienses, españoles y asiáticos son los que más llegan a éste que es “uno de los estados más emblemáticos de la cultura mexicana”.

De esos 20 millones, nueve se concentran en la Zona Metropolitana de Guadalajara y para octubre próximo, en el marco de los Juegos Panamericanos, se espera un millón y medio de personas en las dos semanas que dura la justa deportiva. Aurora Castañeda, directora de Desarrollo de Destinos y Rutas Turísticas, es quien da las cifras y señala que la Secretaría de Turismo tiene un padrón de los prestadores de servicio “que lo ve el área de jurídico” y también un área especializada en la capacitación, “que es la que se encarga de garantizar de que los servicios prestados son de buena calidad”. 

Después de informarle las inconsistencias que detectó el historiador José María Murià, ella tampoco sabe si hay un monitoreo de la propia Secretaría a los prestadores de servicios. “No, a mí no me toca ver esa parte…”. Marca a Comunicación Social de Turismo. Ellos tampoco lo saben: “No, no se hace monitoreo… se verifican los servicios, pero un monitoreo como tal, pues no”, dijo Silvia Rodríguez.  

Un paseo recomendable
Ha pasado hora y media del recorrido y la edecán da las gracias. Dice que por el mismo precio se pueden tomar cualquiera de las otras tres rutas que ofrece el Tapatío Tour en el resto del día. Murià, ya en tierra, y frente a las cámaras de El Informador, propone que ahora, con el pretexto de los Juegos Panamericanos, se debería de hacer una revisión de lo que se cuenta de la ciudad.

Del ejercicio, dice que le ha gustado “porque se puede ver Guadalajara desde otra perspectiva”; además, cree que es bueno que los mismos tapatíos se suban “porque aunque estén mal los guiones, muchas cosas que sí se cuentan es importante saberlas”.

A Murià le sigue pesando que no se habló de José Clemente Orozco cuando el camión pasó por un lado de la que fuera su casa. Que tampoco se dijo nada a un costado de la estatua de Mariano Otero o de “El Amo Torres”. Que la catedral no es la misma que se erigió en el siglo XVII. Que la ciudad se nos fue de las manos en 1973 con el primer asentamiento irregular y que el tráfico también es un mal. Que se diga que la Avenida Chapultepec es obra del arquitecto Julio de la Peña, cuando no es cierto. En fin, el riesgo de llevar a un historiador como Murià a un recorrido turístico es que salga defraudado. “Si supieran que la verdad es más divertida que sus mentiras seguro harían mejor las cosas”.

Para saber
Imprecisiones y propuestas

*En la Plaza de Armas nunca se hizo una plaza de toros en el siglo XIX.
*El tequila no tiene su origen en Guadalajara, sino en el municipio de Amatitán.
*La palabra mariachi no proviene del francés.
*El mariachi tradicional no tiene trompetas.
*El edificio del Ayuntamiento de Guadalajara es de estilo neoclásico.
*La avenida Chapultepec no es obra del arquitecto Julio de la Peña, sino de Ernesto Fuchs.

Por mencionar
*Que en Juárez y Federalismo, hasta finales del siglo XIX, era la frontera de la ciudad. Que hasta aquí llegaba la cárcel de Guadalajara y que más allá del Parque de la Revolución ya no había nada más que sembradíos.
*Que yendo por Avenida Vallarta se puede apreciar el cambio de la arquitectura de la ciudad, desde el centro de la ciudad hasta la Minerva.
*Que se pasa por la que fue casa de José Clemente Orozco.
*Que la catedral no es la misma que se erigió en el siglo XVII.
*Que se pasa por el Club de Industriales.

El experto recomienda:
*Que se revise y se actualice el guión, con asesoría de un historiador.
*Que se aproveche todo el recorrido con la mención de anécdotas o pasajes.
*Que se ponga música emblemática mexicana.

El Dato
20 millones de personas visitan cada año Jalisco.
9 millones de turistas se concentran en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
27 mil millones de pesos dejan como derrama económica los visitantes de la ciudad.
90 pesos cuesta el Tapatío Tour. 50 para estudiantes y maestros.

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