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Cultura | Por: Martín Almádez

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¿Gobernar es ayudar?

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO (07/FEB/2011).- Quien entiende el servicio público como forma de ayudar a la gente, está dentro de la dirección correcta y obligada. Porque servir es ofrecer, ofrecerse al ciudadano en las tareas comunes y mayoritarias, en cumplimiento con la legalidad a la que se somete todo funcionario y representante popular. Y en esa lógica, gobernar es ayudar a que lo aspirado por muchos, se haga.

No sé si gobernar sea ayudar, cuando no se ha querido escuchar la demanda de una enorme mayoría por defender el patrimonio cultural y social de Temacapulín, Acasico y Palmarejo. No sé si gobernar sea ayudar cuando se construye imagen cultural pública como el Puente atirantado, sustentada más en un deseo personal que en una urgencia social de movilidad vial metropolitana. Ejemplos de necesidades amenazantes de la tranquilidad social, que requieren de una voluntad política extraordinaria para llegar a solucionarse, y que sólo quien tiene muy claro que gobernar es ayudar puede proponer y coordinar soluciones benéficas para la mayoría de los afectados.

En seguridad, recordémoslo, Jalisco se cuece aparte: el discurso oficial sigue empeñado en afirmar que la violencia no es una realidad nuestra y que acontecimientos como los del pasado 1 de febrero, violentos, aparatosos y amedrentadores no cambian la cultura de paz que vive Jalisco.

Si gobernar es ayudar como se nos dice cada minuto en la televisión en cadena nacional, en los diarios, en la radio e internet y hasta en las zonas y edificios más emblemáticos de la Ciudad de México, entonces los jaliscienses deberíamos sentirnos seguros en las calles, confiados en que las decisiones tomadas salvaguardarán nuestro patrimonio, costumbres y tradiciones, y sobre todo, de que por fin tendremos un sistema de transporte público digno, rápido, eficiente, no contaminante, con ventajas para el peatón, con impulso a las opciones no motorizadas y que permita la continuidad del comportamiento cortés y hospitalario del tapatío, como parte distintiva de su carácter identitario.

¿Por qué, si gobernar es ayudar, no podemos concretar una respuesta de ayuda a los habitantes que se busca a como dé lugar desalojar de sus tierras para hacer una presa que nadie pide y que todas las instituciones de organización ciudadana han señalado como perjudicial para la calidad de vida?

¿Por qué, si gobernar es ayudar, no implementamos un sistema de movilidad vial que evite decenas y decenas de muertes cada año y que permita ahorrar a los usuarios su dinero y tiempo?

¿Por qué, si gobernar es ayudar, no hacer que al salir de los hogares y pasear por las calles se disfrute de los espacios públicos sin el temor de que la violencia se haga presente?

Yo también creo que gobernar es ayudar, pero creo que eso todavía no sucede en Jalisco.

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