Invita a Banksy a Colombia para invadir la ciudad con sus obras

CIUDAD DE MÉXICO (24/MAR/2013).- La popularidad del graffitero inglés Banksy ha llegado a Colombia, según lo cuenta una nota firmada por el periodista Juan David Torres Duarte en El Espectador.

Se trata de una proclama que, a través de Twitter, ha hecho el Festival Internacional de Teatro de Bogotá, que se realiza año tras años en la capital colombiana, reuniendo lo mejor de esa expresión artística en el ámbito iberoamericano.

Personas ligadas al festival invitaron al artista que se escuda en el anonimato para producir una obra crítica y mítica que ha traspasado las fronteras y que tiene imitadores en todo el mundo, para que “invada” con sus obras los muros de Bogotá.

El famoso documental del famoso Banksy
Banksy es famoso y al abrigo de su enigmática personalidad y de un talento indubitable en el manejo del esténcil sobre las paredes que se dejen, también se ha hecho multimillonario.

Exit Through the Gift Shop: una película de Banksy es una película documental dirigida por el célebre artista callejero que aquí realiza su debut como realizador cinematográfico.

La película presenta la historia del arte callejero y constituye un brutal y revelador recuento de lo que sucede cuando la fama, el dinero y el vandalismo colisionan.

Exit Through the Gift Shop: una película de Banksy sigue al dueño de una tienda, recientemente transformado en director de cine amateur, en su afán por capturar a los más infames vándalos en video, sólo para descubrir que el artista Banksy ha volteado la cámara en su contra con resultados salvajemente inesperados.

Esta es una de las cintas más provocadoras hechas en torno al arte contemporáneo, a la vez un fascinante estudio sobre el vandalismo de bajo nivel y la camaradería.

Con giros sorprendentes, divertidos y absurdos este es un cautivador cuento de hadas moderno del prolífico artista del graffiti británico. Se cree que nació en Yate, localidad cercana a Bristol, en 1974, pero los datos acerca de su identidad son inciertos y se desconocen detalles de su biografía.

Sus obras se han hecho populares al ser visibles en varias ciudades del mundo, especialmente en Londres.

En 2012, el artista arremetió contra el Jubileo de Diamantes, que celebró los 60 años de la corona británica. En su último grafiti, a las puertas de una tienda de Poundland, puede verse a un niño asiático en una máquina de coser, fabricando a destajo banderas de Gran Bretaña como las que en aquellos días engalanaron Oxford Street.

El artista siempre envuelto en la polémica
El trabajo del artista que no permite que ninguna de sus obras se venda en una subasta siempre ha levantado polémica, como la originada en 2011 en Bristol, donde un trabajador encaló la famosa pintada del gorila con antifaz rosa, que llevaba 10 años decorando la pared.

La fachada pertenece desde hace poco a un centro cultural musulmán y Saeed Ahmed, uno de los responsables del lugar que dijo luego desconocer el valor de la obra, quiso dejarlo impoluto.

En 2010, en Melbourne, Australia, los limpiadores municipales de la ciudad borraron un ratón paracaidista firmado por Banksy y en 2008 , las autoridades británicas eliminaron un mural de al menos siete metros de altura que el graffitero compuso en Westminster (Londres) para denunciar la proliferación de la videovigilancia en su país.

Recientemente, uno de sus murales creó un verdadero huracán en el mundo del arte. Primero lo robaron y ahora intentan venderlo, por supuesto a cifras millonarias, en una subasta de Miami.

La Fine Art Auctions lanzó en febrero pasado un comunicado aduciendo que el mural pertenecía a un serio coleccionista que tenía todos sus papeles en regla y que no había inconvenientes para la subasta.

Se trata de la obra denominada “Slave labor (bunting boy)” que estaba plasmada en una de las paredes de una gigantesca cadena de ropa en Greenwood (Londres) y de la que la casa de arte ofreció un pedazo de 122 x 152 centímetros.

Luego de esa oferta aparecieron en Internet noticias respecto a que Banksy había sido encarcelado, junto a un grupo de graffiteros, justo cuando estaba pintando uno de sus dibujos y que no habría fianza para su salida

Al parecer se habría tratado de uno de los conocidos juegos del graffitero, quien habría querido burlarse de la prensa y los coleccionistas.

Una noticia de que el pedazo de mural había sido subastado a 5 millones de dólares precedió a la aparición de una nueva pintura en el lugar donde antes estaba la anterior.

Los vecinos de Greenwood protestaron con carteles que decían “devuelvan nuestro Banksy”, tras lo cual la casa Fine Art Auctions de Miami decidió retirar de la subasta la obra de Banksy.

Sinembargo.mx