Itinerario

GUADALAJARA, JALISCO (11/OCT/2010).- Luego de una convocatoria lanzada por la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ) para que los ciudadanos externaran por escrito sus más significativos momentos de familia, se pudo conocer de manera más cercana y concreta las formas y escenarios en los que las familias jaliscienses conviven, se entrelazan y se reconocen a sí mismas.

Las historias son relatadas por personas de diferentes edades, en entornos distintos y distantes, bajo visiones marcadas por la pluralidad de los estratos sociales y hasta religiosos.

Las anécdotas y los hilos conductores permiten destacar a un personaje, que en la mayoría de los casos conserva la preferencia, el papel de la madre, envuelto en circunstancias de dificultad donde las hazañas y el sufrimiento son trazos narrativos, que siguen en el blanco emocional de los jaliscienses.

Bajo esta radiografía se registran también los rasgos de un perfil familiar donde la madre

–heroína a toda prueba– empieza su papel protagónico ante la falta, abandono o humillación de un hombre. El monumento colectivo que se erige a la madre, desvela al mismo tiempo una realidad que reafirman las estadísticas: el copioso incremento de la mujer a la población económicamente activa y su consecuente jefatura de familia, ante el cada vez más lejano modelo de familia tradicional.

Estas verdades sociales escapan a los discursos oficiales y a las políticas públicas que se resisten a gobernar a una sociedad cada vez más plural y transformada, la cual requiere como punto de partida ser concebida como siempre lo ha sido, núcleo de la sociedad, pero sin la restricción o miopía del estereotipo de lo tradicional, en el que se monta  –con necedad exultante– el discurso gubernamental.

Si de un ejercicio de participación ciudadana se recoge una realidad tan cruda y reveladora que contradice la postura oficial –al parecer apegada más a dogmas religiosos que a una realidad social– entonces deberíamos exigir que al menos se busque la congruencia. No importa que a algunos nos provoque asquito.