Martes, 26 de Noviembre 2024
Cultura | A FONDO: INVESTIGACIONES ESPECIALES

La lectura como puente para el cambio social

Tijuana, Chihuahua, Medellín o Guadalajara albergan iniciativas en donde la promoción de la lectura mitigan los efectos de la violencia y la desigualdad

Por: EL INFORMADOR

Durante el encuentro se lanzó la convocatoria del premio al fomento de la lectura México Lee 2011. J. LÓPEZ  /

Durante el encuentro se lanzó la convocatoria del premio al fomento de la lectura México Lee 2011. J. LÓPEZ /

GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/2010).- La sensación de inseguridad que se vive en las calles de la ciudad de Chihuahua se trasmina hasta las escuelas. No es una situación ajena a la primaria Melchor Ocampo. Varios de los alumnos han sufrido la pérdida de algún familiar en hechos violentos, algunos otros han tenido que emigrar a otras ciudades víctimas de las amenazas, a pesar de que es una población de pocos recursos financieros.

Hace cuatro años, cuando se inició la biblioteca escolar, las circunstancias eran distintas y los estudiantes podían quedarse en la biblioteca a la hora de salida para seleccionar qué libro llevar a casa; “ahora que la situación es adversa, uno de los contundentes efectos es que a la hora de salida debemos entregar a los chicos en la puerta asegurándonos de que vino algún adulto por ellos; por lo tanto, ya no pueden pasar a la biblioteca a elegir libros”, afirma Claudia Nájera, bibliotecaria de dicha primaria. Ahora los niños lo hacen durante el recreo. En la última semana se prestaron 154 libros.

Claudia cree que con actividades educativas y culturales en general, y con la promoción de la lectura en específico, se pueden lograr cambios en una sociedad que ha sido tan dañada por la violencia; de otra forma, dice, no estaría trabajando en la biblioteca escolar y se habría retirado a una actividad de oficina.

Asegura que el acercamiento a la cultura en diversas formas representa para las personas un abanico de opciones más allá de la resolución violenta de conflictos. Es por ello que en la biblioteca no sólo promueve la lectura de libros, sino también la circulación de la palabra en otros formatos como el cine y la música. “Me interesa mucho que niños y niñas puedan ampliar sus opciones, que tengan recursos para sobrellevar las dificultades de la vida cotidiana, que disfruten y sonrían al menos en la biblioteca”. Explica que los cambios no son inmediatos porque se debe luchar desde diferentes frentes para abatir las desigualdades y la violencia que se multiplica cada día.

Para Claudia, la mayor satisfacción como promotora de lectura ha sido descubrir que no es tan cierta la idea de que a los niños no les gusta leer: “Esto lo puedo ver en el gran éxito del préstamo de obras a domicilio. En una población de 380 alumnos, al menos 50 por ciento de ellos han llevado libros para leer en casa y, en el último ciclo escolar, los niños se llevaron en promedio 7.4 libros”.

Leer y lavar al mismo tiempo es posible

En las lavanderías de la ciudad de Tijuana también se hojea. Aleida Villa, promotora de lectura desde 2004, monta un estante con crónicas, cuentos, ensayos y poesías para que la gente lea durante los 50 minutos del tiempo de lavado y secado de su ropa. “En lugar de crear un espacio de lectura donde se invita a la gente a ir, mejor yo llevo los libros a un consultorio médico, salas de belleza o una lavandería”, platica Aleida.

Cree que la promoción definitivamente es más efectiva cuando los ciudadanos toman la iniciativa y desarrollan programas de lectura por su cuenta. Señala que “la lectura es una forma de eliminar la  violencia un poco, pero no creo que podamos erradicarla”.

Para Aleida, la literatura hace más sensibles a las personas sobre las realidades del mundo porque, al leer y convivir con los personajes, también se participa en sus conflictos, y esto obliga a ver y sentir de forma anticipada las consecuencias de “nuestras” posibles acciones.
Más información de la iniciativa Lee mientras lavas se puede consultar en: www.proleti.blogspot.com.

Numeralia en Tijuana
25
Pequeñas islas bibliotecarias
14
Promotores de lectura del Programa Nacional de Salas de Lectura
10 cuentacuentos
30 promotores culturales
Independientes y promotores literarios del sistema educativo estatal
Fuente: Datos proporcionados por Aleida Villa.

Esfuerzo día a día
La falta de programas

Adriana Pantoja, coordinadora del programa de Literatura y Fomento a la Lectura del ITESO, reflexiona que la promoción de la lectura es una de las actividades que se debería de implementar como programa social en nuestro país, porque no sólo basta con dar dinero a las personas que viven en comunidades marginadas donde se dan actos violentos: “En la situación de violencia en la que se encuentra el país, se necesitan programas de acceso a la lectura que permitan a las personas acercarse a los libros porque en sus hogares no hay librerías ni bibliotecas”.

Como coordinadora del Encuentro de Promotores de Lectura de la FIL en 2007 y 2008, se percató de la existencia de proyectos que estaban enfocados a tratar de disminuir la violencia y acercar a los niños y jóvenes, a través de los libros, a otro tipo de realidades diferentes a donde se desarrollan.

Menciona como ejemplo que en 2008 Elenita María Beserra presentó un proyecto de promoción de la lectura en Brasil, el cual describe su trabajo en escuelas donde había mucha violencia, en un contexto donde hacían falta programas de salud, espacios de arte y cultura, incluso salas de lectura. “No es que la lectura automáticamente te haga mejor persona desde lo espiritual o intelectual, pero sí te da la oportunidad de conocer otras realidades, otros valores”.

Señala que hace falta este tipo de proyectos en los que lo más importante es involucrar a las personas de las comunidades donde se van a llevar a cabo y tomen en cuenta sus necesidades. “Debe ser algo que no se imponga. Necesitamos dejar de juzgar al que no lee y centrarnos en revisar las condiciones por las que no se hace”.

Realidades alternas en los cuentos

Ya con formación en artes plásticas y bellas artes, María Teresa Ramírez hace 25 años tomó un taller de teatro y literatura infantil de la Dirección General de Educación Preescolar, donde aprendió a hacer escenografías y títeres. Trabajó como voluntaria en el Hospital de la Raza de la Ciudad de México y en la casa hogar Nuestra Señora de la Esperanza con jóvenes violentadas.

Después se integró a un proyecto en el barrio de Tepito de la Ciudad de México, donde empezó a atender a las poblaciones marginadas a través del teatro. Subraya la importancia de no creer que la lectura es la solución absoluta. Dice que actúa con cautela y con mucho respeto, a la par que mide sus acciones para saber cuándo es oportuno dejar de hacer este tipo de actividades.

Tuvo que alejarse de ese barrio: “Sentí que era un momento muy difícil y que yo no podía poner a los niños en riesgo”. Los miércoles por la tarde iba sola a la zona de los palomares en Tepito. Más de 20 niños salían de sus casas para encontrarse con Teresa. Mientras trabajaba con ellos, unos jóvenes en búsqueda de algún objeto de alto valor tomaron su maleta donde guardaba el material de trabajo; los niños la defendieron y después señalaron a los culpables.

Actualmente, en el pueblo de Nanacamilpa, Tlaxcala, hace un montaje escénico con títeres miniatura. Los niños leen un cuento y después de analizarlo elaboran sus personajes para representar la historia.

Trabajar en comunidades marginadas donde se presentan actos de violencia, en la mayoría de los casos, lleva un proceso de integración en la comunidad, apunta María Teresa: “No es fácil que te acepten cuando llegas. Uno va con la actitud de ayudar y de no creer que yo sé más que los demás, ni que yo puedo solucionar sus problemas”.

Cree que con proyectos de fomento a lectura se puede lograr que las personas se sientan atraídas por hacer cosas nuevas y positivas. Al principio de su labor en Tepito, algunos textos que escribían los niños eran violentos. María Teresa les planteaba que podían ser diferentes y ellos inmediatamente decían: “Sí, maestra, claro: no lo mató, nada más lo regañó”.

Su labor como promotora de lectura a través del teatro con títeres la tiene satisfecha y emocionada: “Si yo tenía que hacer algo en el mundo, ya lo hice. Conocí a unos niños con sus padres y hermanos en la cárcel. Sacarlos del entorno violento para que se enamoren de los textos es un reto que te deja feliz cuando ves sus ojos brillar”.

Material para
transformar la realidad


• Cuentos
• Lápices y colores
• Marcadores
• Hojas recicladas
• Borradores y sacapuntas
• Tijeras y cajas de cartón
• Accesorios

Sociedad en acción
Un proyecto que disminuye la violencia en Medellín


Durante la administración de Sergio Fajardo como alcalde de la ciudad colombiana de Medellín, de 2004 a 2007, se implementó el programa Compromiso Ciudadano, en el que, entre otras cosas, en las comunidades más pobres integró 64 centros de juego, recreación y fomento a la lectura: las ludotecas.

Parte de los programas integrales de Gobierno, a los que el ex alcalde de Medellín resume como el modelo de transformación social “Medellín, la más educada”, incluyó la construcción de una red de “parques bibliotecas” en diferentes zonas de la ciudad. El propósito de estos llamados centros culturales fue fomentar el encuentro ciudadano, las actividades educativas y lúdicas y el acceso a Internet.

Los “parques biblioteca” de Medellín cuentan con salones múltiples para talleres, salas multimedia y de lectura, así como un teatro para realizar actividades artísticas y musicales, entre otras. Los vecinos de las comunidades donde fueron instaladas acuden a hacer uso de diferentes servicios, como Internet gratuito, préstamo de libros y de salones para reuniones o exposiciones.

El propósito principal de Sergio Fajardo durante su alcaldía era disminuir la violencia y la desigualdad social: “Mostramos cómo la destrucción que trae la violencia se transforma en oportunidades. Logramos reducir sensiblemente la probabilidad de que alguien busque en la ilegalidad una alternativa de vida, lo cual disminuye la violencia y las intervenciones sociales toman más fuerza. Naturalmente, los problemas no se han acabado, pero los hemos reducido en tamaño e impacto”, menciona el ex alcalde en su libro Del miedo a la esperanza.

Para Sergio Fajardo, los dos grandes problemas que enfrentaba Medellín eran la profunda desigualdad social y la violencia arraigada, con raíces muy hondas. “El primero es muy profundo, es de la sociedad colombiana, de la sociedad latinoamericana, así como de muchos otros países en el mundo”, mencionó el político, que actualmente es copresidente del Partido Verde colombiano.

PARA SABER

Del 30 de noviembre al 2 de diciembre, el Encuentro de Promotores de Lectura en la FIL tuvo entre sus ponentes a Sergio Fajardo, ex alcalde de Medellín; a la promotora cultural Claudia Nájera y a la promotora de lectura María Teresa Ramírez.

Durante el encuentro se lanzó la convocatoria del premio al fomento de la lectura México Lee 2011. En la edición de este año, el ITESO recibió una mención honorífica en la categoría Fomento de la lectura y la escritura en otros espacios educativos

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