Cultura | Ejemplar relación con sus lectores La huella de Saramago en Guadalajara La directora de la FIL de Guadalajara, Nubia Macías, recordó que ''José Saramago era un hombre muy generoso con sus lectores, los atendía todo el tiempo'' Por: EL INFORMADOR 19 de junio de 2010 - 02:11 hs En 2004 el portugués participó en la Catedra Latinoamericana Julio Cortazar. ARCHIVO / GUADALAJARA, JALISCO (19/JUN/2010).- Fueron miles los pasos del escritor José Saramago por Guadalajara. En diversas ocasiones visitó la ciudad para encontrarse con sus lectores tanto en la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar como en la Feria Internacional del Libro (FIL). Hace 12 años, cuando recibió el Premio Nobel de Literatura, impartió la conferencia La ilusión democrática, en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara (UdeG), y el curso Cuatro escritores portugueses: Antonio H. Vieira, Camilo Castelo Branco, Eça de Queiros, Fernando Pessoa, en la sede la Cátedra Julio Cortázar. En 2004, fue uno de los invitados al coloquio Cortázar revisitado: nuevas lecturas, donde partió foro con los escritores Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Tomás Eloy Martínez. Saramago fue una de las figuras invitadas en ese mismo año a la FIL, donde se encontró con más de mil jóvenes. Entonces expresó que “lo mejor que puede pasarle a un escritor es sentirse acompañado por personas de otros países”. Dos años después regresaría para participar en un diálogo sobre literatura y política al lado de la también Premio Nobel de Literatura Nadine Gordimer y los escritores Elena Poniatowska y Tomás Eloy Martínez. Además, el autor portugués ofreció una lectura dramatizada de Las intermitencias de la muerte en el Teatro Diana, donde compartió el escenario con el actor Gael García Bernal y la chelista Jimena Giménez. La directora de la FIL de Guadalajara, Nubia Macías, recordó que “José Saramago era un hombre muy generoso con sus lectores, los atendía todo el tiempo”. Una de las personas que lo conoció en la ciudad fue la traductora Dulce María Zúñiga, quien en los primeros años de la década de los noventa comenzó el trabajo de pasar del portugués al español una serie de crónicas que se agruparon en El equipaje del viajero, publicada por la editorial de la Universidad de Guadalajara. Zúñiga explicó que ayer por la mañana sintió tristeza al enterarse de la muerte de Saramago y recordó aquel trabajo de traducción a la que fue invitada, después de gestionar los permisos necesarios, ya que Pilar del Río, la viuda de José Saramago, fue la traductora de toda la obra del autor al español. La palabra contra la injusticia Hace menos de un año, José Saramago expresó “yo no escribo para agradar ni para desagradar; yo escribo para desasosegar”, siempre fue así. Esa intención crítica en su obra es la que sigue sumando lectores. Su voz crítica y su afiliación al Partido Comunista lo confrontaron incluso con su país, Portugal. El escritor italiano Roberto Saviano también lamentó la muerte del autor Premio Nobel de Literatura 1998, y recordó lo siguiente: “Reproducimos un escrito reciente, donde su pasión por la justicia y la denuncia de un mundo injusto, es lo que nos deja como mensaje de su indignación. Nunca hay que perder la capacidad de indignarse, y Saramago a su edad era mucho más pujante y vivo que tantos jóvenes de hoy”. El escrito al que se refiere Savino es La injusticia globalizada, donde la voz de Saramago hace énfasis en la democracia: “El elector podrá quitar del poder a un Gobierno que no le agrade y poner otro en su lugar, pero su voto no ha tenido, no tiene y nunca tendrá un efecto visible sobre la única fuerza real que gobierna el mundo, y por lo tanto su país y su persona: me refiero, obviamente, al poder económico, en particular a la parte del mismo, siempre en aumento, regida por las empresas multinacionales, de acuerdo con estrategias de dominio que nada tienen que ver con aquel bien común al que, por definición, aspira la democracia”. Otro espacio donde la crítica del escritor portugués estuvo presente fue en su blog El otro cuaderno de Saramago. Ahí manifestó su opinión sobre la crisis económica mundial de 2009 y el triunfo de Barack Obama. En México, siempre le interesó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. En 1997 llegó a Chiapas gracias a su amigo Carlos Monsiváis y sus primeras palabras ahí fueron: “vengo a poner mis palabras a sus órdenes”. Su voz siempre abanderó las causas sociales en naciones como Argentina, Chile, Haití y Uruguay, países víctimas de las dictaduras. África también atrajo su mirada, así como Palestina y recientemente en una obra inconclusa la crítica fue al tráfico de armas. Bibliografía *Tierra de pecado, su primera novela en 1947 Claraboya, obra no publicada escrita en 1948 *Poemas posibles, su primer libro de poesía, 1966 Probablemente alegría, 1970 *De este mundo y el otro. Colección de crónicas de prensa, 1971 El año de 1993, 1975 Manual de pintura y caligrafía, 1977 Casi un objeto, 1978 *La noche, su primer obra de teatro en 1979 Levantando el suelo, 1980 *Viaje a Portugal, guía de turistas 1981 Memoria del convento, 1982 El año de la muerte de Ricardo Reis, 1984 La balsa de piedras, 1986 La segunda vida de San Francisco de Asís, 1987 Historia del cerco de Lisboa, 1989 El Evangelio según Jesucristo, 1991 Una tierra llamada Alentejo, 1992 Ensayo sobre la ceguera, 1995 Los cuadernos de Lanzarote, 1997 Todos los nombres, 1998 La Caverna, 2000 *La flor más grande del mundo, obra infantil de 2001 Los cuadernos de Lanzarote II, 2001 El hombre duplicado, 2002 Ensayo sobre la lucidez, 2004 Las intermitencias de la muerte, 2005 Poesía completa, antología 2005 Las pequeñas memorias, 2006 El viaje del elefante, 2008 El nombre y la cosa, 2008 El cuaderno, recopilación de su blog en 2009 Caín, 2009 Sus palabras “Minutos después, ya solos, el médico se sentó al lado de su mujer, el niño estrábico dormía en un extremo del sofá, el perro de las lágrimas, tumbado, con el hocico sobre las patas delanteras, abría y cerraba los ojos de vez en cuando para indicar que seguía vigilante, por la ventana abierta, pese a la altura del piso, llegaba el rumor de las voces alteradas, las calles debían de estar llenas de gente, la multitud gritaba una sola palabra, Veo, la decían los que ya habían recuperado la vista, la decían los que de repente la recuperaban, Veo, veo, realmente empieza a parecer una historia de otro mundo aquella en que se dijo, Estoy ciego. El niño estrábico murmuraba, debía de estar soñando, tal vez estuviera viendo a su madre, preguntándole, Me ves, ya me ves. La mujer del médico preguntó, Y ellos, y el médico dijo, Éste probablemente estará curado cuando despierte, con los otros no será diferente, lo más seguro es que estén ahora recuperando la vista, el que va a llevarse un susto, pobrecillo, es el amigo de la venda negra, Por qué, Por la catarata, después del tiempo pasado desde que lo examiné, debe de estar como una nube opaca, Va a quedarse ciego, No, en cuanto la vida esté normalizada, cuando todo empiece a funcionar, lo opero, será cuestión de semanas, Por qué nos hemos quedado ciegos, No lo sé, quizá un día lleguemos a saber la razón, Quieres que te diga lo que estoy pensando, Dime, Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, Ciegos que ven, Ciegos que, viendo, no ven. La mujer del médico se levantó, se acercó a la ventana. Miró hacia abajo, a la calle cubierta de basura, a las personas que gritaban y cantaban. Luego alzó la cabeza al cielo y lo vio todo blanco, Ahora me toca a mí, pensó. El miedo súbito le hizo bajar los ojos. La ciudad aún estaba allí.” José Saramago Líneas finales de su Ensayo sobre la ceguera. México, Alfaguara, 2001, pp. 419-420 Temas Literatura Escritores Decesos personalidades del arte José Saramago FIL 2010 Lee También FIL lanza app móvil, ¿dónde descargarla y para qué sirve? FIL 2024: ¿Cómo llegar a la Expo Guadalajara? Muere en Inglaterra John Alfred Tinniswood, el hombre más longevo del mundo Revelan cronología de Liam Payne del día de su muerte Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones