Viernes, 29 de Noviembre 2024
Cultura | Mario Vargas Llosa abre el debate con su libro La civilización del espectáculo

La Cultura puesta en una encrucijada

Mario Vargas Llosa abre el debate con su libro La civilización del espectáculo. Especialistas reflexionan sobre la banalización de las artes

Por: EL INFORMADOR

En la imagen, el Nobel en una firma de libros durante la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara.  /

En la imagen, el Nobel en una firma de libros durante la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara. /

MADRID, ESPAÑA (12/ABR/2012).- El siglo XX terminó dando los cuartos y el XXI pasó a dar las campanadas que anuncian el fin de la cultura. Al menos como se conoce tradicionalmente, no solo como creación y reflexión, sino también como moldeadora de cierto orden en la sociedad y guía en la vorágine del conocimiento. A cambio ha entrado de lleno La civilización del espectáculo, como la llama Mario Vargas Llosa en su nuevo libro editado por Alfaguara. Un ensayo en el que analiza la situación dominada, según el Nobel, por la banalización de las artes, la pérdida de valores estéticos donde todo se iguala, la frivolidad de la política, el deslizamiento del periodismo hacia el amarillismo y la obsesión por convertir todo en diversión. Un libro que abre un debate al que se unen personajes de la cultura, en cuyas reflexiones parecen filtrarse, con optimismo, aquello de: ¡La cultura ha muerto, viva la cultura!

"Yo no hablaría de retroceso, sino de cambios en el producto cultural con consecuencias positivas y negativas", aclara la filósofa Victoria Camps. O acaso "¿quién puede saber cuál es el retroceso, cuál el progreso? Hay un punto en el que prácticamente es imposible saber si hay degradación o el cambio que puede llevar a otras formas desconocidas", explica Victoria Cirlot, experta en cultura y literatura medieval.

El mayor retroceso, según José Manuel Blecua, director de la Real Academia de la Lengua, es que se ha identificado la cantidad con la calidad. "El brillo efímero del mercado -y la tiranía de las estadísticas- con el éxito. Hemos perdido valores tan esenciales como el tesón y el sacrificio, necesarios para lograr resultados en cualquier campo del saber". Blecua también echa de menos el sentido crítico y lamenta que se piensa poco mientras somos víctimas de las prisas. Recuerda que ya en 1975, Álvaro Cunqueiro dijo que "el periodismo está enfermo de superabundancia". "¿Qué comentaría ahora? Es fácil de suponer. Disponemos de más información que nunca, pero es dudoso que sepamos más que antes". Aunque sin mostrarse apocalíptico ni menospreciar los avances y el acceso a los recursos que proporcionan las tecnologías, cree conveniente cambiar el modelo: "Devolver el gusto por el estudio sosegado y abandonar la velocidad, sobre todo si desconocemos la dirección, el destino del viaje".

Una cultura-espectáculo, según Victora Camps, propiciada por la importancia de la imagen y la tiranía de la audiencia, que lo simplifica todo y lo convierte en puro entretenimiento. "Tiene la virtud de que es más democrática y llega a más gente. El problema es quedarse solo con ese soporte cultural y no complementarlo con otros soportes más clásicos". Aplaude que el acceso a la cultura ha aumentado, "pero si la persona no ha aprendido a discernir y a seleccionar, la cultura-espectáculo no la hará más culta".

El filósofo Manuel Cruz recomienda tomarse la banalidad en serio "o, si se prefiere, formular esto mismo de una manera algo más filosófica (y un punto grandilocuente), la posmodernidad no es la causa de nada sino el efecto de algo. Si no se atiende a los cambios en la estructura del mundo real (en la economía, en la sociedad, en la política, en la entera vida) y se queda uno en el mero reflejo en la esfera de lo imaginario, no hay forma de ir más allá del teatral lamento por el regreso de la barbarie (o por la apología de la ignorancia: la otra cara de la misma moneda). Lo peor de esta afectada actitud es que parece colocar la solución en un imposible regreso a unos presuntos buenos tiempos perdidos en materia de alta cultura".

Frases de un Nobel para la polémica

 “
La ingenua idea de que, a través de la educación, se puede transmitir la cultura a la totalidad de la sociedad, está destruyendo la alta cultura, pues la única manera de conseguir esa democratización universal de la cultura es empobreciéndola .

La literatura light, como el cine light y el arte light, da la impresión cómoda al lector y al espectador de ser culto y de estar a la vanguardia, con un mínimo esfuerzo intelectual .

Con una irresponsabilidad tan grande como nuestra irreprimible vocación por el juego y la diversión, hemos hecho de la cultura uno de esos vistosos pero frágiles castillos construidos sobre la arena que se deshacen al primer golpe de viento .

DE QUÉ TRATA

¿Pasársela bien?


La creciente banalización del arte y la literatura, el triunfo del amarillismo en la prensa y la frivolidad de la política son síntomas de un mal mayor que aqueja a la sociedad contemporánea: la suicida idea de que el único fin en la vida es pasárselo bien.

Con información de El País

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