Itinerario

GUADALAJARA, JALISCO (20/SEP/2010).- Como una ola el discurso político del Bicentenario nos hizo llegar biografías, reconocimientos, ensalzamientos, publicaciones, esculturas y demás formas de honrar la memoria de algunas mujeres insurgentes.

Y en ese contexto, el tono de políticos, promotores y hasta de algunos historiadores destaca la importancia de ellas, por: entregar “gran parte de su fortuna” a la causa, por “vivir grandes aventuras”, por “sufrir situaciones inconcebibles” y otros tipos de “hechos heroicos” que consuman un verdadero acto de omisión para aquellas mujeres que, más allá de las circunstancias adversas del movimiento insurgente, su condición de género las circunscribió a una realidad contra la que sólo la imaginación y el valor fueron las armas más trascendentes: la autonomía y honestidad intelectual de Leona Vicario para expresar y defender sus convicciones independentistas, las cuales, más allá de su poder económico, hicieron eco en las realistas y fueron un parteaguas en las insurgentas para defender su derecho a pensar. Josefa Ortiz, dentro de sus límites geográficos, supo entablar los tiempos e impulsar la toma de decisiones sobre el movimiento, como verdadera instructora.

La participación de las mujeres en el movimiento de Independencia suele ubicarse en su carácter de espías, incondicionales a la causa por el amor a sus parejas y no por sus ideas propias y aportaciones genuinas. Y ese discurso está en la “historia oficial” y en aquella -tan en boga- que presume de no serla.

Sin embargo, ajustar la lupa en las insurgentas debería equivaler a ajustar la lupa en los insurgentes: lo destacado de los personajes históricos se mide a partir de sus actos y no de su género. No hay necesidad de hacer brotar de la nada tanta insurgenta que no se sostenga por sus actos; y más allá de la justificación melodramática que se le pueda construir, debemos conocer sus aportaciones, por lo que, contar con una estratega como Josefa y con una defensora del derecho a pensar como Leona, me enorgullece, como mexicano, la imagen de la mujer en la guerra de Independencia.