"Picar piedra. Iniciativas ciudadanas frente a la violencia" se presento en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), la obra en la que se explican distintas iniciativas para contrarrestar este mal de la sociedad, ofrece un panorama del fenómeno y un conocimiento sobre la paz a manera de resolver conflictos. El texto coordinado por Ingrid Spiller y Rodolfo Aguirre Reveles contiene el trabajo del periodista Marco Lara Klahr y otros colaboradores. La directora de la asociación, Annette von Schoenfeld, fungió como moderadora en el evento, donde destacó que el trabajo de la ciudadanía en problemáticas como esta tiene un gran valor porque es significado de que sí se puede cambiar a un país. Rodolfo, que es economista y ha trabajado en la UNAM y el Iteso, tiene un año colaborando con la institución y él ahí se encarga de la democracia, ciudadanía y derechos humanos. "Cuando empezamos el trabajo nos saltaba el tema de la seguridad. La violencia en México fue un boom en los últimos años. En 2001 hicimos un encuentro internacional con activistas y asociaciones, hubo gente de Colombia, Guatemala, Honduras, Argentina y Brasil, donde la primera idea era hacer un intercambio de experiencias y a partir de ahí surgieron aprendizajes de organizaciones que ya trabajaban el tema en sus propis países, algunos (testimonios) fueron recolectados en el libro". Explica que lo interesante de este trabajo es que además de dar a conocer las iniciativas, tiene varios objetivos, como romper la parálisis del miedo y la indiferencia, "algo que probablemente todos hemos visto". En 2011 y 2012, señala, hubo un fenómeno paradójico en la sobre exposición mediática del tema de la violencia, "sentimientos de inseguridad, insensibilización y al mismo tiempo una inmovilidad". El especialista comparte que no hay una sola violencia, hay muchas, aunque la que más se ha resaltado es la del crimen organizado, entre esas otras está la que se ejerce contra la mujer. También con este libro buscan demostrar las alternativas en el tema de la seguridad, que aunque de principio es una responsabilidad total del Estado. La sociedad civil también es participe de mejorar las condiciones. "Hay personas que han trabajado desde el nivel local que ya han generado metodologías para enfrentar ciertas manifestaciones de violencia".Entre esos ejemplos destacan: Crear cultura de paz, pensar en cómo nos relacionamos y buscamos resolver los conflictos y revalorar la vida, además del papel de la cultura como el trabajo de las actividades artísticas que ayudan en la idea de reconstrucción del tejido social y la cultura en formas de ser y ver el mundo para cambiar valores. Marco, quien es reportero con especialidad en reportaje del ámbito judicial, es activista e investigador y ha ganado en dos ocasiones el Premio Nacional de Periodismo, subraya que ha escuchado las expresiones más extravagantes sobre cómo las personas y los periodistas ven el mundo y el tema de la violencia y el delito. "Los reporteros de la Ciudad de México o de justicia le llamamos carnita a la vida intima de las víctimas. En el proceso de transición en México nos olvidamos de la transformación y eso nos ha llevado a un escalamiento de la violencia simbólica". Lara observa que la juventud es la última cadena que se enrola en el crimen organizado y además lo hacen con mayor vulnerabilidad. "Los primeros que se sumergen son los que están en el servicio público porque tiene implicaciones donde hay una parte de delincuencia organizada". En cuanto al tema de la paz, refiere que este es un proceso complejo que no tiene que ver con las buenas vibras. "No es el antónimo de guerra o de conflicto, es la capacidad de una sociedad para transformar sus problemas pacíficamente. Los conflictos no desaparecen, se transforman". EL INFORMADOR / ENRIQUE ESPARZA