La Huasteca Potosina se prepara para recordar a los muertos

CIUDAD DE MÉXICO (19/OCT/2010).- Con un alto en el camino para que en una sagrada reunión se encuentren vivos y fallecidos, presente y pasado, es como se conmemorará la tradicional festividad en 'Xantolo, festividades de Día de Muertos en la Huasteca Potosina', se anunció hoy aquí.  

En conferencia de prensa, el secretario de Turismo de San Luis Potosí, Enrique Abud Dip, explicó que este programa se llevará a cabo a partir del próximo 30 de octubre y durante todo el mes de noviembre.  

Recordó que esta celebración ancestral es tradicional de las 20 comunidades que conforman la Huasteca Potosina, de la cual los grupos étnicos de la región se han encargado de preservar estos usos y costumbres.  

Mencionó que para este año se espera que este evento deje una derrama económica para esa zona del estado de San Luis Potosí de alrededor de 11 millones de pesos, toda vez que se espera la visita de mas de 18 mil visitantes.  

Indicó que como parte de la festividad, la Huasteca potosina se prepara con un semana de antelación, tiempo en el que en los poblados se levantan los altares llamados 'Arcos', profusamente adornados con flor de cempasúchil, velas e imágenes.  

Igualmente, dijo, montan ofrendas con dulces, frutas y bebidas, así como hacen senderos con velas y pétalos de cempasúchil a los altares domésticos, para señalar el camino a las almas que los visitan. Además, la tradición dice que a los difuntos pequeños se le debe dar chichiliques (regalos consistentes en comida o golosinas).  

El funcionario estatal detalló que los altares huastecos se componen de una mesa de madera en la que en cada esquina se coloca una vara que representa las cuatro etapas de la vida del hombre: infancia, adolescencia, adulto y vejez.  

Explicó que las vara se doblan y se atan las puntas para formar dos arcos, en los cuales los travesaños significan el paso de los siete ríos mitológicos donde se purifican las almas.  

Añadió que a finales de octubre los deudos se abastecen de los elementos que se colocan en las ofrendas: velas, copal, cuadros con imágenes, flores de papel, cohetes, tabaco, aguardiente, pan, dulce, chocolate y café.  

Igualmente se elaboran coraleros, candelabros, ollas y comales para que los visitantes difuntos encuentren todo nuevo donde en el tiempo terreno fue su hogar.  

Destacó que el 31 de octubre se prenden las primeras velas, se comienza a incensar el altar y se avientan cohetes, con lo que se da la bienvenida a las ánimas y anunciando la fiesta. Las primeras ofrendas son para los niños, conocidos como 'angelitos'.  

El 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, se hace una velación con rezos y alabanzas y se inciensan las imágenes y el altar, y continúa la convivencia toda la noche. Los indígenas tenek acompañan con piezas musicales que se tocan para la Danza de la Malinche y otros, que se tocan toda la noche.  

Señaló que el 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, en las comunidades tenek y nahuas se acostumbra llevar las ofrendas a los panteones, y se adornan las tumbas con flores.  

Lo anterior, porque existe la creencia de que las ánimas de los difuntos permanecen todo el mes de noviembre entre los deudos y el día último de mes se renueva la ofrenda y se adorna el lugar con frutas o flores para despedir a los difuntos.  

Abud Dip destacó que cada municipio que integra la ruta de Xantolo tiene varias y diversas actividades en torno a esta festividad. Si bien son las mismas tradiciones y costumbres en toda la región, hay localidades que se distinguen por sus rituales en torno a esta fiesta