La Historia, ese arte narrativo

GUADALAJARA, JALISCO (14/MAR/2013).- Desde sus orígenes hasta la actualidad, la Literatura y la Historia han mantenido un diálogo constante que ha interesado a historiadores, poetas, críticos literarios, escritores y académicos. Para contribuir al estudio de tan amplia y compleja relación, el cuerpo académico de Literaturas Comparadas del Departamento de Estudios Literarios de la Universidad de Guadalajara, organiza el Coloquio Internacional de Historia y Literatura, que se llevará a cabo los próximos 19 y 20 de marzo en las instalaciones del CUCSH (Guanajuato No.1045, Col. Alcalde Barranquitas).

Entre las más de 40 ponencias que se escucharán a lo largo de esos dos días, destacan las conferencias magistrales de los historiadores Jacques Lafaye y Enrique Florescano. Este último, además, recibirá un homenaje de la institución por 51 años de labor académica.

En entrevista telefónica desde su casa en la Ciudad de México, el doctor Florescano explicó a grandes rasgos lo que compartirá en su charla Historia y Ficción, una relación que el historiador ha explorado anteriormente en diversos libros y artículos.

Contó que las disciplinas que en un principio estuvieron estrechamente ligadas, se separaron de tajo cuando los historiadores consideraron que los mitos y las leyendas eran poco científicos, y —en busca de una sistematización del conocimiento y mayor rigor en sus procesos—, comenzaron a utilizar un lenguaje especializado que “los apartó de los sectores populares”.

La anterior separación fue incuestionada hasta la década de los noventa del pasado siglo XX, cuando el historiador posmodernista Hayden White, afirmó en su libro Metahistoria que la Historia y la literatura eran ambas ficciones verbales “cuyo contenido es inventado tanto como descubierto”.

Vino entonces “un gran debate que animó toda el área de la investigación histórica”, continuó el historiador veracruzano, ya que “el lenguaje mítico, los ritos y las leyendas, volvieron a ser fuentes importantes de la investigación histórica; sobre todo para estudiar las culturas que transmitieron sus conocimientos por medio del lenguaje oral”.

Con la reincorporación de estas herramientas, dijo Florescano, “la Historia se enriqueció”, ya que fue posible entender la historia de una buena cantidad de pueblos antiguos y contemporáneos.

En su intento por defender los procedimientos de su disciplina, los historiadores argumentaron que “la literatura y la Historia son dos formas distintas de representar la realidad”. La diferencia, continuó el profesor, es que el novelista o cuentista tiene permiso de inventar personajes o situaciones, siempre y cuando consiga que parezcan verdad. El historiador, en cambio, se limita a seguir las huellas del pasado para reconstruir un tiempo, una época o un acontecimiento.

Y sin embargo, para Florescano, “la Historia sigue siendo fundamentalmente un arte narrativo”. Por eso aplaude la tendencia en los historiadores actuales de acercarse a las técnicas y métodos de la literatura, el cine o los comics, con el objetivo de mejorar su manera de transmitir el pasado.

“Yo afortunadamente me desarrollé con amigos que eran escritores, pintores, o creadores de otras artes, y nunca me distancié de eso. Tenía muchísima inquietud de apropiarme de esos instrumentos para poder escribir mejor”, contó el multilaureado historiador sobre las influencias de la literatura en su carrera de más de medio siglo.

Lo importante, concluyó, “es que el pasado pueda ser revivido y repensado para que realmente pueda enseñarnos (...) y no se puede dotar al pasado de nueva vida, si no tiene el atractivo de una realidad bien contada, bien narrada, bien expresada”.

“¿Cuál de las dos es parte de la otra?”

También el historiador Jacques Lafaye —de origen francés pero asentado en Guadalajara— explorará el tema en una conferencia plenaria que ha titulado Literatura e Historia: ¿cuál de las dos es parte de la otra?

Para el autor de Quetzalcóatl y Guadalupe (1974), “la Historia es ciencia pero es ficción al mismo tiempo: es ciencia por sus bases documentales, pero es una reconstrucción fruto de la imaginación del historiador”. De igual forma, agregó, las novelas sociales y políticas escritas en el pasado pueden considerarse documentos históricos, ya que ahí es posible “captar la atmósfera, la vida cotidiana, las pasiones políticas o religiosas” de cierto momento determinado.

El coloquio que tendrá lugar en los auditorios Carlos Ramírez Ladewig y Silvano Barba, contará además con las ponencias de académicos internacionales, quienes participarán en la discusión desde cinco distintas mesas de diálogo: La narración del espacio en la Literatura y la Historia; Objetivación científica y artística de la vida cotidiana; Un problema de fronteras: historia y ficción; Zonas Intermedias entre Literatura e Historia; y Géneros literarios y discurso historiográfico.

El programa completo se puede solicitar escribiendo un correo a coloquiohistoriayliteratura@gmail.com.

EL DATO
La hora y el sitio

Martes 19 de marzo

10:00 horas. Ceremonia de inauguración y homenaje al Dr. Enrique Florescano. Auditorio Silvano Barba

11:00-11:50 horas. Conferencia inaugural: Historia y ficción. Dr. Enrique Florescano. Auditorio Silvano Barba.

17:20-18:00 hrs. Conferencia plenaria: “Literatura e historia: ¿cuál de las dos es parte de la otra?”. Dr. Jacques Lafaye. Auditorio Silvano Barba.

Miércoles 20 de marzo

17:30-18:20 horas. Conferencia de clausura: El arte de la ciencia: literatura e historia. Dr. Rafael Torres Sánchez. Auditorio Silvano Barba.

PARA SABER
La academia

El cuerpo académico de Literaturas Comparadas del Departamento de Estudios Literarios de la Universidad de Guadalajara, está conformado, entre otros, por los investigadores Dulce María Zúñiga (coordinadora de la Cátedra Cortázar), Teresa González Arce y Rafael Torres Sánchez.