La OFJ y cuatro voces brindan por Guadalajara

GUADALAJARA, JALISCO.- Cuatro voces destellaron al lado de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) ayer sobre la plancha de la Plaza de la Liberación, en el marco del 468 aniversario de la fundación de Guadalajara que convocó a poco más de mil 500 personas.

La OFJ fue acompañada por la interpretación del tenor Fernando de la Mora, el barítono Flavio Becerra, la soprano Lupita Mosqueda y la mezzosoprano Mireya Ruvalcaba, en un repertorio que apenas duró 75 minutos en una velada que bien podría haberse extendido por más tiempo.

Con un repertorio variado, en el que destacó el romanticismo y en el que se incluyeron temas como Torna a surriento, Vals de Musseta, Sueño imposible, Aria de Sansón y Dalila, Nessun dorma, Dime que sí, Cuando vuelva a tu lado, Vesti la giubba, La Habanera, Te quiero dijiste, Desde este apacible rincón, Granada y Júrame.

Uno a uno, los cantantes fueron alternándose el escenario para dar voz a cada melodía. Sin duda, la cereza en el pastel fue el tenor Fernando de la Mora, quien a la mitad de Cuando vuelva a tu lado expresó su agradecimiento por compartir el escenario con “un orgullo de Jalisco y de México: la OFJ”.

El público en todo momento fue cálido y receptivo con las interpretaciones de los cantantes mexicanos, así como de los músicos de la OFJ en esta ocasión bajo la conducción del director huésped, Enrique Radillo, quien con anterioridad ya ha estado en la batuta de la misma y en esta ocasión como en las anteriores, no fue la excepción y supo llevar a la orquesta a niveles que emocionaron a un público en su mayoría adulto.

Reconocen una trayectoria

Durante la presentación de la OFJ, en la noche de ayer también hubo espacio para reconocer la trayectoria de una mujer que desde 1976 y hasta la fecha se ha volcado a la promoción de la cultura en Jalisco, estando al frente de la entidad Conciertos Guadalajara: Martha González de Hernández Allende.
Esa experiencia que ha cultivado durante 34 años la ex directora del Instituto Cultural Cabañas (1989-1992), la describió como “una vida llena de color, de amor y de enseñanza”.

Reconoce que a lo largo del camino hubo algunos tropiezos, pero que estos fueron los menos. Acompañada de sus hijos, tras la entrega del reconocimiento señaló que esto la obliga a “estar más comprometida con la promoción de la cultura en el Estado, el tiempo que nos quede”.

Asimismo, declaró estar orgullosa de haber apoyado en sus inicios a cantantes como Fernando de la Mora, quien hoy tiene un papel destacado a nivel internacional.