La 'casa de los fantasmas' cobra vida

GUADALAJARA, JALISCO (17/DIC/2015).- Si todo sale según lo planeado, la Casa Reforma (ubicada en la calle del mismo nombre, entre Pedro Loza y Santa Mónica) tendrá su preapertura el 30 de abril de 2016 con la puesta en escena “Matías y el pastel de fresa” en el Teatro América que edificarán en el lugar, adelanta Antonio Camacho Oropeza, director de la Coperacha, compañía que cuenta con el comodato del espacio hasta 2036.

El líder del grupo teatral anuncia que para principios de año ejercerán los cuatro millones de pesos recibidos en 2015 del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), a través del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), para terminar los acabados de la parte frontal (la casa está dividida en crujía de frente, poniente y oriente).

“Se va a implementar un pequeño teatro de cámara para marionetas, títeres de pequeño formato. Esta casa va a ser el Centro Cultural para la Niñez. Vamos a implementar una ludoteca”, precisó el director de la compañía.

Añadió que  el proyecto ha abierto entre ellos un debate muy interesante sobre su historia porque creen que  el inmueble pertenecía a Pedro de Céspedes, uno de los conquistadores de la ciudad: “Esa lectura que le queremos dar desde el origen la vamos a contar a través de fantasmas, de hologramas de todos estos personajes. Porque en el siglo XIX era conocida como ‘la casa de los fantasmas’”.

Antonio Camacho considera que en términos generales la rehabilitación de la casa va en un 50%, por lo que buscarán más fondos para abrir todas las crujías próximamente: “Estamos por iniciar una etapa de procuración de recursos de fundaciones extranjeras, empresas privadas, empresas locales”.

Buscarán que sea habitable

Cuauhtémoc De Regil, arquitecto y perito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien supervisa que los trabajos se realicen de acuerdo a las normas permitidas para la finca, explica que las expectativas que se tienen con los nuevos recursos es que la casa quede habitable, ya que —por ejemplo— ahora no hay sanitarios ni electricidad, aunque todo está preparado para ello. “Faltan aplanados, pisos que se irán a completar, habilitación de Ludoteca, teatro América y otros espacios pensados”.

El especialista indica que este tipo de edificios no se adaptan a cualquier uso, por lo que algunas veces se deben sacrificar cosas o cambiar funciones: “Por mencionar un caso, el decir necesitamos un área de carga y descarga, pero aquí no se podía”.

De Regil destaca que los trabajos que se hicieron con el recurso pasado (cuatro millones de pesos, de acuerdo con una nota publicada en este medio el 13 de enero de 2015) se logró consolidar los muros ya que el deslave del adobe hacía que no tuvieran capacidad de carga , algo que se consiguió haciendo sustitución y tejidos.

“Ya se consolidó el edificio, está sólido, se ha rescatado la lectura histórica. Si lo hubiéramos visitado como antes estaba pocos entenderían lo que era, se han ido descubriendo y encontrando una serie de vestigios, yo le llamaría arqueológicos”.

Con esta restauración se logrará que la Casa Reforma —cuya construcción está registrada a finales del siglo XVII— se convierta en un destino público social y cultural que podrá a su vez ser didáctico, señala el perito.