La atormentada vida de José Donoso, escrita por su hija

SANTIAGO DE CHILE.- La hija del escritor José Donoso (1924-1996) ha querido saldar cuentas con su padre, con quien le unió una tormentosa relación. Y lo ha hecho volcando sus secretos en Correr el tupido velo (Alfaguara) , una extensa obra donde desmenuza la vida del escritor chileno.

Durante muchos años, confiesa Pilar Donoso, no logró separar la realidad de la ficción en la relación con su padre: “No puedo liberarme de su cadena opresora. ¿Seré yo también un personaje de sus novelas y no él un personaje de mi vida?”.

La tensión entre ambos marcó su existencia y, posiblemente, también la de su progenitor. En uno de sus cuadernos, dejó grabado la inquietud que su hija le generaba: “Sigue y se agudiza el problema Pilarcita, que nos tiene totalmente crucificados con su odio, su odio a sí misma, su odio al mundo, a su marido, a sus hijas. De pronto temo un asesinato, tan violenta y perversa es”.

Esa relación despertó en Pilar Donoso, según dijo, uno de sus más grandes temores mientras trabajaba en el libro, de 442 páginas: que fuese tomado como una “vendetta”.

El lado más oscuro del escritor

Reflexiones sobre su homosexualidad, sus grandes amarguras y frustraciones, su odio, desprecio o aprecio hacia parientes, amigos o conocidos, su falta de sentido práctico, todo aparece relatado en primera persona, a través de pasajes de su vida.

Pilar Donoso se sumergió durante ocho años en los 64 diarios, cada uno de varios centenares de páginas, que el autor de El obsceno pájaro de la noche dejó antes de morir en las universidades de Iowa y Princeton (Estados Unidos), en las que fue profesor.

El título, Correr el tupido velo, proviene también del universo donosiano: está tomado de Casa de campo (1978), para muchos críticos una de las grandes obras del escritor y cuyos personajes, pertenecientes a la oligarquía, “corrían un tupido velo” sobre los asuntos que les incomodaban o podían atentar contra la familia.

Pese a que Pilar Donoso no se propuso desvelar secretos ocultos en su libro, considera que éste cierra un círculo de pasiones “digno de la mejor de sus novelas” respecto de su padre, también autor de Coronación (1957), El jardín de al lado (1981) y Donde van a dormir los elefantes (1995), entre otras obras.

“Mi propio padre me encomendó esta tarea antes de morir”, segura Pilar, precisando que en los cuadernos de Donoso hay dedicatorias que el autor dejó expresamente para sus “futuros biógrafos”, así como reflexiones acerca de si su hija sería “capaz de llevar adelante esta labor”.

“Al leer sus diarios no puedo sino confirmar que él mismo, más allá de su arte como novelista, tenía una seria disfunción de la realidad”, deja en el aire Pilar Donoso, con cierto halo de tristeza.