Juan Rulfo, influencia importante en García Márquez

GUADALAJARA, JALISCO (18/ABR/2014).- En septiembre de 2003, fecha en que se cumplió el 50 aniversario de la primera edición de ''El llano en llamas'', Gabriel García Márquez contó en un programa radiofónico cómo descubrió la obra de Juan Rulfo, que resultó fundamental en su vocación literaria. Cuando el colombiano tenía 32 años y vivía en la Ciudad de México, a su departamento sin ascensor llegó su amigo Álvaro Mutis cargando un montón de libros, entre los cuales estaba ''Pedro Páramo''.

 “Lea esa vaina, carajo, para que aprenda”, le dijo Mutis a Márquez.

 “Aquella noche no pude dormir mientras no terminé la segunda lectura. Nunca, desde la noche tremenda en que leí ''La metamorfosis'', de Kafka, en una lúgubre pensión de estudiantes de Bogotá, casi 10 años atrás, había sufrido una conmoción semejante. Al día siguiente leí ''El llano en llamas'' y el asombro permaneció intacto. Mucho después, en la antesala de un consultorio, encontré una revista médica con otra obra maestra desbalagada: ''La herencia de Matilde Arcángel''. El resto de aquel año no pude leer a ningún otro autor, porque todos me parecían menores”, destacó el Premio Nobel.
 
El escritor afirmó que la lectura de la obra de Rulfo -cuyas páginas son “tan perdurables como las que conocemos de Sófocles”-  le ayudó a concebir un modo convincente y poético para seguir escribiendo cuando se encontraba en una encrucijada.

Arreola no pudo publicarle al colombiano

Orso Arreola, hijo del escritor Juan José Arreola, mencionó que el jalisciense y el colombiano se conocieron a mitad de la década de los cincuenta, cuando el autor de ''Confabulario'' publicaba la colección Los presentes, en donde se publicaron importantes libros de autores mexicanos y latinoamericanos, como ''Final de juego'', de Julio Cortázar y ''Los días enmascarados'', de Carlos Fuentes.
 
Destacó que en esas fechas, García Márquez llegó a ver a Arreola con un original de sus primeros libros. El colombiano tenía la intención de que Arreola lo editara. Sin embargo, Arreola ya preparaba el traspaso de la editorial a un editor de apellido Obregón, que tenía una librería en Avenida Juárez, en la Ciudad de México.
 
“Arreola no le pudo publicar a García Márquez porque él había vendido la editorial. En esos años ya se habían encontrado en esas circunstancias y habían platicado. Posteriormente se vieron en Colombia en un encuentro de escritores muy importante, ahí también lo vio y platicaron. Luego se vieron durante el sexenio de Salinas de Gortari en la Embajada de Cuba en México, en una de las visitas de Fidel”.
 
En el libro ''El último juglar'', Orso Arreola escribe que Gabriel García Márquez llevó a Juan José Arreola ante Fidel Castro y le dijo: “Te presento a Juan José Arreola, el escritor que más me gusta después de mí”.
 
Orso asegura que sí hubo influencia entre ambos escritores, pues García Márquez siempre mencionaba a Rulfo y a Arreola como los escritores mexicanos que llamaron toda su atención.