Cultura | Cuenta con Jan Latham-Koenig como director artístico La OFUNAM ofrece concierto con obras de Beethoven y Berlioz Cuentan con Jan Latham-Koenig como director artístico, y los Cuatros intérpretes de Viena se presentan como concertinos invitados Por: NTX 9 de junio de 2013 - 21:11 hs La OFUNAM inicia con su Segunda Temporada de Conciertos 2013. ARCHIVO / CIUDAD DE MÉXICO (09/JUN/2013).- La Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM) presentó ayer sábado --Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario (CCU)-- el Programa No. 7 de la Segunda Temporada de Conciertos 2013 con obras del alemán Ludwig van Beethoven (1770-1827) y del francés Hector Berlioz (1803-1869). Recepción que contó con la presencia de los integrantes de la Orquesta Filarmónica de Viena: Raimund Lissy (violín), Sebastian Bru (violonchelo), Robert Bauerstatter (viola) y Srebra Gelleva (piano); Jan Latham-Koenig fungió como conductor. "Concierto para violin, violonchelo y piano" (I Allegro, II Largo, III Rondo alla polaca-Allegro-Tempo primo), de Beethoven, y "Haroldo en Italia" (I Haroldo en las montañas: escenas de melancolía, gozo y bienestar, II Marcha de los peregrinos que cantan la plegaria vespertina, III Serenata de un montañés en los Abruzos, IV Orgía de los bandidos; recuerdos de escenas precedentes), de Berlioz, fueron las composiciones mostradas. Tiempo primo. El genio de Bonn y su "Triple Concierto". Dicen que Ludwig van Beethoven sería en nuestros días, indiscutiblemente, un gran compositor de jazz/rock. En la cronología del arte europeo de las dos últimas centurias no hay personalidad que haya intervenido de forma tan cabal en el progreso posterior de la música como él. Transitó del periodo clásico hasta los inicios del romanticismo. Su voluntarioso padre, Johann -cantante, tenor, en la capilla del arzobispo príncipe de Colonia--intentó hacer de él un niño prodigio en imitación de Mozart, pero todo fue un fracaso: habría que esperar hasta el año 1792 --el joven Beethoven se establece en Viena--, época en la que da muestra de ser un pianista de consumado talento para la improvisación. Compositor, director de orquesta y pianista, legó 32 sonatas para piano, tres "Bagatelas" para piano, 16 cuartetos, siete tríos, 10 sonatas para violín y piano, una ópera ("Fidelio"), una "Missa solemnis", cinco conciertos para piano y orquesta, un concierto para violín y orquesta y nueve sinfonías. Escrito entre 1804 y 1805 y estrenado en 1808, este concierto es el único que Beethoven compuso para más de un instrumento solista. Se dice que está dedicado al Archiduque Rodolfo de Austria (hijo del emperador Leopoldo II), alumno de piano del músico. Parte de piano sugestiva y transparente (fragmentos afines para las dos manos, conformes fáciles y pocas pausas); y pasajes para violín y violonchelo de extremada exigencia técnica. Allegro que inicia con los violonchelos escoltados por las violas hasta un tutti de las cuerdas que la OFUNAM interpretó con sentido íntegro. Hermosos solos de Bru y Lissy en paralelo con el piano que recrea el motivo melódico. Largo de seductora alianza de los solistas: violonchelo glosando aberturas que exigen pericia: Bru supo descifrarlas con certera factura instrumental; pianista que se deleita con la motivación melódica, y violin en desafiante contrapunto. Trío en pasajes de seductora inscripción armónica. Rondo alla polaca-Allegro-Tempo primo, tercer movimiento de esplendores que concluye un concierto quizás menospreciado, pero de gran perfección instrumental. Los tres concertinos (Bru, Lissy y Gelleva) y la OFUNAM dieron muestra de justo sentido beethoveniano bajo la conducción de un Latham-Koenig vehemente y preciso. Algunas presencias tonales del espléndido "Concierto para violin", op. 61 (1806): Beethoven en absoluto dominio de la técnica del violín. "Triple Concierto" ejecutado de manera convincente. Ovación cerrada. Cuatro salidas de los concertinos europeos. Intermedio. Se abordó a los investigadores musicales Hervé Prado y Alfredo Troncoso y los inquirió sobre el desempeño de los solistas. Prado manifestó: "El violonchelista es un gran músico: de manera estupenda sorteó los cambios de posiciones de la mano izquierda y nunca se perdió la fluidez del discurso". Por su parte, Troncoso consideró: "La pianista ejecutó esos pasajes, que se dicen fáciles, con una maestría transparente, categórica, franca. El violinista hizo gala de unos ataques de precisas consumaciones. Un concierto clásico, en el cual se vislumbran ciertos trazos románticos". Tiempo segundo. Berlioz. "Haroldo en Italia" (basada en "Las peregrinaciones de Childe Harold", de Lord Byron), segunda sinfonía del autor de la popular "Sinfonía Fantástica" (inspirada en "Confesiones de un opiómano inglés", de Thomas de Quincey). Gran orquestador con claras influencias de Gluck, Weber y Beethoven; y músico de marcada inspiración literaria (Virgilio, Goethe, Shakespeare, Cellini...). Composición trazada en un tema recurrente para una viola (cuentan que Paganini se negó a interpretarla porque "no me da suficiente oportunidad para hacerme oír. Hay demasiado silencios y yo debo tocar todo el tiempo", decía) a la manera de un concierto, pero sin presencia dominante del solista. I. Haroldo en las montañas: escenas de melancolía, gozo y bienestar: preludio de los violonchelos seguido de flauta que registra la melodía en paralelo con los demás alientos y sustentos de las cuerdas. Sublime solo de la viola en diálogo con el arpa. Seductores riffs de los metales en rescate del tema melódico. Lucimiento de la arpista Mercedes Gómez Benet y de la viola invitada Robert Bauerstatter. II. Marcha de los peregrinos que cantan la plegaria vespertina: expedición rítmica con lenitivos acuses de vals. Tranquilas enunciaciones. Breves y sugerentes hálitos de los metales. Alientos que suscriben seductores fragores. La OFUNAM hizo gala de versátiles apuntes tímbricos. Sostenido solo de la viola. Arpa que prefiguró los recodos del silencio. III. Serenata de un montañés en los Abruzos: Bauerstatter inició con atrayente motivo armonioso. Progresivo seguimiento de las cuerdas hasta la entrada de la viola en afanoso espíritu byroniano. IV. Orgía de los bandidos; recuerdo de escena precedentes: fragores de los metales, cuerdas en resplandores galopantes. Empalmes de silencios y retumbos. Apoteosis final de borrascosa sonoridad orquestal. Una OFUNAM bajo certera conducción de Latham-Koenig. Palmas que obligaron al solista y al director a cuatro salidas. Ayer la OFUNAM desplegó dos momentos de exaltados resultados: capacidad y vigor concertino de una orquesta que en cada recepción se crece. Hoy, a las 12:30 se repite el programa: vale la pena darse una vuelta por la Sala Nezahualcóyotl del CCU. Se anunció el Programa 8 del próximo fin de semana (junio 15/16): obras de Lutoslawski ("Pequeña suite" y "Concierto para violonchelo") y Rimski-Korsakov ("Scheherezade"), concierto que contará con la presencia de Jesús Castro Balbi (violonchelo), Sebastian Kwapisz (violín) y Carlos Miguel Prieto (director huésped). Vaya agasajo que prepara la OFUNAM para los melómanos. Temas UNAM Orquesta Filarmónica Música Clásica Lee También Estas son las 'mayores estrellas del pop del siglo XXI' según Billboard Sean 'Diddy' Combs: Niegan la libertad bajo fianza por tercera vez Celebra 100 años la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM Spotify Wrapped 2024 llega pronto; conoce cómo ver tu resumen musical del año Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones