Cultura | Lectura dramatizada La oscuridad de Edgar Allan Poe Una terna de fantasmagóricos actores del Grupo S Teatro se reunieron la anoche en el Auditorio Juan Rulfo, de Expo Guadalajara, para internarse en el universo oscuro y dramático de Edgar Allan Poe Por: EL INFORMADOR 6 de diciembre de 2009 - 07:32 hs GUADALAJARA, JALISCO.- No hubo criaturas de la noche, ni siquiera un ser medianamente gótico u oscuro que homenajeara con su presencia la obra de Edgar Allan Poe (1809-1949), uno de los más grandes maestros del terror, quien ha sido reconocido a lo largo del tiempo por historias que erizan la piel, y del que este año se celebra el bicentenario de su nacimiento. Nada. Sólo una terna de fantasmagóricos actores del Grupo S Teatro que se reunieron la anoche en el Auditorio Juan Rulfo, de Expo Guadalajara, para internarse en el universo oscuro y dramático de Edgar Allan Poe con tres historias. Así, con una voz como surgida de ultratumba, se invitó a los asistentes a escuchar la historia de “un hombre aparentemente tranquilo que guarda un lado oscuro” en El gato negro: “No espero ni remotamente que se conceda el menor crédito a la extraña, aunque familiar historia que voy a relatar. Sería verdaderamente insensato esperarlo cuando mis mismos sentidos rechazan su propio testimonio. No obstante, yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero, por si muero mañana, quiero aliviar hoy mi alma”, comenzó el primer fantasma. “Una noche que entré en casa completamente borracho, me pareció que el gato evitaba mi vista. Lo agarré, pero, espantado de mi violencia, me hizo en una mano con sus dientes una herida muy leve. Mi alma pareció que abandonaba mi cuerpo, y una rabia más que diabólica, saturada de ginebra, penetró en cada fibra de mi ser. Saqué del bolsillo del chaleco un cortaplumas, lo abrí, agarré al pobre animal por la garganta y deliberadamente le hice saltar un ojo de su órbita. Me avergüenzo, me consumo, me estremezco al escribir esta abominable atrocidad…”, continuó. El horror de ser enterrado vivo vino después con El entierro prematuro: “(…) La esposa de uno de los más respetables ciudadanos -abogado eminente y miembro del Congreso- fue atacada por una repentina e inexplicable enfermedad, que burló el ingenio de los médicos. Después de padecer mucho murió, o se supone que murió. Nadie sospechó, y en realidad no había motivos para hacerlo, de que no estaba verdaderamente muerta. Presentaba todas las apariencias comunes de la muerte. El rostro tenía el habitual contorno contraído y sumido. Los labios mostraban la habitual palidez marmórea. Los ojos no tenían brillo. Faltaba el calor. Cesaron las pulsaciones. Durante tres días el cuerpo estuvo sin enterrar, y en ese tiempo adquirió una rigidez pétrea. Resumiendo, se adelantó el funeral por el rápido avance de lo que se supuso era descomposición. La dama fue depositada en la cripta familiar, que permaneció cerrada durante los tres años siguientes. Al expirar ese plazo se abrió para recibir un sarcófago, pero, ¡ay, qué terrible choque, esperaba al marido cuando abrió personalmente la puerta! Al empujar los portones, un objeto vestido de blanco cayó rechinando en sus brazos. Era el esqueleto de su mujer con la mortaja puesta…”. Otras historias que se escucharon y que sonaron el día de ayer, en una segunda lectura fueron El tonel de amontillado, El corazón delator, El pozo y el péndulo, La máscara de la Muerte Roja y El cuervo. Temas Homenaje FIL 2009 Edgar Allan Poe Lee También Actividades de la Librería Carlos Fuentes durante el marco de la FIL 2024 Los mejores eventos de entretenimiento del 22 al 28 de noviembre de 2024 ¿Cuándo es la venta nocturna de la FIL? FIL Pensamiento: espacio de reflexión y análisis en la feria Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones