La libertad de expresión sofocada por la muerte, la censura y el monopolio

GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/2011).- La función de los periodistas es dar a conocer lo que sucede, informar para la sociedad para que tenga más datos y tome las mejores decisiones, sin embargo, la libertad de expresión está limitada por la violencia que ejerce el narcotráfico contra los comunicólogos, por los gobernantes que se suman a agredir a los miembros de la prensa y porqué los dueños de los medios de comunicación privilegian la información en beneficio de los poderes económicos.

La prensa en México enfrenta un panorama hostil y poco protegido que limita la libertad de palabra y que perjudica a la democracia de México, coincidieron los periodistas mexicanos Javier Solórzano, Jorge Zepeda y Aleida Calleja, quien es presidenta de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información, al presentar en la FIL, el informe “Libertad de Expresión en México” elaborado en agosto de 2010 por la Organización de las Naciones Unidas y por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Jorge Zepeda ex director del diario "El Universal" y presidente del sitio "Sin embargo.mx", señaló que las agresiones a la prensa en lo que va del sexenio de Felipe Calderón, se contabilizan en 60 muertos y 10 desaparecidos, lo que significa para el Presidente de la República una gota mínima de sangre de los 50 mil muertos que van en esta guerra contra el narcotráfico.

“Las muertes son mucho más graves que una estadística porque implica la censura y la autocensura de la prensa y el costo es que la sociedad viva desinformada”. Explicó que cuando un reportero empieza a denunciar la corrupción se encuentra que el narcotráfico esta infiltrado en la policía, en las procuradurías y en todos los aparatos de Estado.

El panorama se complica ya que las agresiones no solo provienen del narcotráfico, también son por parte de la esfera política, indicó Zepeda. “Como no hay detenidos por estas 60 muertes de periodistas, para los políticos, gobernadores, alcaldes se convierte en una enorme tentación agredir e intimidar a periodistas que les son incómodos”.

Por ello, si un reportero denuncia afecta a los intereses del narcotráfico y de los políticos y pone en riesgo su vida, por eso que muchos periodistas comienzan a autocensurarse para seguir viviendo.

El problema de la libertad de expresión también se ahoga porque la censura que ejercen los dueños de los mismos medios de comunicación al privilegiar a ciertos grupos con poder económico, comentó Javier Solórzano, periodista mexicano con 25 años de experiencia.

“La autocensura está siendo algo tremendo y vemos que son varios elementos que llevan a la censura, desde la empresa hasta la delincuencia organizada”. Los dueños de los medios de comunicación se ligan con los poderes económicos, como los de la telefonía, el de los espectáculos y todos los grandes conglomerados de industria.

Además en México padecemos del monopolio concentrado en dos grandes empresas Televisa y TvAzteca que ponen en riesgo la democracia del país ya que manejan a su antojo la opinión pública, indicó Aleida Calleja.

Ella además explicó que antes el control de la información se daba por los gobiernos priistas y ahora el control esta dictado por los poderes económicos. “Por desgracia somos como un péndulo, del control gubernamental al control total del salvaje mercado, donde las grandes empresas definen las políticas, por ello la censura proviene de las propias empresas que no respetan la cláusula de conciencia de los periodistas que si no están de acuerdo a quien tienen que entrevistar los corren sin ningún tipo de seguridad laboral”.

Concluyeron que los periodistas deberán exigir capacitación en temas de seguridad y unirse para seguir publicando temas que ayuden a la sociedad.

EL INFORMADOR / ADRIANA NAVARRO