Sábado, 30 de Noviembre 2024
Cultura | Las direcciones de área tendrán nuevos nombres y sufrirán modificaciones en sus tareas

La 'reingenieria' de la Secretaría de Cultura

Las direcciones de área tendrán nuevos nombres y sufrirán modificaciones en sus tareas

Por: EL INFORMADOR

La reestructuración en la secretaría abarcará todas sus áreas.  /

La reestructuración en la secretaría abarcará todas sus áreas. /

GUADALAJARA, JALISCO (05/MAR/2014).- Entre las muchas necesidades que se detectaron por parte de la administración entrante de la Secretaría de Cultura de Jalisco (SC) antes de “recibir” formalmente la dependencia se encontraba la de modificar su estructura administrativa, la cual se sometería a una “reingeniería”; en este contexto, la actual operatividad jurídica de estos cambios descansa en el dictamen técnico de la propuesta que, ante la Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas (SEPAF) del Gobierno estatal, se presentó para transformar la plantilla y estructura orgánica de la SC y que fue emitido el pasado 18 de junio de 2013, aunque se espera que este año quede listo el proyecto para renovar su Reglamento Interior, el cual deberá someterse a aprobación por parte del Congreso.

El dictamen en cuestión califica lo que propuso la SC con base en la nueva Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco y su revisión estuvo a cargo de la Dirección General de Innovación y Mejora Gubernamental de la SEPAF; así, en líneas generales, la dependencia opera hoy día con una reducción del 34.6 % en sus “direcciones de área”, equivalentes a 9.04 % del total de plazas respecto de la estructura anterior.

De esta forma, como explica Margarita Hernández Ortiz, titular de la Dirección de Vinculación, Planeación y Difusión de la SC, esta propuesta de reingeniería tiene su base en las opiniones “de la comunidad cultural” y, además, “en todo lo que se había observado que estaba mal o se juzgaba que no funcionaba como debiera. Ahora, aunque las direcciones de área son casi las mismas tienen nuevas tareas”.

Distribución de recursos

Asimismo, durante la administración pasada, compara la directora, los recursos se administraban a los municipios “sin que hubiera indicación de parámetros o metodología de distribución; o por lo menos no consta en archivos, a pesar de que se solicitó durante el proceso de entrega-recepción de la secretaría. De este modo, nos enfocamos en el uso de metodologías (ya por escrito, bien estipuladas y con base en indicadores precisos) que permitan atender el tema con intensidad y eficacia”, algo que permite pensar que “es posible trabajar de otra manera”.
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Después de todo, este enfoque, enfatiza Hernández, más allá de buscar la necesaria transparencia también persigue llevar a cabo “la posibilidad de profesionalizar las instituciones culturales, en sí mismas, porque a nivel nacional, los estudios indican que nuestras instituciones son sumamente informales”; de esta forma, ante estas necesidades urgentes, “estamos tratando de encontrar respuestas a problemas que tienen muchos años”.

En este contexto, la base de este proyecto es el Plan Estatal de Cultura (PEC) pero, lo esencial, es que —afirma la directora— “iniciamos un proceso de regulartización que era urgente, en funcion de aquello en lo que coincidía con las demandas de la comunidad artística. Se requería una transformación, pero quisimos fuera en el marco de la ley, por eso se envió la propuesta de organigrama a la SEPAF para su aprobación”.

Lo que resta


Finalmente, el dictamen técnico admite la conveniencia del nuevo modelo de plantilla, aunque queda sujeta “a la disponibilidad de los propios recursos de la dependencia” y, de igual manera, hace hincapié en que debe atenderse a las políticas de la Dirección General de Administración y Desarrollo de Personal para aquello que involucrecreación de plazas, modificaciones en jornadas laborales, cambios de nivel o nombre en puestos de plantilla.

Para concluir, la recomendación directa a la SC es para actualizar su Reglamento Interior y manuales administrativos para, así, “formalizar” los cambios que –de facto– operan hoy; por eso es que, aunque no se tiene fecha para ello, el propósito –detalla Hernández– es culminar este proceso con una propuesta de reglamento (que deberá presentarse antes de que termine 2014) que coincida con un organigrama que, salvo por la terminología, mantiene en casi 90 % los puestos y atribuciones.

A qué responden los cambios


En general, estas adecuaciones responden también a la necesidad de “considerar la SC como una Secretaría de Estado y no como un instituto especializado en artes, porque hay diferencias fundamentales”, refiere Hernández, “en este caso, se considera la cultura como elemento transversal a la vida de las personas, y desde ahí se justifica el modelo de la dependencia, cuyo sector de acción es diverso y complejo, y debe atenderse con una visión mucho más amplia”.

Así, asegura la funcionaria, la SC atendía efectivamente un sector determinado, pero “dejaba fuera el impulso al desarrollo económico del sector cultural, al desarrollo cultural comunitario, la profesionalización de los sistemas de atención (donde están los elementos de medición y evaluación, indicadores de impacto)”.

Ahora, a esto se añade también –dice Hernández– que se desea terminar con la “ilegalidad” en que de hecho operaba la SC, pues “hacía muchos años que el organigrama de la SC no hacía lo que decía que tenía qué hacer. Por eso decidimos encarar la tarea de cambiarlo, no sólo enfocados en contenidos. Con esta aprobación del organigrama podremos presentar la solicitud para modificar el Reglamento Interior de la Secretaría (cuya última versión se aprobó por el congreso en 2006), ese es el paso siguiente”.

En términos operativos, ejemplo de lo anterior es que, durante el sexenio pasado la Dirección de Actividades Culturales “sólo trabajaba en la Zona Metropolitana y dejaba en manos de la Dirección de Vinculación atendía los municipios del interior; eso enviaba un mensaje de atención diferenciada, y los cambios propuestos buscan evidenciar que se trabajará para todo el estado”.

De esta manera, en palabras de la funcionaria, al transformar las direcciones artísticas en coordinaciones, la idea fue volverlas “más operativas, de modo que sus titulares se involucraran (además de las actividades) más en asesorías y en desarrollo de proyectos”; asimismo, las plataformas artísticas quedan en manos de la Dirección General de Desarrollo Artístico y, en su cargo, “los programas de desarrollo social e institucional”.

“Entregar instrumentos no transforma una comunidad”, comenta Hernández, “se necesitan programas que se organicen con base en técnicas de desarrollo social, que cuenten con procesos de medición y  seguimiento –que tienen una relación directa con cómo se reparte el dinero (el que hay)–; eso significa aprovechar e incorporar otras herramientas. A esto refiere el desarrollo sectorial, pasar de la especialización a favorecer el desarrollo social de una comunidad”; así, el nuevo organigrama “evidencia” la interacción entre dependencias de la SC, lo que no sucedía bajo el modelo anterior.

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