La venerada Basílica de Belén tendrá un nuevo tejado

BELEN, CISJORDANIA (27/NOV/2011).- Los preparativos para restaurar la Basílica de la Natividad, levantada hace mil 500 años, continúan a buen paso en Belén, la ciudad donde nació Jesús, pese a los conflictos políticos y religiosos que han mantenido durante siglos en pobre estado uno de los santuarios más venerados de la cristiandad.

La primera tarea y la más urgente por parte de la Autoridad Palestina en Cisjordania es la instalación de un nuevo tejado. Las antiguas vigas de madera plantean un serio peligro para los visitantes, según los funcionarios y las goteras han estropeado ya muchos de los mosaicos y pinturas del templo.

Si las reparaciones tienen lugar el próximo año, conforme a lo planeado, será la primera vez que la basílica es reparada en siglo y medio.

Alterar un edificio como la Basílica de la Natividad, construida hace mil 500 años sobre la estructura de otro templo 200 años más antiguo, nunca es fácil. El edificio es compartido por confesiones cristianas -católicos, griegos ortodoxos y armenios- que tradicionalmente se han mirado con suspicacia y temen alterar el precario estatus que la gobierna.

Reparar parte de la iglesia significa tenerla en propiedad, según las prácticas aceptadas, lo que quiere decir que permitir que otra confesión se haga cargo de las obras o pague por ellas permitiría a una de las tres destacar a costa de las otras dos.

La parálisis resultante y el deterioro físico del templo han sido los temas recurrentes desde su fundación.

"Las vigas colocadas hace tiempo se han podrido y la estructura amenaza ruina", escribió un visitante en 1461.

Una muestra de los problemas para llevar a cabo las obras lo ofrece el Santo Sepulcro de Jerusalén, la iglesia hermana de la Basílica de la Natividad. Cuando en 1927 un sismo dañó extensamente el edificio, las tres confesiones necesitaron más de tres décadas para acordar las reparaciones y otras tres para completarlas.

Hoy, el creciente deterioro del tejado de la Basílica de la Natividad y la intervención de una tercera fuerza interesada, como la Autoridad Palestina permitieron a las diferentes confesiones a concordar en las renovaciones mediante la intervención y financiación de las autoridades palestinas y los donantes internacionales.