Cultura | Por: Martín Almádez Itinerario ''De su muy particular interés primordial'' Por: EL INFORMADOR 31 de mayo de 2010 - 01:19 hs GUADALAJARA, JALISCO (31/MAY/2010).- Yo no lo sé de cierto, pero supongo, que un diputado o diputada debe conocer las leyes de su Estado, las necesidades de su Distrito y, sobre todo, las condiciones que guarda el tema de su interés social. A veces me doy cuenta de que esa suposición mía es más bien un noble deseo o una ingenua percepción de la realidad legislativa. Los diputados tienen la responsabilidad de hacer y reformar leyes. Y ese objetivo nunca lo pierden. Lo toman como finalidad de su trabajo, que de hecho así es. El problema viene cuando bajo ese fin, inician reformas o cambios a la legislación, sin previo conocimiento de las propias leyes que pretenden modificar. O peor aún, encabezan un plan de reforma, esencialmente mediático, en temas que no son capaces de definir y mucho menos de explicar la necesidad que los provoca. Los terrenos de la legislación local son variados y amplios, pero ninguno tan rentable como el cultural. En él se da cabida a todas las expresiones y a todas las edades, engloba asuntos –aparte del que le es inherente- sociales, recreativos, educativos y económicos, tópicos nada despreciables cuando de propagar la imagen política se trata. Y en esa lógica, la Ley de Fomento a la Cultura es un blanco natural, la cual, desde el inicio de esta Legislatura, se ha hecho ver por algunos diputados y quizá con mayor preocupación por algunas diputadas, como uno de los temas “de su muy particular interés primordial”. La ley en cuestión tiene notorios páramos. Pero los diputados y diputadas no reparan en ellos porque no conocen la ley que quieren reformar o porque no está en sus planes de proyecto personal. Tampoco les ha sido significativo que la ciudadanía les solicite se hagan los cambios necesarios para disminuir lo “paramoso” de esa ley. No. Lo que pidan los más, es lo de menos. A la fecha suman tres comisiones que han hecho manifiesto “su muy particular interés primordial” por reformar la Ley de Fomento a la Cultura, todas ellas con visiones distintas y distantes de las que la ciudadanía ha solicitado. Reformar por reformar o hacer leyes por hacer leyes o utilizar a la cultura con fines ajenos a ella es lo peor que puede pasar en materia legislativa. Pero me temo que ésta puede ser otra suposición ingenua, cuando los tiempos apenas reparan en la conformación de grupos internos a contender para campañas próximas. Y la cultura, en todo momento, es cosa rentable que despierta en cualquiera con propósitos de imagen pública, su muy particular interés primordial. Temas Itinerario Lee También Este es el itinerario completo de la Romería 2024 Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones