Lunes, 21 de Octubre 2024
Cultura | Hace 68 años, Varsovia se levantó contra el invasor alemán

La rebelión de Varsovia, a 68 años

La Segunda Guerra Mundial atrapó a Polonia con especial saña, al ser atacada por el occidente por las tropas de Hitler

Por: EL INFORMADOR

''Kotwica'' en un monumento a los héroes de la sublevación de Varsovia. ESPECIAL  /

''Kotwica'' en un monumento a los héroes de la sublevación de Varsovia. ESPECIAL /

GUADALAJARA, JALISCO (01/JUL/2012).- Polonia podría decirse que es una nación mártir. Su localización estratégica le ha colocado en el ojo del huracán dentro de los grandes conflictos y la laboriosidad de su gente junto con su suelo noble y rico en recursos naturales le ha hecho un botín apetecible, sin embargo, siempre ha resurgido con renovada fe y patriotismo.

La Segunda Guerra Mundial atrapó a Polonia con especial saña. Atacada por el occidente por las tropas de Hitler, las circunstancias le otorgaron dos menciones especiales en la historia: Ser sus tropas protagonistas de la última carga de caballería en la guerra moderna, que probó su obsolescencia frente a las columnas blindadas Panzer, y ser la primera fuerza aérea que derribó aeroplanos alemanes durante ese conflicto, con anticuados monoplanos PLZ de cabina abierta y alas tipo gaviota. De cualquier manera, la mártir Polonia fue masacrada en ese frente.

En el oriente, su estratégica frontera con la URSS escribiría otra página igualmente triste con la traición de Stalin y la matanza de oficiales polacos en el bosque de Katyn. Si tomamos como referencia de los hechos posteriores la magnífica película de Roman Polansky “El pianista”, tendremos sin gran esfuerzo la visión de un país asolado, ocupado y perseguido desde sus entrañas, aunque en esa producción no se destaque el empleo de las acererías polacas para la producción de armamento, junto con otros muchos datos históricos.

A menudo que la resistencia polaca se organizó, empezó a aparecer en los muros de la ciudad, pintada con la prisa de la clandestinidad ante un invasor represivo, el símbolo de la “Kotwica” o “ancla” que consistía en una letra “P” de cuyo pie surgía una letra “W”, abreviatura cifrada de "Pomścimy Wawer" ("Vengaremos Wawer") en alusión a la masacre de 107 civiles en la ciudad de Waver, en diciembre de 1939.

Remontándonos una vez más a la película “El pianista” si recordamos el episodio del cañonazo en el departamento donde se refugiaba el protagonista, nos ubicaremos en el principio de esa rebelión: Un día como hoy, primero de agosto, pero de 1944, cuando a las 17:00 horas se dio el código “Tempestad”.

Polonia empezó, apoyada por el ejército soviético, se lanzó a atacar a los invasores alemanes en Varsovia. El general Tadeusz "Bor" Komorowski, comandante en jefe del Ejército Nacional, o Armia Krajowa, quería tomar a los alemanes por sorpresa y aprovechó la oportunidad durante la tarde.

En un mensaje a sus tropas, Komorowski dijo: "Hoy he emitido la orden que han estado esperando, la orden de iniciar una batalla abierta contra el viejo enemigo de Polonia, el invasor alemán. Después de casi cinco años de enfrentamientos clandestinos ininterrumpidos, hoy ponderemos manos a la obra con el fin de liberar a nuestro país de nuevo y otorgar un castigo ejemplar a los criminales alemanes por el terror y los crímenes cometidos en suelo polaco."

Apoyados al principio por las tropas soviéticas y cuando casi expulsaban a los alemanes de su capital, un repentino alto al avance de sus aliados permitió a los invasores reagruparse y demoler la ciudad, mientras la resistencia sufría una derrota tras otra durante 63 días. No fue sino hasta que los ingleses y norteamericanos enviaron refuerzos que por fin pudo recuperarse el avance hasta la expulsión final.

La historia ha especulado mucho sobre estos días, siendo la versión más difundida que Stalin traicionó al ejército polaco para que los alemanes lo aniquilaran y poder apoderarse del control de Polonia luego de la guerra, cosa que al final de cuentas logró.

Sin embargo, para los estudiosos de la Segunda Guerra Mundial, el día de hoy es algo más que una fecha; es el símbolo de un pueblo heroico que en inferioridad de armamento, tuvo la superioridad en el espíritu para luchar y al final de cuentas lograr una de las más sufridas victorias en la historia de la guerra.


EL INFORMADOR / ADRIÁN CASTAÑEDA FONSECA

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