Viernes, 20 de Septiembre 2024
Cultura | El pianista mexicano Jorge Viladoms ofrecerá este domingo un concierto en el Degollado

''La música se escucha y desaparece''

El pianista mexicano ofrecerá este domingo un concierto de toque altruista en el Teatro Degollado

Por: EL INFORMADOR

Jorge Viladoms, profesor titular de piano en el Conservatorio de Lausanne, en Suiza, creó en 2012 la Fundación Crescendo con la Música. EL INFORMADOR /

Jorge Viladoms, profesor titular de piano en el Conservatorio de Lausanne, en Suiza, creó en 2012 la Fundación Crescendo con la Música. EL INFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (20/JUN/2013).- Para el pianista mexicano Jorge Viladoms, los músicos tienen la “obligación” moral y ética de compartir los conocimientos musicales que aprendieron durante su formación. Y no sólo eso, sino hacerlo de la mejor manera, inyectando pasión y enjundia.

Viladoms predica con el ejemplo. En octubre de 2012 creó la Fundación Crescendo con la Música, cuyo objetivo es contribuir a la formación musical de niños de escasos recursos que residen en México.

Para llevar a cabo su plan, buscó una escuela que empatara con su visión de introducir la música clásica como parte de la formación de estudiantes de primaria y secundaria. Encontró el centro de desarrollo comunitario La Barranca —asociación civil formada en 1998—, en donde el modelo educativo pone de relieve la instrucción musical y artística de 230 alumnos de primaria y 110 de secundaria.

Con el objetivo de materializar sus inquietudes, Jorge Viladoms encabezará un concierto este domingo 23 de junio a las 18:00 horas en el Teatro Degollado. El recital servirá para reunir recursos que serán destinados a las dos asociaciones altruistas que buscan permitir el acceso a la música a los sectores menos favorecidos del país.

El programa está compuesto por la Sonata No. 2, de Federico Ibarra; Sonata No. 14 “Clair de Lune”, de Beethoven; el Estudio de Concierto No. 3 “Un sospiro” y el Vallée d’Obermann, de Liszt; y Fantasie Impromptu, el Nocturno Op. 48 No. 1, y los estudios Op. 25 No. 12 y Op. 10 No. 12, de Chopin.

El pianista, profesor titular de piano en el Conservatorio de Lausanne, en Suiza, afirmó que en su vuelta a México tenía ganas de tocar a Federico Ibarra porque es un compositor al que respeta y al que ha interpretado recurrentemente en Suiza, Viena y París. A la par de hacer ostensible su admiración por el mexicano, también quería recordar a los compositores que provocaron su amor por la música, lista en la que Liszt, Chopin y Beethoven no podían faltar.

Viladoms resaltó que La Barranca es una escuela que funciona muy bien. “Un proyecto como el mío sólo puede sobrevivir en un ambiente así, un ambiente donde hay gente profesional, donde todo está muy bien controlado, en donde se protege mucho la formación de los niños”.

Prevé que los resultados se den en un periodo de tres a cinco años. Una vez que el proyecto logre apuntalarse, pensará en desarrollarlo en otras partes. Por el momento, en septiembre próximo un profesor impartirá en La Barranca un curso semanal de apreciación musical que dará a los niños las bases de la historia de la música, la teoría, el ritmo, la pasión y la escucha. En 2014 Viladoms enviará un contenedor con cientos de instrumentos como pianos, violines, violonchelos, clarinetes, contrabajos, entre otros.

Proyectos


El duranguense nacido en 1985 creció viendo a sus padres ayudar a otros. Su madre apoyaba un orfanatorio y su padre, médico, regalaba operaciones a personas que no podían pagarlas. Debido a ese ejemplo, Viladoms piensa en ayudar a otros, ése, por ahora, es su proyecto más importante.

“El estudio de la música clásica y de un instrumento ayudan a desarrollar valores increíbles como la pasión, la imaginación, la libertad de expresión, la capacidad de concentración, el sentido de organización, la constancia, el control del cuerpo y también ayuda al niño a desarrollar la conciencia de sí mismo. Y sobre todo le va a dar al niño una oportunidad de ver su futuro de una manera diferente, especialmente donde la pobreza no le permite una perspectiva de futuro”.

Destacó el ambiente musical que se vive en Europa, la belleza de los conservatorios de música y la continuidad en los festivales de música clásica, que se realizan en todos lados. “La música clásica forma parte de la vida de las familias. Todas las personas tocan un instrumento. Me gustaría que también fuera en México así”.

El pianista reflexionó que aunque los intérpretes son el eslabón menos importante de la cadena musical, su labor es muy importante: “La música es un arte impalpable, es un arte que se escucha y desaparece. Se necesitan intérpretes para mantenerla viva”.

Entre sus proyectos para 2014 está grabar un CD dedicado a Liszt, uno de sus compositores favoritos.

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