Sábado, 21 de Septiembre 2024
Cultura | Entre la creación y el salón de clases

Joel Juan Qui, narrador de historias musicales

Casi sin pensarlo, el pianista encontró en la docencia un espacio para compartir y aprender de otros

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- Desde hace cinco meses y medio, Joel Juan Qui está debutando en la paternidad; eso le ha dado una visión (o audición) distinta de lo que es la música, cómo se siente, cómo se toca, cómo se narra, cómo se vibra.

Con su pequeña ha comenzado a descubrir, un nuevo mundo de sonidos y notas, porque ella misma se ha convertido en la música del intérprete. A partir de ahora, aunque él no lo sepa con certeza, ya ni las historias que narra a través de piano, se volverán a escuchar como antes.

Y es que si por algo se ha caracterizado Juan Qui a lo largo de su carrera es por la forma en que acaricia el piano, colocando sobre cada tecla una emoción desde dentro de su ser, que hace que la música que interpreta deje de ser simples piezas, transformándolas en historias que se zambullen en el cuerpo de aquellos que lo escuchan e incluso son capaces de llevarlos al más elevado placer.

Eso -valga la redundancia- le complace al pianista, por eso en el salón de clases (los pequeños saloncitos del Departamento de Música de la Universidad de Guadalajara) comparte a sus alumnos esa técnica, si es que así puede llamarse, de sentir y convertirse no solo en ejecutantes, sino en intérpretes "que reinterpretamos aquello que ya esté escrito en las partituras", lo que diferencia a fin de cuentas el simple acto de repetir una obra o reinterpretarla, evidentemente sin cambiar la pieza.

"No es llegar, sentarte, prepararte con mil horas de duelo para poder realizar una ejecución lo más impecable que se pueda. Cuando estamos recreando o ejecutando una pieza musical, estamos tratando de narrar una historia con un lenguaje no verbal y ése es el clic del momento donde atrapas al público y haces interesante la participación musical o lo que quieres tratar de decirles por medio de la música. Y si seguimos por ese lado vamos a caer por muchos términos en los cuales muchas personas están en contra, a otros les parecerá idiosincrático el asunto, otros estarán de su lado; pero aquí lo que cuenta realmente es qué intención tienes tú, de manera personal, en el momento de estar recreando musical y estéticamente las intenciones de un compositor que la mayoría de las veces ya está muerto", explica Juan Qui.

- ¿Cómo iniciaste en la docencia?


"Fue muy curioso, porque yo estaba estudiando Profesional medio en profesor de piano, y uno de nuestros maestros abandonó la institución (la ex Escuela de Música) para emigrar a otra ciudad y nos quedamos a medios semestre. Entonces la directora, la maestra Enriqueta Morales, me invitó -siendo yo alumno- a participar y cubrir la plaza mientras terminaba el semestre; comencé dando apreciación musical. Me volví loco, pero yo creo que la maestra confió en que para mí sería demasiado fácil, para mí no lo fue, fue extremadamente divertido. Entonces, me di cuenta que la docencia podría ser una de las facetas que yo podría encarar. Acabó el semestre y me quedé desde entonces (hace 15 años). En la actualidad doy piano en todos los niveles, investigación musical y la materia Metodología de los teclados. En la última reforma de los planes de estudio se creó una materia en la cual podríamos insinuar a los alumnos a desarrollar esa difícil, delicada tarea de aprender a aprender para poder enseñar, una materia tan ausente en todas las escuelas de música".

- ¿Qué es lo primero que haces con un alumno nuevo?

- "Hablando sobre el aspecto multidisciplinario que envuelve a la vida de un artista y qué más tiene que hacer para poder sobrevivir a lo que tanto le gusta hacer, viene a ser una de las preguntas que nosotros hacemos a los alumnos cuando entran a la Escuela de Música. ‘¿Vienes a piano?. Excelente, bienvenido. ¿Tienes piano?’. ‘No, no tengo’. ‘Lo tienes que comprar’. Un 70% de los alumnos de la escuela no tienen piano, los que están en piano. Es una desinformación, finalmente llegan ya muy grandes, pero eso sería cuestión de otro matiz. Aquí lo más importante es otra pregunta, ¿qué tipo de pianista quieres ser? Acompañante para música de cámara, versátil, solista clásico, compositor o dedicarte a la investigación musical encaminada a una parte especial de la enseñanza pianística".

- ¿Cómo puedes enseñar a narrar historias?


- "Eso es personal, yo no puedo decirles a mis alumnos ‘cópienme’. Yo soy del tipo de maestro que me gusta mucho ejemplificar y hablar durante la ejecución, dar la explicación: ‘Mira, esta cadencia tiene esta finalidad, yo en lo personal…’ y digo "en lo personal’ para que no caigamos en la idea de ‘tienes que hacerlo así’. No somos absolutistas, también tenemos que fijarnos. Existen ejemplos de piano en vivo (discos) y comienzas a cultivar un criterio personal de aquello que te agrada y puedes tomar ciertas cosas para ti mismo e ir desarrollando tu propio estilo".

- ¿Quiénes fueron tus maestros y qué recuerdas de ellos?


-
"El maestro Friedeman Kessler me preparó para ser pianista y para ser maestro; eso no quiere decir que mis maestros de antes no lo hayan logrado. Mi clase está fundamentada en un extracto de resabia, por así decirlo, de cada uno de los maestros que he tenido en mi vida; cada uno ha sido una parte muy especial. Pero este señor sí tenía una metodología, una cátedra muy interesante, algo no visto en muchas partes del mundo. Eso también me orilló a hacer un posgrado en pedagogía y que me convirtiera en una persona que se dedica a la investigación como una especie de caso de estudio de cada uno de mis alumnos. No puedo enseñar igual a cada uno. Otros maestros fueron Leonor Montijo, Fritz Steinegger y Alla von Buch, que está en Munich".

- Si pudieras elegir entre una de las tareas que realizas, ¿cuál escogerías?


- "Pianista, porque yo comencé a tocar a los cuatro años de edad. Ya de adulto me he interesado en que mis alumnos puedan tener algo de lo que yo ya aprendí, pero mi vida es interpretar el piano. Y no estamos hablando de que voy a estar cuajado de lana, es un mito aquí en nuestra sociedad. Mi vida está volcada en la interpretación del instrumento, ya sea como solista y, en un plano que lo estoy viendo más lejano -porque me estoy dedicando más a ser solista-, la música de cámara".

"A mí me gusta más narrar historias, de una manera personal y solitaria",
Joel Juan Qui, pianista.

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