Kirén Miret con nuevo libro bajo el brazo

GUADALAJARA, JALISCO (05/DIC/2015).- Sacarse la cerilla de la oreja, quitarse las lagañas, ver un moco verde entre húmedo y seco, así como olerse el dedo después de indagar en el ombligo en busca de mugre, son cosas deliciosamente escatológicas que hacemos todos en nuestra intimidad, aunque hay quienes aún no salen del closet y se niegan a aceptarlo, pero la escritora y locutora Kirén Miret sabe que todos somos amantes de realizar estas hazañas por naturaleza y aunque si libro “La asquerosa enciclopedia” es un texto ilustrado para niños jóvenes, el público adulto también quedará cautivado con él.

“La clave de este libro en particular y la de los otros textos que pertenece a la saga de ‘Niñonautas’ es que cabe todo mundo, todos tenemos una faceta de preguntadores constantes y todos tenemos una faceta muy asquerosa, -no todos han salido del closet-, pero entramos todos, así que tiene un poco de ciencia, de historia y autobiografía”.

“La asquerosa enciclopedia elige temas escatológicos de la A a la Z como “Asco”, “Baba”, “Caspa”, “Chinches”, Kirén luego desarrolla una introducción del por qué sale la caspa, por qué la saliva es importante, por qué nos produce placer rascarnos o tirarnos gases y combina la información con datos curiosos y hasta científicos.

“Yo tenía estos cuatro libros (la saga) con SM y esta fue una propuesta que surgió este año con Planeta, me sugirieron un libro de asquerosidades y lo hice de mi propio acervo personal. A mí pocas cosas me dan asco y me encanta hablar de todo esto. Veo que los adultos se alarman, se horrorizan y se mueren de la repulsión, así que fue saliendo fácilmente. Cuando somos niños tenemos menos asco y menos tabúes”.

Kirén ya tiene planes de lanzar un segundo tomo de “La asquerosa enciclopedia”, pero también desarrollar una de miedos y fobias, no sólo de brujas, también de buylling y otras cuestiones sociales. El tema de la radio lo tiene pendiente y espera regresar pronto a ella.

Ilustración de Alberto Montt

El complemento perfecto de este libro es la ilustración del creativo Alberto Montt que lo dota de una vivaz dinámica entre el lector y el texto. “Alberto es un tipo brillante con mucho oficio y talento, yo iba escribiendo los textos, se los enviaba a la editorial y él lo leía y lo usaba como hilo conductor para hacer su ilustración por eso es que están tan vinculadas con los textos, pareciera que estuviéramos sentados el uno junto del otro, él vive en Chile”.