La reivindicación de un arte: González Gortázar

GUADALAJARA, JALISCO (03/DIC/2012).- “Cuando coordiné y escribí parcialmente un libro de la Arquitectura Mexicana del Siglo XX, en el prólogo dije que aunque pareciera una perogrullada, lo más importante de ese libro era el hecho de su propia existencia. Había sido común que se hablara de la cultura mexicana sin que se mencionara siquiera la palabra arquitectura y eso no podía ser más aberrante, esta es la que define mejor que ninguna otra de las artes el perfil de una sociedad. La arquitectura es lo que nos da rostro, hogar, lo que nos protege y nos refleja, la que reniega de nosotros, como sucede por desgracia con tanta frecuencia”.

Quien afirma tal cosa es el arquitecto Fernando González Gortázar, Premio Nacional de Ciencias y Artes 2012, entrevistado a propósito de este galardón, el máximo del Estado mexicano, del que, recuerda, se enteró que lo recibiría el mismo día de la ceremonia, el martes 27 de noviembre pasado.  

González Gortázar, radicado desde hace mucho en el DF, pero quien estudió en Guadalajara y es considerado un arquitecto tapatío, asegura que su especialidad es una de las grandes ramas del arte mexicano. “La historia de la arquitectura mexicana está llena de grandes logros y también de grandes fracasos –hay que decirlo-, pero hay empresas tanto individuales como de grupo realmente heroicas como lo son los grandes programas de construcción de escuelas u hospitales por todo el país, estos son realmente tintes de orgullo y obras maestras de una arquitectura humilde, de servicio, pero práctica, hermosa, que resuelve bien un problema de uso”.

Sin ocultar su alegría, el propio González Gortázar apuntó que en la nómina de los premiados anteriores con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, instaurado en 1945 cuando José Clemente Orozco fue reconocido, “veremos que muy pocos arquitectos lo han recibido y entre ellos, hay por lo menos dos jaliscienses: Luis Barragán e Ignacio Díaz Morales”. Ante ese hecho,dice que le parece “una reivindicación de este lugar relevante que la arquitectura debe tener en cualquier cultura que merezca tal nombre”.

El autor de esculturas urbanas en la ciudad como Los Cubos o la fuente de la Hermana Agua apuntó que este reconocimiento “debería implicar un compromiso de parte de los gobiernos de todos los niveles de apoyar la buena arquitectura” y su inclusión en los proyectos culturales. “Uno puede pensar en un mundo sin música y sin poesía, que sería un horror pero podría existir, pero no podemos pensar en un mundo sin arquitectura porque es algo que está presente desde el día que nacemos hasta el día que nos morimos y tiene una influencia determinante en nuestra vida”. Así las cosas y ante el hecho de que en la entrega del Premio Nacional González Gortázar fue presentado en todo momento como arquitecto, “quiero leerlo además como un reconocimiento tardío que las autoridades de todo nivel tienen hacia la arquitectura como un medio de elevar la calidad de vida de millones de personas”.

En el acto de entrega del premio, dijo, “lo que abundaba era lo que este país necesita, gente que hace investigación, que estudia las ciencias puras, las ciencias aplicadas, que lo hace en el más alto nivel y por los cuales yo tengo la más alta admiración porque luchan contra los más bajos presupuestos y ellos son la mejor forma de sacar a México de la posición relegada en la que cada día más se encuentra tristemente”. De ese grupo subrayó también el hecho de que sean profesionistas que ejercen el magisterio y que van formando nuevas generaciones, “yo me sentí sumamente honrado entre ellos y también de los otros dos galardonados con el premio de artes, de tal manera que estoy muy contento y por supuesto, muy agradecido”.

El agradecimiento, explicó, no es solamente hacia algunas personas o hacia la institución que se lo otorgó, “sino con la vida que me ha permitido realizar cosas que en opinión del jurado resultaron valiosas”.

Los incumplimientos de Guadalajara

En tanto, al preguntarle sobre el estado actual de las obras de su autoría que fueron indebidamente alteradas durante la pasada administración del Ayuntamiento de Guadalajara, González Gortázar informó que en la fuente de la Hermana Agua localizada en el cruce de las avenidas López Mateos y Las Rosas está a punto de iniciarse “un proceso de restauración para devolverle su imagen anterior y su caudal de torrente gracias a la aportación de un particular –de un mecenas-, y a la buena voluntad de la Asociación de Colonos y Residentes de Chapalita”. Mientras que la fuente del Federalismo, ubicada en la avenida que lleva ese mismo nombre casi a la altura de Washington, “lleva décadas en abandono total”, él espera que pronto las autoridades “caigan en cuenta que son elementos importantes para la ciudad a los que no se les puede dar un destino de basurero público como está convertida ahora”.

Respecto a si los funcionarios que en recién tomaron la administración de Guadalajara han establecido contacto con él para reparar todos estos daños, así como la destrucción completa de la Plaza José Clemente Orozco de su autoría, contestó que estos lo han buscado pero “para una idea que tienen y que yo ignoro, de hacer algo en el Parque de la Revolución. Esto me pareció una actitud respetuosa, digna de aplauso el que me hayan buscado, pero no hemos mencionado el asunto de las otras obras”.

PARA SABER
Los detalles del reconocimiento

El Premio Nacional de Ciencias y Artes, instituido hace 67 años, constituye el más alto honor y reconocimiento de nuestra nación a los mexicanos que, con su obra y trayectoria, han hecho aportaciones trascendentales a la ciencia, la cultura, el arte y la tecnología.