GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/2016).- Al escritor argentino, Fabián Casas, le gusta trabajar en contra de su habilidad, de manera que su escritura ha ido fluctuando de género en género a lo largo de los años.Casas, quien ha escrito poesía, ensayo y ficción, no le interesa el concepto del género. Para él es sólo concepto tranquilizador, y así como no le gusta encasillarse como un escritor de oficio, tampoco le gusta encasillarse en un género.A diferencia del periodismo, a lo que se dedicó durante muchos años, donde estaba en un estado constante de respuesta, "la poesía siempre está en estado de incertidumbre, de pregunta, y yo a partir de ahí trabajo".Sus primeros poemas, definió él, son como pequeños relatos microscópicos "que después se convirtieron en relatos y después en novelas".De la misma manera, siendo congruente consigo mismo, refirió que cuando escribe no piensa en publicarlas en un libro. Éstos se han dado después de sus textos.Su libro, Ensayos bonsái (publicado por Editorial Planeta, publicado en 2007), recopila ensayos que el escritor estuvo publicando por mucho tiempo en blogs. Las referencias culturales, históricas y de las vivencias del autor le dan a los textos una riqueza inigualable.Citando a Margaret Thatcher con "no hay otra alternativa", Casas explica lo que para él significa un ensayo. "Yo trato de encontrar una alternativa, y me parece que hay ensayar para errarle también". Dejar la idea de que se tiene que acertar, por eso el epígrafe que abre su libro en el que explica el término 'hamartia': se refiere a la forma en la que se yerra, no a la forma en la que se acierta.El ensayo permite que el texto presente una incertidumbre, e incluso "poder decir tres o cuatro cosas contradictorias en el mismo".En su último libro, Titanes del coco (el cual no se ha publicado en este país), Fabián Casas reúne cuatro historias, que ya había escrito por separadas, y que un día en Suiza se dio cuenta que podía mezclarlos entre todos y que podía unirlos de forma que funcionaran entre sí.Fabián Casas tiene mucho cuidado en no sonar como un escritor, "no me gustan los escritores", declaró. A él le gusta escribir en un estado de presente puro, y de disfrutar las cosas. "Para mí lo que hay que hacer es tratar de convertir el dolor en aventura, porque si quedas en un lugar de poca potencia". Y cuando no se tiene potencia, el poder te destruye. Para él, el dolor es el lugar más común, aunque reconoce que ha tenido momentos de felicidad, "el dolor es el que construye".Por otro lado, Casas trata de no adjetivarse como escritor, ni de pensarse dentro de la literatura, porque eso le impide escribir. "Cualquier adjetivación sobre vos te disminuye", puntualizó.SABER MÁSAdemás de Ensayos bonsái, en la FIL podrán encontrar Horla City y otros, una compilación de todos sus poemas, también editado por Planeta Libros. Mientras que la editorial Almadía tiene entre su catálogo El pequeño mecanismo de los acontecimientos, también de poesía.EL INFORMADOR / DANIELA RAZO