La Capilla Sixtina llega a la Ciudad de México

GUADALAJARA, JALISCO (04/JUN/2016).- El Vaticano es algo más que un Estado católico, es el depositario de un vasto acervo cultural. Quizá la joya de la corona de esta riqueza es la Capilla Sixtina, recinto que en su bóveda tiene plasmadas las obras cúlmenes de Miguel Ángel: “La creación de Adán” y “El juicio final”, ambas pintadas al fresco y que son uno de los atractivos de la ciudad capital italiana.

Esta capilla, que también es museo, podrá ser admirada sin la necesidad de viajar a Roma, pues será reproducida al100 por ciento de su tamaño natural por parte del Comité Organizador para la Muestra de la Capilla Sixtina en México, representado por Antonio Berumen.

Esta es la primera vez que el Estado Vaticano autoriza la itinerancia de este proyecto por diferentes lugares del mundo, para brindar la oportunidad de conocer esta obra patrimonio de la humanidad. El montaje en el Monumento a la Revolución consta de una estructura tridimensional en secciones, con reproducciones fotográficas del interior de la capilla.  

Sobre cómo fue que se decidió replicar la capilla en la Ciudad de México, el mismo Berumen comentó en entrevista que una vez llevaron a un grupo de artesanos de Oaxaca a la ciudad del Vaticano y “una de las señoras tuvo la oportunidad de entrar a la Capilla y se puso a llorar. Me dijo que nunca pensó que podía verla. Me pregunté cuántas personas nunca podrán verla porque nunca podrán tomar un avión e ir a Roma”.

La Capilla Sixtina en México tiene una altura de 22 metros, 67 de largo y 28 de ancho, es decir, una superficie total de 510 metros cuadrados. Está estructurada por una parrilla en el interior para soportar la escenografía de los frescos, que está conformada con impresiones de tela sublimada, en módulos de 2.44 por 1.22 metros. En el piso se colocarán mamparas, arte y cristal templado. Además contará con una exposición audiovisual que ilustrará la historia de la “Capilla Sixtina”, y con todos los servicios para personas con discapacidad.

El proyecto, que fue elaborado por el arquitecto Pablo Manuel Calles y Gabriel Berumen, representó dificultades no esperadas, “todo fue muy complejo, pero la parte más difícil fue la fotográfica. El problema fue la parte cóncava, no se puede fotografiar y no se puede imprimir; esto requirió que se hicieran fotografías muy pequeñas, cuadritos de tres centímetros en los cuales se fue haciendo la curvatura para conseguir un original en plano para después darle la curvatura. En el Vaticano nos vieron como a unos locos, pero sí nos salió”, comentó emocionado Antonio Berumen.

Un proyecto monumental

Para realizar esta reproducción se necesitaron 3 mil metros cuadrados de impresión en tela, 500 metros cuadrados de piso de cristal, mil 500 metros cuadrados de muros exteriores, 2 mil metros lineales de polín monten y 400 bastidores para muros. Además de 21 mil 100 tornillos para armado de estructuras y soportes, 600 kilos de fibra de vidrio, una tonelada de resina y cinco de estructuras tubulares para su armado. La inversión, soportada por patrocinadores, fue de un aproximado de 45 millones de pesos.

Con información de El Universal

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Los detalles de la construcción

Mil 200 personas por hora podrán disfrutarla, lo que representa cerca de 790 mil espectadores durante el tiempo que permanezca el Museo Itinerante.

La reproducción podrá ser visitada de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas, hasta el 25 de julio.