Jorge Viladoms, el sonido de la beneficencia

GUADALAJARA, JALISCO (18/ABR/2016).- “Dar valor a los maestros”. Es la respuesta que Jorge Viladoms Weber pronuncia a los cambios que haría en el panorama de la música clásica en México. No es que el país que lo vio nacer hace 31 años tenga una carencia de talento, pero para este pianista duranguense y radicado en Suiza desde hace cinco años, es importante que los profesores musicales obtengan el reconocimiento que se les brinda en otras partes del mundo.

Es virtuoso del piano y se considera afortunado de haber sido seleccionado entre cientos de expertos para ocupar la plaza de pianista en el Conservatorio de Lausanne, Suiza, en donde Viladoms ha demostrado que el talento mexicano puede destacar más allá de sus fronteras natales y emprender proyectos artísticos y sociales respaldado por otros gigantes de la música.

Tras cuatro años de ausencia en Guadalajara, Jorge Viladoms retorna a la Perla Tapatía para adueñarse del Teatro Degollado el próximo sábado 23 de abril y presentar “Luz de Luna”, espectáculo en el que el ballet y la música clásica se fusionan sobre el escenario con la compañía de prestigiados exponentes como Aurelie Dupont, directora del Ballet de la Ópera de París; Hervé Moreau, bailarín principal de la Ópera de París y Lionel Cottet, chelista de la Orquesta de Munich.

“Conocí a Hervé Moreau en Suiza durante un festival y dijimos que queríamos hacer algo juntos, pero fueron palabras al aire, luego coincidimos en París y creamos un concierto en Nueva York. Después pensamos que lo que seguía tendría que ser muy original, crear algo desde cero y escogimos el poema ‘El viajero le habla a la Luna’ de Johann Gabriel Seidl, con piezas y coreografías originales que hablen del romanticismo alemán, de la luna, la balada”.

Viladoms, que estará liderando las notas al piano, puntualiza que este espectáculo —que ya se ha presentado con éxito en Estados Unidos, gran parte de Europa y recientemente en Japón— tiene un objetivo particular: recaudar fondos para la Fundación Crescendo con la Música, en la que el mexicano se ha dado a la tarea de compartir la pasión por la música con niños de escasos recursos pertenecientes al Centro Educativo La Barranca, en Guadalajara.

“Es una combinación de las dos artes, no es música acompañando a los bailarines, ni los bailarines son distracción visual para que la música sea más interesante. Las coreografías fueron creadas para este espectáculo, hay escenografía, son artistas de altísimo nivel”.

Sin perseguir la fama

Para Jorge Viladoms considerarse famoso o jactarse del éxito no está en sus opciones a pesar de nutrir su trayectoria con escenarios como su debut en el Carnegie Hall, ser profesor del Conservatorio de Lausanne, tener un master de Pedagogía Musical y en “Arts in Performance” por la Hochschule der Künste de Zurich.

“El éxito es personal. Una vida con éxito será tener una vida como la que tuve con mis papás, una vida en familia. Lo más necesitamos son relaciones humanas sanas que te hagan feliz. Me gusta hacer lo que me gusta por pasión, así me siento vivo”.

Aunque la agenda de Viladoms se distribuye entre sus conciertos, viajes, clases y la fundación, el músico destaca que en la música clásica no se aspira a una fama como la de los artistas de cine o televisión: “Lo que hago es más discreto, son públicos más pequeños y eso es una lástima. Esto es un trabajo artístico, voy al escenario como un pianista que va interpretar a los grandes, sólo soy un medio para darle al público acceso a estos compositores, yo no creo nada, solo soy un intérprete”.

Música para educar

Aunque por el momento el presente de Jorge Viladoms se mantiene en Suiza, el pianista expresa que la idea de retribuirle a México las oportunidades que él ha encontrado más allá de sus fronteras siempre ha estado latente y es por ello que no dudó en impulsar la creación de la Fundación Crescendo con la Música para despertar la pasión y vocación por la música clásica a los niños mexicanos y brindarles caminos para una mejor calidad de vida pese a las carencias que viven.

“Veo a los niños de Suiza, sé cómo viven, no hay niños en la calle y al regresar a México me dolió ver muchas situaciones muy fuertes que no puedo soportar, sabía que tenía que hacer algo. Así inició la fundación, a mí la música me cambió la vida y estoy convencido de que esto puede ayudar a los niños, darles herramientas para protegerlos de la pobreza”.

Con esta meta arraigada en los planes de Viladoms, el pianista crea una alianza con el Centro Educativo La Barranca, en Guadalajara, y dona más de 100 instrumentos traídos desde Suiza, entre pianos, violines, flautas y clarinetes.

“Tengo experiencias lindas no sólo con los niños, sino con los papás que me comentan que sus hijos se motivan más, que se concentran, que quieren seguir en el coro, en las clases. Científicamente está comprobado que la música hace milagros en los niños no sólo a nivel físico con el cerebro o la motricidad, también hay disciplina, poder expresar sentimientos”.

Jorge Viladoms señala que a diferencia de México, los maestros de música clásica en Suiza tienen un reconocimiento y respeto no sólo por parte de los alumnos, sino por el mismo público que sabe la importancia de tener equipos docentes de calidad para mantener fresca y sólida a esta rama de la cultura.

“En México cambiaría la situación de los profesores. En Suiza son valorados, son de los mejores pagados en el mundo, porque saben lo importante que es un profesor, sea de primaria, de música o lo que sea. En las manos de un profesor hay muchos futuros. Veo a mis colegas motivados y hacen un buen trabajo porque tienen buenas condiciones de trabajo, y en México eso falta”.

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“Luz de Luna” con la presentación del pianista mexicano Jorge Viladoms este 23 de abril a las 19:00 horas en el Teatro Degollado. Boletos: desde 222 pesos hasta 891 pesos.