José Justo Montiel, al rescate del arte ignorado

CIUDAD DE MÉXICO (25/JUL/2013).- El centralismo en el México independiente no se limitó únicamente al ámbito político, sino que abarcó distintas expresiones culturales, como la pintura, donde los artistas del interior de la República eran calificados como “populares”, de quienes se decía: "Ingenuamente pintaban”.

Uno de ellos, que reivindica el arte de la provincia, particularmente del estado de Veracruz, es José Justo Montiel (1824-1899), cuya obra podrá apreciarse en el Palacio de Iturbide, ubicado en la calle de Madero, Centro Histórico, a partir de hoy y hasta el mes de septiembre.

En un recorrido por 48 pinturas, entre paisajes, bodegones y retratos donde predominan los claroscuros y el realismo de miradas penetrantes que parecieran acompañar los pasos de los visitantes, se puede apreciar el legado de un pintor vinculado al clero y al imperio fallido de Maximiliano, con quien, incluso, llegó a tener intercambios epistolares.

Montiel pertenece a un movimiento conocido como “Escuela regional veracruzana”, una definición acuñada para demeritar a los pintores de esa entidad que se creía carecían de una formación académica, casi casi “silvestres”.

Lo que no sabían en el centro es que el nacido en Orizaba, a la que consideraba su “verdadera patria”, había estudiado en la Academia de San Carlos y fue alumno del maestro catalán Pelegrín Clavé, uno de artífices de la pintura mexicana del siglo XIX.

Esa es quizá su mayor virtud: dar la cara por los artistas de provincia, comúnmente ignorados, lo cual se logró paulatinamente a partir de 1942, cuando se conoció su obra en la capital del país, 43 años después de muerto.

La exposición “José Justo Montiel, pintor orizabeño” estará en el primer piso del Palacio de Iturbide y está auspiciada por Fomento Cultural Banamex, la Fundación Roberto Hernández y el Instituto Veracruzano de la Cultura. La entrada es gratuita.